La Última Llama

Capítulo 1

—¡Es hora de dormir! —grita fuertemente Chloe, la guardia.

Me acomodo sobre mi incomoda y dura camada mirando un punto fijo en el techo. Hace casi diez meses que me encuentro en este maldito lugar. Las paredes humedecidas de color gris se habían convertido en mi casa estos últimos meses de mi vida.

La helada corriente de aire siempre lograba pasar con intensidad sobre aquella pequeña ventana con barrotes de metal a lo alto de mi celda. Incluso la lluvia podría mojarme. Es un lugar tan repugnante que ni siquiera las ratas quisieran estar aquí.

Con el pasar de los días comencé a acostumbrarme a este lugar, que, viéndolo desde otro punto, es un lugar maravilloso para pensar. Tienes todo el tiempo del mundo y no debes preocuparte por nada, a excepción de comer y de acatar las ordenes de las guardias que nos vigilan todo el tiempo.

Ser cautiva de este lugar no ha sido tan malo como pensé aquel día, cuando me dieron mi sentencia. Isaak, mi mejor amigo, siempre viene a visitarme cada día de visita y su presencia siempre me alegra.

Todo este tiempo me ha tenido al tanto de lo que sucede en la vida del idiota de Eleazar, mi estúpido novio. Corrección, exnovio. Por su maldita culpa estoy en este lugar.

Nuestra relación comenzó bien, como la mayoría, pero con el paso del tiempo se volvió frio, distante... simplemente ya no tenía tiempo para mí. Intente llamar su atención en diversas ocasiones, pero siempre fracase. No fue hasta que una noche, dándome por vencida, simplemente quise cocinar por simple distracción, pero siendo sincera, jamás he sido la mejor en crear recetas nuevas espontáneamente.

Aquella noche, me concentre demasiado en preparar algo delicioso para ambos, esperando que al menos quisiera volver a comer en casa, cuando olvide por completo que deje encendidas un par de velas aromáticas dentro de vasos de platico, los cuales, comenzaron a incendiarse sin que me diera cuenta.

Cuando comencé a percatarme del exagerado humo dentro del departamento, me dirigí hacia el comedor —donde se encontraban las velas— y sonreír ligeramente al verlas incendiándose, pensando en mi estupidez de dejarlas en aquellos vasos. Para mi sorpresa y mala suerte, Eleazar llego en ese momento —sin que me percatara del sonido de la puerta abrirse— y me miro sonriendo como una loca al ver las velas incendiarse. Me saco del departamento rápidamente cuando miro como las llamas comenzaban a aumentar y tomaban velozmente los manteles cuadrados sobre la mesa.

En mi nerviosismo y susto, comencé a reírme a carcajadas —sin ser yo consciente totalmente de eso—, lo que solo empeoro las cosas entre Eleazar y yo. Desde ese instante solo me miraba como una loca desquiciada que intento matar a ambos —o eso es lo que dice su demanda—.

Nos fuimos a juicio y para mi suerte, Jordan, hermano de Isaak, fue mi abogo, quien me defendió con uñas y dientes evitando que fuera a parar a un reformatorio psiquiátrico o algo similar. Isaak ha sido mi testigo y ha dicho que el estaba unos minutos antes de que todo se incendiara, además de que declaro que suelo reírme cuando estoy asustada o nerviosa. Sus palabras fueron tan convincentes para el juez que solo decidió darme una pequeña condena de un año en la cárcel. Debo de admitir que Isaak es un excelente actor. Incluso llegue a plantearme en varias ocasiones si el realmente estaba conmigo aquella noche. Pero se perfectamente que no fue así.

Mañana cumpliré diez meses en este maldito lugar y falta cada vez menos para que salga de aquí; y no puede existir una mejor celebración para ello que enterarme que Eleazar se casara justo mañana, con Jenna, quien solía ser mi mejor amiga antes de que entrara a esta pocilga. Isaak ha sido quien me ha mostrado la invitación de su boda, donde sínicamente lo han invitado.

No puedo mentir al decir que no me dolió ver aquella invitación con los nombres de ambos, cuando un día, mientras aun estaba con Eleazar, me llegue a imaginar cómo se vería la invitación de nuestra boda con nuestros nombres grabados juntos. No tenía idea de que ambos mantuvieran una relación desde, incluso, mucho antes de que sucediera aquel incidente en nuestro departamento. Ambos me vieron la cara de estúpida mucho tiempo.

Supongo que para ambos mañana será un día especial y no puedo esperar por que pasen las horas y los rayos del sol pasen por mi ventana. Mañana será un día inolvidable para todos que dudo poder dormir esta noche pensando en esta maldita y perfecta coincidencia.



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En el texto hay: manipulacion, suspenso, venganza

Editado: 12.02.2023

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