A medida que compartían sus historias, la figura espectral comenzó a desvanecerse, y el cementerio se iluminó con una luz suave. Ana comprendió que el verdadero horror no eran los espíritus, sino sus propios miedos y culpas. Al aceptar sus errores y buscar redención, los amigos sintieron un cambio en el aire. La niebla comenzó a disiparse, y la figura finalmente desapareció, dejándolos en paz.
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esta historia es interesante, está historia es basada en echos reales, esta historia es completamente mia
Editado: 28.10.2024