La última lágrima dorada.

Capítulo 26# Un pasado lleno de cicatrices.

Valrhys

​Todos piensan que un corazón bondadoso puede ser consumido por la Oscuridad fácilmente porque es débil, ingenuo y demasiado puro, y eso es lo que a la Oscuridad le gusta corromper. Pero los corazones bondadosos no se corrompen así de fácil.

​Todo tiene su tiempo, y la Oscuridad tiene una eternidad entera y mucha paciencia para envolverlos poco a poco. Los envuelve y los agrieta al paso del tiempo. Cuando las grietas llenan su corazón por completo, ella se entremete en ellas, juega con su inocencia, y ese pequeño corazón bondadoso se encuentra en una realidad alterada. La misma Oscuridad la hace parecer perfecta, logrando engañarlo y jugar con él, enseñándole que tiene el poder en sus manos. Pero es ahí cuando ya es tarde, es ahí cuando esta te tiene en sus manos y te vuelves su títere que puede manejar a su antojo.

​Camino por los pasillos de la Academia de Guardianes.

​Un lugar que fue hecho para proteger a los guardianes, ya que estos no tienen un lugar en el mundo.

​Pero, ¿quién nos protege de ellos?

​La especie que el mundo teme por el gran poder que tienen, pero están aquí para protegerlos de cualquier peligro: los fénix. El solo hecho de que no puedan morir es lo que más los aterra.

​Una lágrima de un fénix puede curar una herida.

​Pero toda cura puede ser un veneno si esta es provocada por la ira u otras emociones.

​No pueden morir, ya que estos serán consumidos por el fuego y renacerán, así volverán a la vida.

​Pero toda criatura tiene algo que la puede matar, y la nuestra se mantiene escondida en esta academia, para su beneficio.

​Todos los guardianes fénix, para obtener una misión de guardián o alguien a quien proteger, son sometidos a una clase de torturas. Y, para la desgracia de los fénix a los que nada nos hace daño, lo provocan con la única cosa que nos puede matar.

​Así, quebrándonos por dentro, o como ellos dicen: volviéndonos fuertes desde adentro.

​La primera prueba la hacen cuando eres pequeño.

​Te obligan a matar a la persona más cercana a ti. Y, ¿cuál es la persona más cercana a ti? No es nadie en ese momento, ya que te separan de tus padres cuando eres pequeño.

​Y dónde están, nadie lo sabe, solo desaparecen.

​Si intentas escapar para volver a casa, lo único que encontrarás será una casa vacía y una nota vacía con un sello rojo de una espada.

​Nadie sabe dónde se encuentran los padres de los niños… pero yo no tuve la misma suerte.

​Una niña pequeña que solo quería volver donde estaba su familia, pero al volver, lo que encuentra es un escuadrón de fénix asesinándolos a cada uno de ellos, sin piedad ni un poco de empatía.

​Un fénix no puede ser débil. Esa fue mi primera lección y la aprendí de una manera demasiado dura para una pequeña niña.

​La tercera es cuando te enseñan a usar tu poder. Si no lo logras, te cortan con aquello que te puede matar si se usa a la ligera.

Oro. Quién diría que el oro puede matar a un fénix.

​Si te descontrolas, te cortarán hasta dejarte inconsciente. Después te llevan a una recámara donde estás encerrada entre cuatro paredes con cadenas de oro, y las paredes tienen espadas de oro. Un mal movimiento, y con una cortada, el oro te envenena. Permaneces allí solo dos o tres días si tienes suerte de soportar las otras cortadas que fueron hechas antes de llevarte a ese lugar.

​Pero solo te están haciendo fuerte, como ellos dicen, ¿no?

​—¡Mantén el fuego, Valrhys!

​Escucho cómo me gritan y siento un latigazo en la espalda, esta empieza a arder de inmediato.

​—¡AAAHH! —Grito cuando siento otro latigazo.

​El sudor baja por mi frente y niego, deteniéndome.

​—No, no, no puedo…

​—¡NO HE DICHO QUE TE DETENGAS! ASÍ QUE VUELVE A INTENTARLO. —Escucho cómo me gritan y veo de reojo cómo otro latigazo se aproxima.

​Cierro los ojos cuando siento que este me quema.

​Me levanto rápido, vuelvo a encender mis llamas y las envío a la esfera de cristal. Para detenerme, este tiene que tener un color rojo sangre. Solo pocos lo logran, ya que mueren al poco tiempo de conseguirlo.

​Veo cómo poco a poco va tomando color, pero siento cómo mi cuerpo se siente tan exhausto que en cualquier momento perderé el conocimiento, y me detengo.

​—¡NOOO!

​Escucho cómo me gritan.

​Veo cómo todo se desvanece y se vuelve negro.

​—Llévenla al salón oscuro…

​Escucho una voz lejana, pero esa voz es escalofriante.

​******

​Despierto y lo primero que siento es un ardor inmenso en mi espalda. Cuando veo el porqué, me asusto de inmediato.

​Una flecha bañada en oro. No me mata, pero puede dejarme todo un mes sin poder por solo el hecho de que tenga oro. Me envenena la sangre.

​Siento cómo la sangre recorre mi espalda y veo cómo el suelo está manchado de esta misma.

​Intento sacarla, pero no sale tan fácilmente.

​Mis manos tiemblan cuando la sostengo mientras intento sacarla.

​—No, no, por favor —Lágrimas corren por mis mejillas.

​Las mismas lágrimas que pueden curar heridas ajenas, curan las mías.

​—¡AAAHHH! —Grito hasta desgarrar mi garganta cuando siento que la flecha sale.

​El sonido de la puerta al ser abierta con brusquedad se escucha.

​Débilmente, levanto la mirada y veo cómo una figura de un hombre entra rápidamente. Su rostro se vuelve invisible cuando pierdo la visión y todo se vuelve negro.

​Lo último que siento es estar en brazos de una persona.

​Y el sentimiento de estar protegida en un lugar donde las torturas te vuelven fuerte para ser un guardián.

​Porque para ser un guardián, no puedes ser débil.



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En el texto hay: amor, oscuridad y luz, reino y destino

Editado: 26.10.2025

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