JANE DEE
Una chica de cabello castaño, ojos aguamarinos y figura envidiable. Un chico de cabello castaño oscuro, ojos azules y un arete de círculo pequeño en la oreja derecha. Gemelos de caballo rojo como el fuego, ojos café claro, bíceps que te morías y sólo uno de ellos no tenía el rostro invadido de pecas.
Ver a los amigos de Blake era como ver a un montón de adolescentes que no parecían reales. Por un momento pensé que eran parte de mi imaginación porque eran demasiado atractivos como para ser reales. De hecho ni siquiera pensaba que todos ellos eran adolescentes. Y estuve segura de ello cuando Kyle recalcó que James y Andrew, los gemelos de cabello rojo y rostro envidiable, eran mayores. Ambos habían terminado la universidad el año pasado.
Estaba claro que me preguntaba por qué un par de ex universitarios estaban en la fiesta de unos adolescentes preparatorianos. Esa duda la respondí cuando vi a James hacer el clásico saludo que hace un dealer a uno de los tantos invitados en la fiesta. Claro que no podía decir lo mismo de Andrew, ya que parecía ser el más sensato de ambos chicos y el cual sólo estaba en la fiesta para divertirse.
Después de que Blake me presentara a todos sus amigos, Kyle fue el único que se quedó a charlar conmigo más tiempo que los demás. Me hablaba de cómo había conocido a Blake y del origen de la amistad de todos ellos. Todo se debía al lazo de amistad que sus padres habían hecho cuando tenían la edad de ellos. Dijo que Blake tenía una hermana mayor que también formaba parte del grupo de amigos y que incluso había una niña de catorce años que lo completaba. Por lo que entendí se trata de la prima de Kyle. Me parecía bastante lindo que todos ellos fueran amigos desde la infancia, significaba que sabían todo de todos y que habían pasado por todo juntos, hubo un pequeño deseo dentro de mí de haber tenido algo así cuando era pequeña.
Para no parecer más tímida intenté hablarle a Kyle sobre mí y la corta relación que Blake y yo teníamos. Le confesé la peculiar forma en la que nos habíamos conocido, hablo de aquella vez en el parque, aún no estoy en tanta confianza para decirle al amigo de infancia de Blake cómo es que de verdad lo había conocido aunque él ni siquiera lo recordase.
Sé que Kyle comenzó a hablarme de otra cosa, pero mi atención se desvió a lo que veía por encima de su hombro. Blake y Lillian comenzaron a conversar veinte minutos después de que llegásemos al grupo y se encontraban a unos cuantos pasos lejos de nosotros. Parecía que ambos estaban molestos el uno con el otro y no fue hasta que Kyle los obligó a hablarse que lo hicieron. Ambos estaban en la pared que estaba debajo de las escaleras y podía ver que el humor serio de Blake y Lillian se había desvanecido, sin embargo logré ver que dos chicos se acercaron a ellos y comenzaron a molestarlos. Primero a Lillian y luego a Blake. Quise interrumpir a Kyle, pero él seguía hablando y hablando. No fue hasta que el bullicio se convirtió en gritos alentadores para los chicos que habían llegado a molestar a Lillian. Andrew, James y Kyle se apresuraron a llegar junto a sus amigos. Yo les seguí el paso y para cuando logré quitar a las personas que me impedían mirar lo que sucedía, pude darme cuenta de que uno de los chicos estaba golpeando a Blake en el rostro y el que lo acompañaba estaba luchando con Kyle. Todo esto pasaba mientras James y Andrew intentaban separarlos y los gritos de aliento y celulares grabando no paraban de incrementar. De inmediato fijé mi atención en Lillian, ella estaba paralizada y con las manos temblando mientras veía a sus amigos pelear a golpes. Hice lo posible para llegar hasta ella y cuando me acerqué la tomé de los hombros para llevarla a otra parte. No sabía a dónde, pero lo que quería era sacarla de ese lugar.
Confiaba en que Andrew y James iban a lograr separarlos, pero me preocupaba la salud de Blake y Kyle. En especial la de Blake.
Ese chico de verdad lo estaba golpeando con fuerza.
—Bebe un poco —Lillian no pudo tomar de mi botella de agua porque seguía en shock y sus ojos estaban perdidos mirando la acera llena de hojas secas—. Lillian.
—Sabía que era mala idea —susurró—. No debí venir. Era una mala idea. Aún no estaba lista.
—Lillian —Tomé su rostro con delicadeza para que me mirase a la cara—, todo va a estar bien.
—¿Tú quién eres? ¿Por qué me ayudas?
—Soy Jane. Blake nos acaba de presentar.
No debí mencionar el nombre de Blake. Lillian comenzó a respirar con pesadez y su atención se había desviado de mí para luego comenzar a mirar a su alrededor bastante rápido. Supe que buscaba a Blake con la mirada porque comenzó a susurrar su nombre.
Yo también estaba preocupada, pero no podía dejar a Lillian en este estado.
—Tranquila, Lillian. James y Andrew están con él. Estarán bien, te lo juro —Conectó sus ojos con los míos—. Confía en mí.
Le di la mano y le volví a ofrecer mi botella de agua. Esta vez aceptó.
Llevé a Lillian a sentarse en la banqueta que estaba del otro lado de la calle. Yo pasaba mi mano por su espalda y ella miraba la botella de agua. Las preguntas de por qué esos muchachos se habían acercado tan amenazantes a Lillian y Blake comenzaron a rondar en mi cabeza. También me pregunté por qué la reacción de ella había sido tan fuerte. Es decir, nunca he estado en una situación así y tampoco deseaba estarlo, pero me parecía que la reacción de Lillian había sido bastante fuerte. Ella estaba en shock y sus manos no dejaban de temblar por ningún motivo al igual que su cuerpo.