La última defensa de la creación: Vol. 1

42 Zona de guerra

—¡Estas horribles Pesadillas sin bocas son un verdadero problema! —chilló el agente Dylan, apretando una herida en el brazo.

—¡¿Capitán, cuáles son sus órdenes?! —dijo Marcus, el pecoso.

—Ahora mismo no es tiempo para estar en la ofensiva. Hay que estudiar mejor la situación. Busquemos espacios donde podamos evitar confrontaciones extensas —El agente de mayor rango ordenó mientras sacaba la mano dentro de la cabeza de un monstruo de 3 metros—. No es broma, son muy fuertes.

Durante el sismo, Malcom y sus subordinados habían estado durmiendo a excepción de Robert. El disciplinado y competente joven de 2 estrellas fue el que los despertó al instante que sintió el terremoto, gracias a sus sentidos elevados. De esa manera, no pasó a peor las cosas para ellos y se libraron exitosamente de cualquier accidente.

Después, los espejos rojos se crearon en las alturas y salieron de ahí las fuertes Pesadillas a exterminar a todo ser vivo que presenciaron, provocando aún más caos que el evento anterior. El sector donde los agentes residían, había muchos más Liberados que el territorio de Gabriel, por lo que la batalla allí explotó en un instante.

Tremendos sonidos de impactos, sangre y gritos de toda clase bombardearon sus oídos. Era una batalla sangrienta lo que se estaba viviendo, no podía describirse con otro nombre. Cada bando se mataba como cucarachas sin ningún tipo de contemplación.

Las personas que temían por sus vidas, huían en múltiples lugares buscando la forma de esconderse. Nadie sabía si era la mejor opción, pero Liberados como los miembros de la Unión Mundial no lo creían. Aunque la decisión de Malcom podría definirse como muy cautelosa y reservada, en ningún momento se les pasó por la cabeza eludir a esas horrendas criaturas por cobardía.

—Les indicaré quién y cuáles Pesadillas atacarán. No pueden hacerlo arbitrariamente, porque ellas manejan diferentes tipos de fuerza. Basado en esta información, analicen e identifiquen si hay posibles patrones que nos ayuden a categorizarlos —instruyó el líder.

—¡Sí, capitán!

Malcom y los otros entonces observaron a un agente de 2 estrellas siendo abandonado por sus compañeros y luego enfrentarse a un monstruo de un poco más de 3 metros. La disputa terminó en 15 segundos con derrota del hombre. La amarga realidad oscureció los rostros de los subordinados, más precisamente para los nuevos integrantes, que eran 8.

—¡Robert, en 5 movimientos! ¡Ni uno más!

El joven partió con enormes zancadas que hacían marcar sus zapatos, ahora dañados, en la tierra por el fuerte impulso. No se sabía bien si duró más el recorrido o la misma batalla. Las condiciones de 5 movimientos terminaron en solo 1 cuando clavó el cuchillo largo en la cabeza del monstruo que alcanzó a reaccionar, sin embargo, la lentitud le costó la vida. Fue un ataque veloz, preciso y mortal.

—Buen movimiento, pero tomaste la jugada más difícil, idiota. Piensa siempre en la opción más segura… Casi pierdes la cabeza —dijo Malcom.

—¡Sí, capitán! —respondió el joven con profundo respeto.

Después de realizar el respectivo procedimiento formal a la hora de contestar, sintió un ligero picazón en la parte del cuello, y cuando se tocó la zona, los dedos volvieron manchados de sangre. Las últimas palabras del capitán resultaron ser muy literales. Casi pierde la vida.

“Qué patético he sido“, pensó Robert para sí mismo. Su líder nunca lo subestimó al darle tantos movimientos para realizar el trabajo, pero tampoco lo hizo con su oponente.

—¡Escuchen! La toma de decisiones es un factor relevante en este momento crítico. Aquí no están en una especie de entrenamiento, sino en una verdadera pelea. Esfuércense al máximo, que si mueren, al menos no tendrán remordimiento en el más allá por no haber hecho mejores las cosas. ¡¡¿Copiado?!!

—¡¡Sí, capitán!!

Las voces unánimes de los agentes sirvieron para darle preámbulo a la próxima batalla que Malcom había percibido antes de hablar. A 20 metros de altura, 15 espejos rojos se formaron en distintos puntos que casi rodeaban a los soldados. De ahí, 14 Pesadillas de 2.5 a 3.5 metros emergieron y cayeron ruidosamente. Por último, un poco bajo que el resto, una criatura de 2.2 m se unió. 

—Ese pequeño es mío. Presiento que es más fuerte que los más grandes —dijo el 3 estrellas, despertando 2 cuchillos largos militares de sus fundas—. No mueran. Odiaría tener más manchados mis registros por estúpidos soldados.

Así pues, el choque inició. Liberados con excelente destreza y experiencia fueron de frente contra las nuevas criaturas con fuerza sorprendente y todavía desconocida. Desde docenas de metros se escucharon los estruendos, donde llamaron la atención de diferentes personas porque no pudieron desviar la mirada a otra parte. Algunos tragaron salivas pensando si serían capaces de igualar al menos el más débil de los que ahí peleaban.

La respuesta era, por supuesto, no.

Ahora, cambiando de localización, en la residencia del equipo de Gunnar, para ser precisos, cuando el derrumbe barrió las construcciones, incluyendo el edificio donde Gunnar, Caesar, Silvia y los otros permanecían, ellos saltaron de lo más alto momentos antes de que pasase.

Ese evento sucedió medio minuto después que el animal le formulará aquella extraña pregunta a su hermano. Posteriormente, los aterrizajes de las Pesadillas no le permitieron a Sophia y los 3 secuaces de James calmar su ansiedad que ahora estaba incontrolable.

—¿Cómo es que está sucediendo esto así de repente? Miren esas cosas, me dan mucho escalofrío —dijo la mujer más joven en pánico—. ¡Benjamín!

—¡Sophia, cálmate! —gritó el hermano tras el fuerte apretón de la chica. Tampoco era el más sereno, pero manejaba mejor la situación—. ¡Así son las cosas, no hay tiempo para llorar, entrar en pánico o maldecir!

El esperado abrazo y consuelo nunca llegó por parte del joven. La respuesta inesperada fue la pócima para que ella, por primera vez, reparara con una mirada más objetiva las circunstancias. Se calló y los pensamientos salvajes por lo menos frenaron un poco.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.