Capítulo 3

Que inicie el show.

Parte 1:

Legarda

16 de junio de 2017, California.

6: 00 am.

Dicen que el éxito de los artistas es saber hacerlo lo que venden al mundo. Mi trabajo no es para nada de lo más fácil de demasiado estrés para una persona que no respira y tampoco siente como late su corazón.

Ahora puedo darme cuenta de cuanto es lo que se debe sacrificar para poder lograr llegar hasta la cima del éxito, todo lo que debes de dejar atrás con tal de verte brillar, en poster, fotografías, en las calles y que te griten por tu nombre es una de las sensaciones más increíbles del mundo, pero también es demasiado desgastante tener que trabajar los 365 días del año y únicamente entregarle al mundo dos álbumes y tres o cuatro sencillos. Tours que posiblemente no siempre terminan llegando hasta todos los países que los fans piden entre lágrimas y también existen los que viajan por todo el mundo para verte sobre el escenario cantar.

Mire a las cuatro personas sentadas en frente a mí y sigo sin poderme creer lo que vamos hacer en un par de horas, los nervios nos están consumiendo a los cuatro, aunque tenemos que excluir a Cristal, su vida debe de ser completamente un mundo patas para arriba ya que lidiar con nosotros no es un trabajo nada fácil, pero ella logra controlarnos a la perfección se debería de ganar un Oscar por la mejor manager del mundo.

No hace falta que hagamos mención hacía donde nos estamos dirigiendo a las seis en punto de la mañana. Apenas y todos fuimos capaces de dormir por lo menos seis horas por los nervios. Y por el silencio que todos hacemos puedo escuchar a la perfección cada una de sus respiraciones aceleradas y llenas de emoción pura como si nos hubieran inyectado adrenalina pura directamente a las venas —o en nuestro caso mil años más de viva— es fácil hacer bromas cuando físicamente estar muerto.

Hace tanto tiempo que no me sentía tan emocionado como ahora mismo lo hago.

Hemos llegado al Hollywood Bowl después de casi veinte minutos andando, todos han comenzado a descender del coche, tomando grandes inhalaciones profundas antes de bajarnos y de seguirle el paso a todos. Al poner un píe fuera del coche sentí como la briza matutina al igual que el frío golpeaba con brutalidad mi rostro regresando un poco a la realidad. Lo estamos logrando de nuevo. Hemos logrado pisar de nuevo el Hollywood Bowl después de casi cinco años desde nuestro debut, él mismo en donde no solo Alex y Zoé, nos tuvieron la suficiente fe en nosotros para gritarnos que éramos un "éxito total" y sí, ahora somos todo un éxito mundial en la totalidad de su palabra.

Los guardias de seguridad nos ayudan a entrar al interior del sitio como si de verdad hubiera fans rondando por la zona a estas horas de la mañana, pero tenemos en cuenta de que sí, ya en muchas ocasiones pasadas nos han sorprendido y para nosotros es lo de más grato y super emotivo pero la última vez casi que nos roban a Padme y eso ya no fue de nuestro agrado, aun por mucho que amemos a nuestros fans, Cristal, siempre tiene que ver primero por nuestra seguridad pero sobre todo porque no le devoremos un dedo o les arranquemos la cabeza si es que llegamos a perder nosotros la cabeza al igual que ellos, claro está.

Al entrar claro que saludamos a los chicos que están cruzando por nuestro camino siempre con amabilidad y toda la buena vibra posible del mundo.

Los escenarios se han convertido en nuestro hogar y en él, centro de todas y cada una de nuestras actividades del día a día que llegamos a tener durante nuestras giras. Si no fuera porque realmente ya nos hemos terminado de acostumbrar a que en cualquier momento nos toca descansar en nuestro camerino por tener que enseñar hasta que nos quede todo perfecto, ser figuras públicas dentro del mundo artístico no simplemente implica grabar, producir, componer y lanzar ya que detrás de tanto trabajo también existen desgastes innecesarios. El mundo puede ser una mierda, pero nuestro mundo necesita de sacrificios demasiado grandes para tener el éxito necesario y así lograr tener el reconocimiento que tenemos hoy en día.

Los del staff nos guiaron hasta el camerino que nos corresponde, a primera vista parece ser uno de los más lujosos del lugar y no lo recordaba de esta forma tal vez sea por qué la primera vez que estuvimos aquí no podíamos creerlo, observe discretamente desde el umbral de la puerta que es como una pequeña sala en donde hay dos chicos sentados esperándonos puede notar a primera vista que uno de ellos es una chica morena, delgada con trenzas africanas por todo su cabello mientras que la persona sentada a su lado está un chico de piel vainilla con el cabello castaño pasándose sus dedos por su cabello, quizás sea por los nervios.

La primera vez que llenamos todo el espacio de los escenarios de nuestras presentaciones no podíamos creer que lo habíamos logrado, hoy tampoco podemos creer que el lugar vaya estar demasiado lleno, es como si volviéramos a revivir nuestro primer show. No siempre necesitamos de coristas, regularmente nuestras canciones tienen el coro incluido con nuestras propias voces, pero está vez queremos hacer algo verdaderamente especial para nuestros fans.

Cristal es la primera en entrar llamando la atención de los chicos.

—¡Buenos días chicos! —los saluda con toda la positividad del mundo.

—Buenos días, señoritas Cristal —ambos le regresan el saludo.