- Ya entiendo, por eso sobrevivimos- dice Dayana recapitulando lo que pasó aquel día.
Ya pasaron varias semanas desde la muerte de nuestros amigos, se volvió un caso en las noticias, encontraron sus cuerpos y el lugar calcinado, dijeron que posiblemente era alguien copiando el modus operandi de aquel sujeto, pero nada más se pudo hacer puesto que ya no hubo más asesinatos que seguir, ni pruebas que recolectar, porque no fue un humano quien cometió el crimen, no había sospechosos. Nosotros sabíamos lo que pasó, claro, era de locos y no tenia caso contarlo a las autoridades, aunque nos interrogaron porque casualmente todos éramos amigos y estábamos relacionados, pero no pasó a más, ese día solo salimos de ese lugar, después de eso no volvió a pasar nada anormal.
Si, eso sospecho- estamos en una cafetería los cuatro – según lo que investigo Luis y tomando mis conclusiones, el asesino solo necesitaba seis para cumplir su pacto, no se sabe cuál fue, ni con quién, ya sea con su culto o con algún demonio, pero ese era el precio a pagar, por eso ya estamos a salvo, al menos eso creo, no ha pasado cosas extrañas desde entonces- doy un sorbo a mi café.
- Pero no entiendo como fue que solo ellos – dice Lalo rompiendo su galleta.
- ¿Acaso fue la pluma? Todos ellos se la pasaron entre ellos – recuerda Dayana mirándonos con duda.
- No fue la pluma, creo, fue el lugar donde escribieron su nombre, lo recordé, no es a ciencia cierta, pero, no tengo otra explicación – digo aun pensativa, pues ese día nos marcó a todos – nosotros los escribimos en un árbol más a la entrada, ellos en una roca que formaba la estructura de ese intento de cabaña de piedras, ahí escribía el nombre de quienes eran ofrendas, ¿lo recuerdan? -.
- Si es cierto, no había puesto atención en eso – contesta Dayana tocándose la frente.
- Ninguno de nosotros pensó que pudiera pasar todo esto por ir a un lugar del que solo se decía rumores – la voz de Lalo se noto en cada palabra, como un arrepentimiento – y tanto que nos hablaba Luis para ver -.
- Luis estaba obsesionado con esos temas – le recuerdo, no fue su culpa lo que pasó.
- Al final el asesino logro lo que quería, aun después de la muerte – dijo Julio aun triste por nuestros amigos.
- Halloween y tu cumpleaños no se recordará igual - dice Dayana tomándome la mano como muestra de consuelo.
- Será mejor olvidarlo, aún tengo pesadillas – le correspondo con una sonrisa amarga.
- Creo que todos – me mira a los ojos Lalo igual tomando mi mano haciéndome saber que no estoy sola.
- Tranquilos, seguimos juntos, ya la libramos – Julio une también sus manos con Dayana y pienso que… ya termino, esa fue… la última muerte.
FIN.
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paranormal, terror psicolgico y paranoia, misterio asesinato suspenso
Editado: 13.10.2025