La última lágrima dorada.

Capítulo 20#

🪷🪷🪷🪷🪷​Elysia

​Un reino unido, su lealtad y armonía unidas, pero de nada sirve que tenga lealtad cuando tiene al mando a un rey codicioso y traicionero que solo busca poder...

​Un rey traidor no puede ser aquel que cuide a su reino, porque en cualquier momento te apuñalará por la espalda.

​Me bajo del caballo mientras camino a la entrada del castillo, esta se encuentra sellada.

​—Están selladas, ¿cómo vamos a entrar ahora? —Habla Fayrha con frustración.

​Veo de reojo a los guardias que nos acompañan; son solo seis, ya que los demás están con el pueblo y el resto con el rey traidor.

​—Hay una entrada que nadie conoce, es por el jardín que da al bosque. Entren por ese lado y vayan al salón. Fayrha, necesito que vayas con ellos. —Hablo mirándola y ella niega.

​—Ni lo pienses, yo soy tu guardiana, no pue… —No termina de hablar ya que la interrumpo.

​—Eres mi guardiana, pero necesito que vayas... No me va a pasar nada, Fayrha. Nos encontraremos en el salón del trono. —digo y ella con frustración acepta lo que le digo.

​—Ustedes tres vengan conmigo y los demás la cuidan. ¡Si le llega a pasar algo los cuelgo! —Responde alzando la voz y los guardias asienten.

​Veo cómo se pierden en el bosque y veo la puerta sellada.

​Un sello con magia.

​Levanto las dos manos y hago un círculo de luz. Cuando este se forma, lo lanzo directo a la puerta. En esta se forma el mismo círculo, pero mucho más grande, dándonos una entrada al castillo.

​Entramos y veo a dos guardias en la puerta. Estos, al vernos, se ponen a la defensiva.

​Formo dos esferas de luz y las lanzo a sus manos, logrando que suelten sus espadas.

​—No vine a pelear con ustedes. ¿Dónde está el Rey? —Hablo con voz de autoridad.

​Estos bajan la cabeza.

​—Está en el salón del trono... —responden.

​Abro la puerta mientras camino por los pasillos del castillo al salón del trono.

​Veo a cinco guardias venir por mí. No lo pienso dos veces cuando hago caer un candelabro del techo con una esfera de luz.

​Corro por los pasillos cuando veo de reojo que eso no los detuvo.

​Los guardias que vinieron conmigo y los dos de la entrada se quedaron a pelear para hacerles difícil llegar a mí.

​"¿De qué sirve un rey que se esconde detrás de sus guardias?"

​"Ese no es un rey, sino un cobarde."

​Subo las escaleras del castillo corriendo. Voy a la izquierda para tomar un atajo al salón del trono, pero lo que me encuentro es a dos guardias dorados.

​Forjo una espada con mi poder y peleo con ellos.

​Me giro rápidamente, esquivando un ataque, pero es un poco tarde, logra darme un rasguño en mi costado... me alejo un poco.

​—¡¡YA BASTA!! —Grito y lanzo una onda de luz que los hace volar por los aires.

​Me sorprendo por lo que hice... esto nunca había pasado antes.

​Retrocedo mientras me toco la herida y sigo mi camino. Veo la gran puerta que da al salón y la abro con magia. Veo al rey, o debería decir, al cobarde sentado en el trono.

​Entro al salón sosteniendo la espada con fuerza y lo apunto con ella.

​—Vaya... vaya. Aquí tenemos a nuestro querido "rey". Mientras nuestro pueblo cae en ruinas, él está despreocupado, sentado en el trono... —Escupo las palabras con amargura mirándolo con asco.

​—Lo dice la que para no tomar el trono, me puso a mí a cargo para no tomar la corona. —dice el "rey" mirándome con furia.

​—¿Te duele que a pesar de eso tú igual tenías que seguir mis órdenes, aun teniendo la corona?

​Hablo y lo miro con autoridad.

​—Tú me pusiste a cargo del reino, no puedes venir aquí a quitármelo.

​—Hablas como si le estuviera quitando un dulce a un niño. —Respondo sin bajar la mirada—. Yo te puse a cargo, sin embargo, nunca aprendiste nada de todas las órdenes que te he dado.

​Respiro con frustración.

​—¡¡Y FUE PROTEGER AL REINO SOBRE TODO!! Si no puedes con eso, no mereces ser rey.

​Veo cómo se levanta apenas termino mis palabras y saca la espada para atacarme.

​Peleo con él y en un descuido me toma del cuello, cortándome la respiración. Suelto la espada, trato de soltarme.

​No... no... no...

​Veo cómo poco a poco estoy perdiendo el conocimiento.

​Mientras lucho para no dormirme, creo una daga con mi magia y se la clavo en el brazo. Este grita y me suelta, haciendo que caiga al suelo.

​Empiezo a toser y en cuanto recupero el aire, vuelvo a respirar.

​De reojo, veo cómo se saca la daga del brazo y la sangre corre. Toma su espada y camina hacia mí.

​—Este es el fin de la Reina Elysia y su reino. —Habla el "rey" con cansancio y furia en su voz.

​Me levanto rápido del suelo y me volteo a verlo.

​—Te equivocas, este es el comienzo —respondo con la voz ronca y grito, levantando las manos, haciendo una onda expansiva de luz dorada que lo hace volar por los aires, convirtiéndolo en polvo.

​Veo cómo desaparece y me volteo, viendo a Fayrha con rasguños en todos lados.

​—Elysia... —la escucho y doy un paso hacia ella, pero no lo logro, ya que pierdo el conocimiento y me desmayo.

​Veo cómo todo se vuelve negro...

🪷🪷🪷🪷



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En el texto hay: amor, oscuridad y luz, reino y destino

Editado: 28.09.2025

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