Al cruzar el umbral del cementerio, el aire se volvió frío y pesado. Las sombras de las lápidas parecían alargarse, como si estuvieran vivos. Ana intentó mantener el ambiente ligero, contando chistes y burlándose de las historias. Sin embargo, a medida que caminaban más adentro, la risa se desvanecía y un silencio inquietante se apoderaba del lugar. Una niebla espesa comenzó a envolverlos, y la luna llena iluminaba el paisaje con un resplandor fantasmal.
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esta historia es interesante, está historia es basada en echos reales, esta historia es completamente mia
Editado: 28.10.2024