El amanecer trajo consigo una luz fría y grisácea que apenas lograba iluminar el paisaje empañado por la niebla. Alex estaba agotado, pero la urgencia de descubrir la verdad sobre el sanatorio lo mantenía en marcha. Sabía que debía actuar con rapidez y precisión para desentrañar los secretos que habían estado escondidos por tanto tiempo.
Decidió visitar el archivo del pueblo, una pequeña oficina gubernamental donde se almacenaban registros históricos y documentos de interés público. Había escuchado rumores de que algunos residentes ancianos aún recordaban detalles sobre el sanatorio y los eventos que ocurrieron allí. Tal vez encontraría una fuente de información directa que pudiera arrojar más luz sobre los misteriosos experimentos.
Al llegar al archivo, fue recibido por el archivista, un hombre mayor con una apariencia amable y ojos curiosos. Alex se presentó y explicó su interés en el sanatorio de Blackwood.
—He estado investigando sobre el sanatorio y encontré algunos documentos antiguos que mencionan experimentos realizados allí. ¿Podría ayudarme a encontrar registros adicionales o hablar con personas que puedan tener información relevante? —preguntó Alex.
El archivista asintió y lo condujo a una sala llena de estanterías de documentos. Mientras buscaban entre los archivos, el archivista mencionó que había un viejo registro de testimonios de residentes que podrían tener información útil.
—Aquí está —dijo el archivista, entregándole un grueso libro encuadernado en cuero—. Este libro contiene entrevistas y testimonios de personas que vivieron cerca del sanatorio durante su funcionamiento. Algunos de ellos pueden haber presenciado cosas interesantes.
Alex tomó el libro con gratitud y comenzó a leer los testimonios. Uno en particular llamó su atención: un relato de una mujer que había vivido en el pueblo durante la época en que el sanatorio estaba en su apogeo. La mujer, identificada como Eleanor Smith, describía eventos perturbadores que habían tenido lugar en el sanatorio.
Según el testimonio de Eleanor, había habido una serie de desapariciones misteriosas de pacientes durante los últimos años de funcionamiento del sanatorio. A medida que Alex leía, notó que la mujer hablaba de "sombras en los pasillos" y de "ecos de voces perdidas". Estas descripciones se alineaban con las sensaciones que Alex había experimentado en sus visitas al sanatorio.
Alex decidió buscar más detalles sobre Eleanor Smith. Descubrió que ella había fallecido hace algunos años, pero su casa aún estaba en pie, ubicada en las afueras del pueblo. Decidió que valía la pena visitar el lugar y hablar con quienes habían conocido a la mujer para obtener más información sobre sus testimonios.
El viaje a la casa de Eleanor fue breve, y al llegar, se encontró con un pequeño y encantador hogar en medio de un jardín descuidado. La casa parecía haber sido deshabitada durante algún tiempo, pero Alex tocó la puerta con la esperanza de encontrar a alguien que pudiera ayudarlo.
Después de unos momentos, una anciana abrió la puerta. Era la hija de Eleanor, quien aún vivía en la propiedad. Alex se presentó y explicó su interés en los testimonios de su madre.
—Mi madre siempre hablaba de cosas extrañas relacionadas con el sanatorio —dijo la anciana con un suspiro—. Nunca entendí del todo lo que había vivido, pero solía decir que había visto cosas que no podía explicar. Quizás esto le ayude.
La anciana entregó a Alex una caja de recuerdos que había pertenecido a su madre. Dentro de la caja había varias cartas, fotografías y un pequeño cuaderno. Alex examinó los documentos y descubrió que algunos contenían anotaciones y dibujos que representaban escenas del sanatorio y sus alrededores.
Uno de los dibujos era particularmente inquietante: mostraba una serie de figuras en un entorno sombrío que se asemejaba a los pasillos del sanatorio. El dibujo parecía capturar la esencia del malestar que Alex había sentido en el lugar, con sombras alargadas y formas difusas que evocaban una sensación de inquietud.
Alex estudió las cartas y encontró una que mencionaba un "día crítico" en el que ocurrieron varios eventos inexplicables en el sanatorio. La carta detallaba cómo las autoridades locales habían sido alertadas, pero la intervención fue mínima y las explicaciones oficiales nunca se dieron a conocer al público.
Con esta nueva información, Alex sintió que estaba acercándose a la verdad detrás de las desapariciones y los experimentos. La conexión entre las descripciones de Eleanor y los documentos encontrados en el sanatorio parecía estar tomando forma. Sabía que debía continuar su investigación y explorar más a fondo para desentrañar el misterio.
Mientras salía de la casa de la anciana, Alex se sintió renovado en su determinación. La búsqueda de respuestas lo había llevado a descubrir verdades ocultas que podrían cambiar todo lo que sabía sobre el sanatorio de Blackwood. La niebla que envolvía el pueblo parecía reflejar el misterio que aún quedaba por resolver, y Alex estaba decidido a enfrentar cualquier desafío que se interpusiera en su camino hacia la verdad.
Editado: 13.08.2024