La última, Mel.

108

No entendía por qué te habías rendido, no me cansaba de repetir que podríamos haberlo evitado, si tan solo hubiese insistido un poco más en acercarme a ti. 
 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.