La última lágrima dorada.

Capítulo 27#

Elysia

​Llego al Templo Dorado, el lugar donde están aquellos cobardes que se esconden del peligro: el consejo del reino.

​Aquel consejo que determinará si seguiré siendo reina o no.

​Un consejo debería aconsejar cómo proteger al reino, pero este solo sale a hablar cuando una mujer toma el trono. Eso es lo que más les importa: no el reino, sino el hecho de que una mujer tome el control.

​Este consejo no hubiera existido si hubiera tomado mi lugar desde un principio.

​Subo cada escalón del templo hasta llegar a la cima, encontrándome a todos los del consejo reunidos. Apenas me ven llegar, callan y se miran entre ellos.

​Los miro a cada uno detenidamente y voy al puesto que me corresponde y me siento en él.

​Cuando veo que uno de ellos me va a hablar, levanto la mano para que calle.

​La bajo y acomodo mi corona dorada.

​—Lamento llegar tarde. Pensé que la reunión era al amanecer, pero se ha adelantado, al parecer. —Hablo con autoridad y con voz calmada.

​Cuando en realidad, los quisiera enterrar.

​—Este consejo es para ver quién es el que será el siguiente Rey del Reino de Elysia.

​Habla uno de ellos. Lo miro y me doy cuenta de que es Lord Jackleins.

​—Veo que ya lo decidieron y no darán su brazo a torcer.

​—Ya tomamos la decisión, y usted no será la reina de este reino.

​Habla otro hombre del consejo.

​—Lo tomará el hijo del difunto Rey Klayren Bloustand. Él será el siguiente Rey de este reino.

​—¿Y él está al tanto de esto? —Pregunto apenas los escucho hablar.

​Asienten. Me levanto, segura de mí misma sin bajar la cabeza. Este consejo no era para hablar de quién iba a tomar el trono, sino para avisar que ya tenían a quien sería su sucesor.

​—¿No dirá nada más, Reina Elysia? —Habla Lord Jackleins y volteo a verlos.

​—No hay nada más que decir. Como hace un momento lo acaban de decir, el siguiente Rey de este reino será Klayren Bloustand. Solo espero que sepa cuidar del reino y que se encargue de la magia que está causando desastres.

​Y cuando ya voy a salir de la sala, escucho una voz.

​—Le daremos un trato: si usted se casa y encuentra a aquella persona que está usando magia negra, usted seguirá siendo la Reina de este reino. —Escucho la voz de desesperación de Lord Jackleins, y los demás lo miran de forma fulminante.

​Volteo y veo cuán desesperado está.

​Tanta desesperación porque piensan que dejaré el trono así. Creyeron que no iba a luchar por él.

​Si voy a tomar el trono para proteger a mi reino, se derramará sangre y morirá el que se atreva a lastimar a mi reino.

​—Acepto, pero yo elegiré con quién me casaré.

​—Tiene solo dos años para cumplir el trato. Si no, el siguiente Rey será Klayren Bloustand.

​Asiento y me retiro del salón con una sonrisa.

​**********

​Una hora más tarde…

​Veo en la entrada del templo a Fayrha. Está montada en el caballo esperándome.

​—¿Qué estás haciendo aquí? —Le pregunto a Fayrha apenas me acerco.

​—Soy tu guardiana. ¿Qué esperabas, que me quedara en el castillo disfrutando un banquete, o te parece mejor una taza de té? —Responde con burla y hace como si estuviera tomando una taza de té, mientras yo niego riendo.

​—Debemos irnos antes de que oscurezca. El bosque es muy peligroso en estos momentos —Hablo y me subo al caballo.

​Ella asiente.

​—Pero tú lo pasaste —Responde con duda Fayrha.

​—Lo hice. La diferencia es que yo conozco un camino más rápido para llegar, pero al volver no se puede tomar el mismo camino —Hablo mientras nos ponemos en marcha.

​—¿Por qué no puedes pasar por el mismo camino? —Pregunta con curiosidad.

​Niego mientras llegamos justo donde los caminos se separan.

​—El camino por donde llegamos al templo tiene linternas mágicas para que ninguna criatura desconocida se acerque a hacernos daño con su magia, pero no evita que nos coloquen trampas en el camino. Este camino se usa en pocas ocasiones, porque tú crees que llegarás solo al templo, pero en realidad te lleva a donde tú quieres llegar —Hablo y ella me mira sin entender, y niego frustrada—. Por ejemplo, si estuviéramos del otro lado y lo cruzamos, y tú quieres ir al pueblo…

​—Pero ese no es el camino para ir al pueblo de Elysia —Me interrumpe y yo asiento.

​—Exacto, no es el camino, pero si está en tu mente que quieres llegar a él, el camino te lleva a él. —Hablo mientras veo el bosque. Todo está en completo silencio.

​—¿Y si yo quiero ir al reino de Erebos, me llevará a él? —Habla y me mira de reojo.

​Niego riendo.

​—No llegarás, porque está del otro lado. Solo te lleva a los lugares de este reino.

​Respondo y veo cómo un grupo de aves sale volando, como si algo las espantara de repente.

​—¡Qué aburrido! Si es mágico y te lleva al lugar que quieres, ¿por qué no te puede llevar del otro lado? ¿O no lo has intentado? —Responde riendo, pero para de repente y mira con advertencia el bosque.

​—¿Qué pasa? ¿Todo está bien, Fayrha? —Pregunto mientras frunzo el ceño y siento escalofríos en toda mi piel.

​—¡¡CORRE, ELYSIA!! ¡¡CORRE!! —Grita Fayrha.



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En el texto hay: amor, oscuridad y luz, reino y destino

Editado: 16.11.2025

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