La Última Fotografía

Capítulo 5: Descubrimientos Ocultos

El día había comenzado gris y lluvioso, lo que encajaba perfectamente con el estado de ánimo de Alex. Desde su encuentro en la biblioteca, no había podido dejar de pensar en los extraños acontecimientos que rodeaban al sanatorio de Blackwood. Cada pista que encontraba lo arrastraba más lejos de cualquier explicación lógica, como si una fuerza invisible lo empujara a seguir investigando.

Después de pasar una noche inquieta en la pequeña posada del pueblo, Alex decidió que era hora de regresar al sanatorio, esta vez con un enfoque más decidido. Sabía que no podía abandonar la investigación, aunque cada paso lo acercara a algo que tal vez no quisiera descubrir.

El camino hacia Blackwood estaba desierto, cubierto por una ligera neblina que daba al paisaje un aire fantasmal. Alex, con la cámara en mano y una linterna en el bolsillo, llegó nuevamente a la entrada del sanatorio. Esta vez, el edificio parecía aún más imponente bajo el cielo nublado, como si esperara su llegada.

Entró por la puerta principal, que crujió en protesta, y se adentró en los oscuros pasillos. La atmósfera era más pesada que la primera vez, y el silencio era tal que podía escuchar sus propios pensamientos rebotando en las paredes.

Alex decidió explorar una zona del edificio que no había visitado antes: el sótano. Recordaba haber visto una escalera que descendía desde el ala este del sanatorio, pero había evitado ir allí por la oscuridad que reinaba en ese lugar. Sin embargo, ahora sentía que era el momento de enfrentar lo que estuviera oculto en las profundidades del edificio.

La escalera era estrecha y empinada, y cada paso que daba hacia abajo resonaba como un eco distante. Cuando finalmente llegó al fondo, se encontró en un largo pasillo de paredes de piedra, iluminado solo por su linterna. El aire allí abajo era más frío y húmedo, y Alex no pudo evitar un escalofrío al avanzar.

A mitad del pasillo, descubrió una puerta de metal medio oxidada. La empujó con fuerza y esta se abrió con un chirrido penetrante. Al otro lado, se encontraba una sala grande, posiblemente una antigua morgue o depósito. Lo que más llamó su atención fue un conjunto de estantes de metal que ocupaban un lado de la habitación. Estaban llenos de cajas y frascos de vidrio, muchos de ellos cubiertos de polvo, como si nadie hubiera puesto un pie allí en décadas.

Alex comenzó a revisar las cajas, esperando encontrar alguna pista que lo ayudara a entender el enigma del sanatorio. Dentro de una de las cajas más grandes, encontró una serie de documentos antiguos, cuidadosamente envueltos en tela. A medida que desenrollaba uno de ellos, sus ojos se abrieron con sorpresa.

Era un viejo registro médico, y en la esquina superior derecha había una fotografía pegada. Mostraba a un paciente en una cama de hospital, con el rostro medio cubierto por vendajes. Al mirar más de cerca, Alex notó que el paciente tenía una extraña marca en el cuello, similar a un tatuaje o una cicatriz muy profunda.

Lo más inquietante fue el nombre del paciente escrito debajo de la foto: "Alexander V.". La coincidencia del nombre con el suyo lo hizo detenerse por un momento, pero lo que realmente le heló la sangre fue la fecha del registro: 15 de abril de 1956. Exactamente 30 años antes de su nacimiento.

Alex no podía creer lo que estaba viendo. ¿Qué significaba todo eso? ¿Podía ser un simple caso de homonimia, o había algo más siniestro en juego? El sanatorio de Blackwood parecía estar lleno de misterios que se entrelazaban en formas que él no podía entender.

Antes de que pudiera procesar más, escuchó un sonido detrás de él. Se giró rápidamente, iluminando la sala con su linterna, pero no vio nada. Sin embargo, la sensación de ser observado era intensa. Con el corazón latiendo con fuerza, Alex decidió que ya era hora de salir de allí.

Guardó el documento en su mochila y salió del sótano, subiendo las escaleras lo más rápido que pudo. El aire en la superficie le supo a libertad, pero la sensación de peligro persistía. Mientras se alejaba del sanatorio, su mente no dejaba de darle vueltas a lo que había descubierto. Sabía que esto era solo el comienzo, y que lo que fuera que se ocultaba en Blackwood, estaba a punto de revelarse por completo.



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En el texto hay: fantasia, misterio, aventura

Editado: 13.08.2024

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