La Última Flor Para El Invierno

TREINTA Y UNO

JANE DEE

—¿Eric?

—No sabes lo mucho que me alegra encontrarte aquí. ¿Podemos hablar? Quiero arreglar lo que sucedió con Tim, de verdad.

Eric ni siquiera miraba a Blake. Era como si no estuviese a mi lado y tomándome de la cintura. La presencia de Eric siempre me había parecido incómoda e impulsiva, había corroborado aquello la noche que lo encontré con mi hermano menor altamente ebrio y drogado, sin embargo, parecía que esta vez venía a hablar conmigo en son de paz, pero aun así no quería hablar con él. De hecho, no tenía nada de qué hablar con él. El asunto de Tim había quedado arreglado gracias a la valentía de Rachel y mi enfado hacía Eric.

—No hay nada de qué hablar.

Quise marcharme, pero me detuvo tomándome del brazo. Supuse que él no se daba cuenta de la fuerza que implicaba en su agarre, pero Blake sí.

—Ya te dijo que no va a hablar contigo —Blake deshizo el agarre de Eric y se colocó frente a mí para quedar como una barrera humana—. Ya vete.

—¿Tú quién eres para decidir lo que ella quiere? —Lo rodeó, pero Blake le impidió que llegase a mí. De pronto el ambiente tan divertido comenzaba a ser amargo y tenso. Blake disimulaba lo enfurecido que estaba, pero Eric era distinto al respecto. Sus ojos azules ya no eran suaves y miraba a Blake como si quisiera asesinarlo. Tenía exactamente la misma mirada que aquella vez que no quiso dejarme ir y Rachel tuvo que interferir—. Yo te conozco de alguna parte. Mierda. Tú trabajabas en la misma pastelería que Jane, ¿no es así? Eres el chico que rechazó a Courtney.

Ni siquiera sabía que esa mujer lo había invitado a salir.

—¿Entonces por él me rechazaste? —Lo señaló de arriba a abajo—. ¿De verdad? Soy la mejor opción que tienes, Jane. ¿Hasta cuándo vas a darte cuenta? Somos la pareja perfecta. ¡¿Qué no lo ves?! —Alcanzó a tocar mi brazo y causó que mi bebida se derramara en la ropa que Allison me había prestado. Entonces, Blake explotó. Lo empujó tan fuerte que lo hizo chocar con la barra de bebidas.

—¡No la toques!

Eric se recuperó del empujón y alzó las manos mientras sonreía de lado. Blake y yo le dimos la espalda para marcharnos de inmediato.

—La chica de vestido rojo es tu hermana, ¿verdad? Sí, son muy parecidos. ¿Cómo crees que se vería con un par de moretones en su bonito rostro?

Si había una cosa que a Blake no le gustase, era que hablaran mal o intentaran lastimar a su única hermana. A pesar de ser el menor, él siempre la protegería de cualquier persona que intentase ser más lista que ambos. No pude hacer nada en contra del cólera que invadió las venas de Blake. En cuanto regresó a Eric para darle un buen golpe, Eric lo recibió con un golpe en la cabeza. La botella se hizo trizas en la cabeza de Blake y pude ver la sangre que cubría la mitad de su rostro de inmediato. Quise correr por ayuda, pero Eric me tomó de los hombros para llevarme lejos de la discoteca. En cuestión de segundos alguien hizo que Eric cayera al suelo. 

Era Kyle defendiéndome. 

Casi de inmediato, yo también caí al suelo y cuando alcé mi rostro, recibí una patada increíble en el rostro que casi me dejó inconsciente.

—¡Maldita mujer loca! —Courtney me sujetó del cabello y me obligó a mirarla—. Eres un maldito parásito que arruina a mi mejor amigo. ¡Voy a…

Sus amenazas fueron interrumpidas por el fuerte agarre de Allison sobre su cabello pelirrojo para alejarla de mí.

—Vuelve a tocar a mi cuñada y te las verás conmigo, Barbie de baja calidad.

Allison dejó a Courtney temblando como una gelatina para después alejarse. Grace me ayudó a levantarme del suelo y me pidió sentarme, pero yo quería saber dónde se encontraba Blake. Necesitaba saber si estaba bien. De inmediato vi que Andrew y James lo sostenían para ayudarlo a caminar fuera de la discoteca mientras la sangre le inundaba la mitad de su rostro. Me uní a ellos segundos después mientras Grace cuidaba que no me marease más de lo que ya estaba.

—¿Dónde está Kyle? —preguntó Andrew.

—Fue por el auto —respondió Allison.

Kyle no tardó mucho en llegar con nosotros y de inmediato todos abordaron el auto. Allison se quedó en el asiento trasero, cuidando que su hermano malherido no cerrara los ojos tal como quería hacerlo desde que salimos de la discoteca.

—¡Kyle, dame algo con que detener la hemorragia! ¡No te muevas, Blake!

—Jane… —susurró, débil.

Me senté del lado izquierdo de Blake para tomar su mano que tenía unas cuantas gotas de la sangre que le escurría de la cabeza. Él seguía parpadeando con fuerza y repetidas veces. Allison utilizó un pedazo de tela blanca que los padres de Kyle guardaban en la guantera en caso de que Megan ensuciase los asientos del vehículo con las bebidas exóticas que su madre solía prepararle.

—No cierres los ojos, por favor. Quédate despierto.

⁕⁎⁕

La botella cortó una pequeña parte de la mejilla de Blake y causó una larga herida arriba de su ceja que necesitó cuatro puntos de sutura. El doctor que lo atendía preguntó cómo se había hecho aquella lesión y pidió que llamasen a los padres de Blake, sin embargo, Allison intervino confesando que ella era su hermana mayor y que estaba a su cargo cuando todo sucedió. A Kyle y a mí no nos permitieron entrar a la sala en la que estaban los hermanos Flaubert, así que solo sabíamos lo que sucedía gracias a que Allison nos enviaba mensajes informándonos de todo. Los gemelos y Grace nos encontraron unos minutos después y preguntaron por el estado de su amigo.




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