La UtopÍa Del Tiempo.

CUATRO: ¡Demonios!

 

El día de hoy no ha ido para nada bien.

Al menos estoy agradecida de que no me tenga que preocupar por las clases ya que son exactamente iguales a las que ya tuve.

Asa no había aparecido después de eso. Para ser sincera no sé si sea buena idea estar acostumbrándome a su cercanía.

Ni siquiera quiero comer, y no es porque mis ánimos no me lo permitan, sino porque son las mismas remolachas del viernes pasado, las desteto.

Jamás pensé que algo así sea posible, nunca, ni siquiera pasaba por mi mente que algo así existiera de verdad.

Viajar en el tiempo es algo que ni los más grandes científicos han podido realizar hasta ahora, o por lo menos es lo que sabemos hasta el momento. Si bien en internet hay videos de cientos de "viajeros en el tiempo", en ninguno de los casos se ha podido comprobar la veracidad de aquellos. Inclusive se han hecho millones de teorías, películas, series, animaciones y hasta libros de todo tipo basados en este tema, pero siguen siendo lo mismo que siempre, ideas que aún no se han podido confirmar del todo.

Ahora mismo no sé que pensar sobre eso. Si bien los viajes en tiempo suelen ser relativos, tienen un denominador común; que del mismo modo que arriesgamos nuestra propia existencia, arriesgamos la de los demás.

Si bien he visto a Asa hacer cosas sorprendentes, incluso superando los mismos limites de la comprensión humana, jamás pensé que esto podría ser capaz, y mucho menos que yo sea la que lo haya realizado.

No sé muy bien como funciona todo esto, pero puedo decir lo que hasta ahora he podido percibir. Primero; mi cuerpo sufre alteraciones en su sistema, como vómitos, mareos, ganas de ir al baño más de lo normal y dolor de cabeza. Segundo; pasan exactamente las mismas cosas que vi con anterioridad; quiere decir, que ningún momento sufre alteraciones de ningún tipo. Y tercero; la linea temporal es muy sencilla, normalmente pensaríamos que el tiempo tiene cientos de probabilidades, por ejemplo las cosas que cambian según la decisión que tomas, y hasta lo que he podido apreciar, es verdad. Algunas decisiones que he tomado han cambiado mi futuro de una manera sorprendente, eso quiere decir que tengo cientos de probabilidades futuras, pero al fin y al cabo, un solo futuro.

Ahora mismo no tengo ni la menor idea de como será mi futuro, ya que a pesar que cambié una cosa, hubo un cambio colateral. Quiero decir, que aunque solo hice una cosa diferente, varias cosas que no tenía planeadas pasaron, cómo lo que ocurrió con Holly y el profesor Davis, la conversación que tuve con Fhinneas, o hasta mi caída de culo en frente de Asa.

Aún tengo preguntas que hacerle a Asa de lo que puede o no hacer, ¿Cuáles son sus límites?. Si bien sé que él es un misterio muy difícil de creer, también sé que todo lo que concierne a él es tan verdadero como sorprendente.

—Oye, ¡Hall! ¿estás bien?

Sacudí mi cabeza apartando todos mis pensamientos por el momento.

Ally me miraba con el ceño fruncido tratando de descifrar lo que me pasa.

—¿Mhum?

Soltó un suspiro.

—¿Estás bien?—volvió a preguntar relajando su expresión.

—Sí, todo bien—tomé un sorbo de jugo de naranja en cajita—. ¿Por?, ¿pasa algo?

—Por nada en especial en realidad—cruzó los brazos apoyándolos sobre la mesa—. Solo que estabas perdida. Te llamé cientos de veces y no me registrabas.

—¿Al celular?—pregunté sacando el aparato para descifrar si era verdad.

Resopló entre risas.

—No, Hall, te estaba llamando ahora mismo, por tu nombre—sacudió su cabeza en negación—. Cada vez pareces más perdida.

—Lo siento, solo pensaba—me excusé.

—Siempre me dices lo mismo y cuando te pregunto en qué, dices que en nada—entre cerró los ojos acercándose a mí—, ¿qué me ocultas?

—¿Yo?

Asintió con la cabeza obvia, continué.

—No, nada, nada—negué moviendo la mano derecha.

Relajó su vista volviendo a su posición.

—De por si siempre pareces perdida en tu cabeza, pero desde que fuiste a esa fiesta, que por cierto, no me llamaste para acompañarte—recordó—. Estás más perdida.

Cierto, pero creo que no hace falta aclarar el porqué lo he estado, ¿verdad?

—Lamento no haberte avisado, pero en mi defensa, yo me enteré el mismo día, además que me distraje y no pude avisarte.

—¿No pudiste o no te acordaste?

—Ambas.

—Bueno, bueno—restó importancia—, ¿pero algo pasó que no me hayas dicho?

—La verdad, no—tomé otro sorbo de jugo—. Estuve sentada en una banca toda la noche, conversé un rato con esa chica...—me detuve intentando recordar su nombre.

—Julietta—completó.

—Sí, ella—chasqueé los dedos recordando nuestra conversación—. Me contó sobre lo que le pasó con Daniela. Sí te lo dije, ¿cierto?

—Sí, me lo dijiste—tomó un poco de su jugo de manzana en cajita—. Como también me dijiste sobre tu conversación con Fhinneas y que te fuiste sola a casa, con lo cual no lo vuelvas a hacer, no quiero que te pase nada malo.

—Vale, vale, no lo vuelo a hacer.

—¿Lo prometes?

—Lo prometo.

Sonrió de manera encantadora.

—Vale, pero eso no quita el hecho de que estás muy distraída.

—Si te dijera, creerías que estuve ebria.

—¿Tomaste?—preguntó extrañada.

—No.

—Entonces no creeré eso.

Suspiré, pensando.

—Pero eso significa que pasó algo, ¿cierto?—continuó.

A Ally la conozco hace dos años, cuando se transfirió a nuestra escuela. Ella no es de aquí, su familia al igual que ella son Australianos.

Comencé a hablar con ella ya que el director me pidió que le diera un recorrido por la escuela y le enseñara como funcionan las cosas aquí.

Era la primera vez que hacia un recorrido, así que estuve demasiado ansiosa, pero ella era tan alegre y fácil para abrir una conversación que me sentí muy cómoda a su lado.




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