La Vampiresa de la Avenida Saint-Bartholomew Nº 13

Capítulo XVI: Encanto Natural (Arco II: Una Sombra Sobre New Hope)

Nota del Autor:

Hola lectores, debo reconocer que ha pasado algo de “tiempo” y bueno… así son las cosas pero he estado más que nada dedicado a mis estudios y finalizando una parte importante de mi educación universitaria. Creo que comprenderán cierto retraso y mi trabajo en línea por la actual situación mundial.

Digamos que esta inactividad me ha servido bastante para replantear ciertos argumentos en cada una de mis historias y todo eso. Hablando de Morgan,  ya tengo completamente visualizado la siguiente actualización y tendremos dos capítulos publicados para las siguientes semanas.

Ahora veremos el título “Encanto Natural”, el siguiente título es “Los Geary” y próximamente a la publicación mencionada viene “Obsesión Siniestra”.  Tendremos bastantes avances en las siguientes actualizaciones.  Y debemos tener dos conceptos a futuro como parte del tercer arco argumental.

Sin mayores palabras comenzamos:

                                          

Los Algonquinos:

Son un grupo de pueblos nativos procedentes de Canadá, Estados Unidos y el Norte del Estado mexicano de Cohaluia, hablan las lenguas Algonquians donde incluso su cultura y lingüística están sumamente relacionadas. Existen varios grupos siendo los más prominentes, los Odawa y los Ojibwe.

También podemos sumar a los Kikapú, los Pies Negros o los Innu. Los Algonquinos nativos de Ontario y Quebec, donde se encuentran mayormente concentrada la etnia. Actualmente la denominada capital étnica resulta ser Quebec, Canadá.

En cambio, los Algonquinos de New Hope –Canadá y parte del desarrollo de la historia– están estrechamente relacionados con los Algonquinos de Quebec, siendo primos-hermanos por decirlo de alguna forma.

El Wendigo:

Es el nombre otorgado a un monstruo del folclore de determinados pueblos nativos americanos y principalmente por los Algonquinos. Existen diversos relatos del origen de este ser pero el más común es sobre:

“Un cazador que se perdió en el bosque y fue maldecido por consumir carne humana”.

O en otras versiones:

 “Un hombre da muerte a su amada por cometer adulterio, por tal acto. El hombre deseando tener venganza prueba el corazón de su amada y por tal acto fue convertido en una bestia”.

Otros afirman que el “Wendigo” simboliza los males propios del hombre blanco. O en otras palabras la glotonería, avaricia y codicia.

El Wendigo aparentemente reside cerca del Lago Ontario (Ontario, Canadá) y suele viajar con el viento, buscando a su siguiente presa. Suele tener una estrecha relación con Ithaqua o conocido como el Dios de la Nieve, el Viento Caminante o el propio Wendigo. Existe incluso una enfermedad  con el nombre Psicosis por Wendigo.

Existen dos obras primordiales en relación al Wendigo: El Wendigo de Algernon Blackwood e Ithaqua de August Derleth.

                             

Desde Vincent…

–¡¿Donovan?!– pregunto.

Donovan Hopkins lucía implacablemente un traje color azul rey, un chalequillo azul oscuro, camisa blanca, corbata negra y un par de zapato de charol que en lo personal, le parecía algo excéntrico por parte de su amigo y jefe directo.

Donovan daba pequeños sorbos a su café y uno que otro bocado a un croissant relleno con mermelada.

–¡Si, deseas puedes decirlo!– replicó Vincent Lancaster. A diferencia de Donovan, vestía una musculosa holgada de color azul petróleo, una sudadera gris con capucha, gabardina de color negro, pantalón de mezclilla ajustado y un par de botas con agujetas… vestimenta medianamente sobria para el interior de la firma de arquitectos pero pésima elección para una importante reunión de negocios con la alcaldía de la ciudad o en este caso con el honorable señor alcalde. –¡Maldita sea, Donovan!– dijo.

–¡Hombre!– replicó Donovan. –Hoy tenemos la reunión con el alcalde de la ciudad. Se te ocurre en este preciso día…venir con esa ropa– señaló a Vincent.

Lancaster se estudio por unos segundos y dijo:

–Hace la propuesta sin mí.

–Vincent, eres el mejor elemento junto a Isabel en mi firma. Al menos una camisa y zapatos café serían una buena elección para una reunión con el alcalde– replicó él.

–¡El alcalde es un idiota!– contesto.

El resto de los clientes del concurrido Café a pocas calles de la oficina perteneciente a Donovan. Tan solo escuchar aquel "comentario" surgieron ciertas opiniones o miradas con algo de reproche. Él ni se inmuto por tales gestos o palabras en voz baja.

Solo daba entender su opinión personal sobre el alcalde de la ciudad. Donovan prefería centrarse en lo realmente importarte.

–No es necesarios ponerte… irritable– dijo Donovan, intentando llevar un conversación civilizada y amistosa.

–Solo estoy algo cansado, Donovan. Trabaje en la presentación y afinando detalles… la ropa es un detalle– dijo Vincent. –Saldrá bien…




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