La venganza de la mejor amiga

Capítulo 7

El ruido a nuestro alrededor es ensordecedor, pero esto parece no molestarle a Débora quién va por tres chupitos y la sonrisa de su cara no se borra.

—¡Oye!—Grito llamando su atención —¿Estás segura que ésta chica trabaja aquí?.— Asiente dándole otro trago a su bebida haciendo una mueca rara con su cara.

Si no lo han notado, nos encontramos en un bar llamado "Las chicas de Joé" porque según Débora la otra chica que nos ayudará con el plan "La venganza de la mejor amiga" trabaja en este lugar los fines de semana, en varias ocasiones intentamos localizarla en la universidad, pero sin ningún éxito, y como dice un dicho por ahí "Si Mahoma no va a la montaña, la montaña viene a Mahoma" lo que me hace preguntarme ¿Qué haría Mahoma con una montaña?

Está bien, no nos desviemos del tema.

El caso es que no nos quedó de otra que buscarla en este lugar, que más que un bar parece un prostíbulo, Valery se encuentra frente a mí con una copa dándole pequeños sorbos de vez en cuando, y no parece importarle nada de lo que ocurre a nuestro alrededor, Débora se encuentra en la misma situación, hasta creo que ya está borracha. La que parece no estar muy cómoda es Nathaly, nuestra nueva aliada.

 

—¿En serio no vas a tomar nada?—Le pregunto a Nathaly, la chica del centro de yoga quien después de explicarle nuestro plan decidió apoyarnos.

—¿Cuántos veces me preguntarás eso?—Pregunta de vuelta—Para tu información si estoy tomando—Levanta su vaso en mi dirección.

—¡Por Dios! Estamos en un bar, deja tu bebida para niños de Kínder, y tomate algo para adulto—Le señalo nuestras bebidas.

—Estoy bien así —Se encoge de hombro. Y a todas estas su bebida consistía en un jugo de frambuesa ¿Que bar que se respete tiene jugo de frambuesa? Al parecer "Las chicas de Joé"

Decido dejar de molestar a Nathaly, y me dispongo a observar el lugar, unos minutos después todas las luces se apagan dejándonos a oscura por unos instante, luces de neón en colores se encienden en una pequeña tarima que hasta ahora no he notado, una música sensual sale de los altavoces, y las exclamaciones del género masculino no se hacen esperar.

Débora aplaude con euforia señalando hacía el escenario.

—Ahí está —La emoción en su voz es notoria, puedo asegurar que su borrachera es seria, el brillo que desprenden sus ojos la delata.

Todas observamos en la dirección que señala.

—Y con ustedes "Maleficent" —Grita un hombre barbudo por el micrófono.

Una espectacular rubia sube al escenario y comienza a mover las caderas al ritmo de la música, agita sus brazos pasándolo por todo su cuerpo en una sincronía espeluznante.

—Si fuese lesbiana, sin duda me caso con esa mujer—Digo ligeramente impresionada por lo que veo. Una tos falsa hace que vuelva a la realidad.

Débora me mira divertida, los ojos de Nathaly parecen salirse de su cuenca, y el ceño fruncido de Valery me hace ver que no está muy contenta con lo que dije.

—Sabes que no es cierto—Le digo a mi amiga—En todo caso ella sería mi amante, tu siempre será la oficial —Sonrío y ella me devuelve la sonrisa.

—¡Oye! ¿Qué pasa contigo?—Exclama Débora, volvemos nuestra vista a ella, su rostro está rojo tanto por el alcohol como por el jugo que Nathaly acaba de escupirle en la cara.

—Lo siento, lo siento—Dice apurada tomando una servilleta para ayudarla a limpiarla. Valery y yo intentamos controlar la risa, al final no lo conseguimos y estallamos en carcajadas. Está chica tiene que acostumbrarse pronto a nuestro grupo o le dará un paro cardíaco cada vez que digamos algo que la impresione. Me pregunto cómo Josh Mathew puedo haber salido con una chica tan inocente como ella, cuando él es Lucifer Junior.

Tres horas más tarde Nathaly está dormida sobre la mesa y Valery sobre ella, Débora se encuentra en la pequeña pista de baile meneando su cuerpo como si la tuvieran torturando.

Yo sigo en el mismo lugar esperando a la famosa "Maleficent" y como si la hubiesen invocado aparece en nuestra mesa.

—Espero que sea muy importante lo que tengan que decirme—Saluda. Vaya que es simpática la chica—Estoy muy cansada y no estoy para soportar más idioteces que la de los ebrios de la noche.—Determina. Le hago seña a Débora, Ésta me ve y viene hasta acá.

—Malditos tacones —Farfulla con enojo la chica a mi lado—Entonces ¿vas a decirme para que te soy útil? —Pregunta.

—Josh Matthew—Dice Débora a mi lado.

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En el texto hay: venganza arte celos humor

Editado: 05.10.2019

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