Ya era por la mañana y tenía que ir a la escuela.
Ya estoy en último año y me falta una semana para salir de aquí para siempre. Como es lunes y los lunes me da flojera decidí ponerme unos leggins que me llegan un poco más debajo de las rodillas negros. Una camisa blanca manga corta que me llegan más o menos por los muslos. Un suéter color vino por encima de la camisa haciendo que la parte de abajo de la camisa se note. Mis converse negros altos y una trenza de Espiga como peinado de lado y nada are maquillaje. Baje con mi mochila para desayunar algo rápido ya que por las mañanas no me da mucha hambre. Me hice una batida y espere a que llegará el autobús. Cuando llegó el autobús me monté con mis audífonos puestos.
El autobús puede ser el peor lugar de este mundo.. incluso peor que la escuela. Yo tengo dos reglas muy importantes para no perder mi dignidad en el autobús.
La primera es cuidado en donde pisas. Al entrar hay que estar muy pendientes para no tropezar con pies, mochilas y otras cosas. Si te tropiezas y caes serás el blanco de burlas por lo menos por una semana.
Y la segunda si no tienes con quien hablar mejor ponte los audífonos ya que no sabes de que cosas te puedes enterar y tener un trauma.
Ya estaba en la escuela y no... no pasó lo típico de que tus amigas están en la escuela esperándote. Al verte gritan y te preguntan cómo estás. Yo simplemente entró y me encamino a clases. Al llegar al salón me siento y me pongo a revisar mis redes sociales. Luego de media hora suena el timbre y entran los estudiantes.y yo me quito los audífonos y sacó los materiales para atender al maestro.
Así es en todas las clases y en el almuerzo.