Capitulo III: Anne-Claire Masson (Arco I: Doscientos Años Después)

Los vampiros por siglos han convivido con otros seres ya sean licántropos, espectros, gárgolas, seres de pesadillas oculto del mundo e incluso brujas, estos últimos han estado en contacto principalmente manteniendo ciertos tratos pero la mayoría de los vampiros prefieren mantenerse invisible al interior de las sociedades humanas desean llevar una existía pacifica en vez de ser perseguidos como en tiempos antiguos pero las brujas han deseado su poder desde tiempos inmemorables.

(Lunes, residencia de Vincent Lancaster).

-Un nuevo amanecer-bufo Morgan viendo como lentamente los escasos rayos del sol, iban abriéndose entre las nubes pero estos en su mayoría solo se filtraban hasta cierto punto.

A pesar de ser una vampiresa podía moverse en ciertas condiciones climatológicas, fácilmente aquel día podía colocar un pie fuera para conocer el mundo exterior pero necesitaba saber lo que sucedía en el mundo moderno. Luego de alejarse de la ventana se deslizo nuevamente hacia las habitaciones de su hogar, en su mente trataba de asimilar este nuevo mundo como aquellos aparatos denominados electrodomésticos.

Vincent Lancaster le explico durante el día sábado como domingo, sobre el mundo moderno. En otras palabras quedo completamente asombrada a pesar de tratar de negarlo, todo había cambiado en los últimos años ya sean sucesos históricos, guerras, avancen en diversas áreas, invenciones, ciertos altercados entre figuras publicas provocando grandes cambios en la humanidad, en palabras más sencillas para ella fue un mundo completamente extraño y dispuesta a descubrir.

Cuando estuvo frente a las escaleras solo necesito dar un pequeño paso y enseguida estaba en la segunda planta de la residencia, se deslizo como una sombra hacia la segunda habitación de la derecha penetrando con suma facilidad materializándose a los pies de la cama, esbozando una sonrisa traviesa transformándose nuevamente en una sombra parecida a una sabana negra.

-Es tiempo de despertarlo-se dijo mostrando los colmillos.

Morgan se mezclo entre las sabanas mientras Vincent continuaba durmiendo en ocasiones balbuceaba ciertas palabras completamente incomprensible. Ella solo se acomodo a un lado conteniendo esa risa juguetona que le caracterizaba.

-¡Tiempo de despertar…..Herr Lancaster!- clavando sus colmillos en él.

(En el corazón de New Hope).

Anne Claire Masson era una mujer menuda de cabello castaño rojizo, piel morena, de ojos verdes siendo lunes por la mañana eligió vestir una camiseta color rojo ladrillo, pantalones negros, botines y una chaqueta de cuero. Incluso llevaba dos anillos en su mano derecha, una pulsera en su muñeca izquierda hasta un par de gafas de marco delgado sobre su cabeza.

Tras un rápido desayuno en el hotel se encontraba en las afueras de dicho lugar, llevando un bolso sobre su hombro derecho revisando una lista escrita con su puño y letra encaminándose hacia su primera parada.

-Iré a la biblioteca para empezar.

Había llegado solo hace un día a New Hope, pero desde en el momento en que puso un pie en la ciudad, una extraña presión percibía como si algo muy oscuro y ajeno al ambiente de la ciudad invadiera todo el lugar.

-Maldita sea-se dijo. –Me da asco es muerte mezclada con dolor, furia y desesperanza.

En cambio los habitantes de la ciudad que realizaban sus vidas cotidianas apenas parecía afectarle esa extraña atmósfera. Anne-Claire continuo su camino descendiendo un par de calles hacia el sur antes de avanzar se detuvo de golpe en el aparador de una tienda de antigüedades estudiando los objetos por unos minutos.

-Este lugar-recordando su exploración por la pagina oficial de la ciudad. –Antigüedades Lancaster-se dijo.

En el aparador de la tienda se percato de cierto objeto recordando su niñez en la Francia de finales del siglo 19. Particularmente en aquel pequeño pueblo donde nació y se crió con la sola compañía de su madre, era una pequeña casa ubicada en los límites del lugar.

-Una lámpara de aceite, se parece bastante-esbozando una leve sonrisa continuando en su camino. –Estúpidos campesinos- mordiéndose el labio inferior.

A pesar de ser una bruja y perseguida en la Francia del siglo 19 pudo escapar hacia otros lugares de Europa, gracias a sus hermanas de la cofradía recorrió diversas naciones como Italia, Austria, Rusia e incluso llego hasta medio oriente en sus años de juventud, en los primeros años de la guerra mundial se mudo hacia Sudamérica, llegando en el año 1916 a Valparaíso, Chile. En 1920 migro hacia Europa una vez más, siendo su destino Bélgica entrando en contacto con algunas brujas en la región. Años más tarde con el nazismo comenzando a verse como una amenaza se retiro a Inglaterra y al año siguiente Norte América residiendo en los territorios de Luisiana por varios años antes de emigrar hacia Canadá.