La última hechicera

Forjando el Fuego

El amanecer teñía el cielo de tonos dorados cuando Kaelen llevó a Alina a un claro oculto entre las ruinas de Kaer Thalim allí un antiguo círculo de piedras susurraba con la energía de hechizos olvidados.

—La magia no es solo poder —explicó Kaelen—, es equilibrio control, paciencia y conexión con todo lo que te rodea.

Alina cerró los ojos, intentando sentir la vibración del mundo bajo sus pies. Inspiró hondo y dejó que la llama en sus manos fluyera con calma.

—Tu fuego debe ser como un río —dijo Kaelen—: fuerte, pero adaptable. No permitas que consuma todo a su paso.

Las llamas danzaron, transformándose de una vorágine caótica en un resplandor sereno y armonioso. De repente, una voz etérea surgió del círculo, Cantando un antiguo conjuro que resonaba en lo profundo del alma de Alina.

—Esa es la canción de los orígenes —dijo Eiran, acercándose—. La melodía que conecta a todos los linajes de hechiceros.

Mientras Alina repetía el conjuro, sintió cómo su magia se expandía, descubriendo capas ocultas y secretos olvidados. Pero en el eco del canto, una sombra fugaz cruzó el claro. Algo —o alguien— observaba.

La guerra estaba lejos de terminar...




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.