Ninguno de los tres durmió.
Luego de haber estado inconsciente por setecientos años, lo que menos tenía Sol era sueño, así que no tuvo problemas con quedarse despierto toda la noche. Luna y yo, sin embargo, estábamos agotados, ella muchísimo más que yo. Aparte de nadar para buscar a Sol en el lago y la larga caminata hasta el claro, no había tenido que hacer mucho. Luna, en cambio, ayudó a Einar a detener a Dix, luchó contra él, y eso le pasó factura durante la noche.
Ni ella ni yo queríamos quedarnos dormidos, no sólo porque no queríamos perder de vista a Sol ahora que está desatado, sobre todo porque él mismo nos instaba a dormir al vernos bostezar, sino por culpa de un peligro del cual él no era consciente; Kot sigue ahí afuera, y aunque Luna no mencionó el tema en absoluto, sé que los dos estamos pensando en lo mismo.
Cuando estábamos en el claro Luna ordenó a Dix que le dijera en dónde estaba Sol, y él se negó. Se negó porque respetó la orden de Sol. ¿Qué pasa si, mientras duermo, Kot decide acercarse?¿Qué pasa si Luna le ordena dejarme en paz y él se rehúsa, igual que lo hizo Dix? No hay ninguna garantía con Sol. Si Kot se presenta, no sé qué hará él, pero algo me dice que lo más probable es que se haga a un lado. Después de todo me ha conocido por menos de veinticuatro horas y para él sólo soy la pareja de Einar. Le causé curiosidad, sí, pero nada más, y si algo me pasara él siempre puede correr antes de que Einar aparezca, sé perfectamente que si ese fuera el caso eso mismo haría Luna; correr.
No me arriesgué a quedarme dormido, y Luna, por alguna razón, tampoco. Si Kot decide acercarse, me defenderé a mí mismo lo mejor que pueda, pero no moriré sin dar pelea.
Varias veces durante la noche me planteé hablar con Sol y decirle la verdadera razón por la cual nos molestamos en ir a buscarlo, pero me contuve. No lo conozco, no sé cómo reaccionará, y la verdad es que no quiero hablar con él sobre eso sin Einar para rellenar mis espacios en blanco. Hay muchísimas cosas que me he perdido por estar inconsciente, o por no prestar demasiada atención, o incluso porque las cosas sucedieron tan rápido que ahora me es difícil recordarlo con exactitud. Decidí esperar a que Einar volviera para que podamos enfrentar esto juntos, independientemente de lo que suceda cuando él vuelva. Algo me dice que no tendrá éxito, y que sólo hará enojar a Muerte y a Luz sin más.
Para cuando la luz del amanecer comenzó a ser visible en el horizonte, Luna estaba sentada en el suelo y apenas y era consciente de lo que sucedía a su alrededor. Mientras, hace por lo menos media hora que camino en círculos sin alejarme demasiado de Sol, que no despegó la mirada de mí ni por cinco segundos.
Finalmente, luego de un buen rato se dignó a decirme algo.
— ¿Qué estás haciendo?
— Estoy caminando.
— ¿Por qué?
— Porque tengo sueño y no quiero quedarme dormido — Gruñí con brusquedad.
Pasé por su lado sin mirarlo.
— ¿Por qué no quieres dormir?
— No quiero y ya — Zanjé.
Por algunos minutos Sol no me dijo nada más, lo cual me permitió relajarme y distraerme un poco... Hasta que volvió a abrir la boca.
— Te llamabas Kennet, ¿No? — Solté un leve sí entre dientes. — Bueno, Kennet, no soy estúpido.
Fruncí el ceño, todavía sin mirarlo. — No comprendo a qué te refieres.
— Hay algo que tú y Luna no me están diciendo.
— No me digas — Ironicé.
Rodeé un roble y volví sobre mis pasos.
— ¿Qué es lo que no me están diciendo?¿Por qué ni tú ni ella quieren quedarse dormidos?
Miré a Luna, por curiosidad, y la descubrí durmiendo sentada. La ignoré.
— Lo sabrías si hubieras dejado que Einar te explicara cuando intentaste irte.
— Lamento haberlo ignorado — Su disculpa se escuchó sincera, pero no me volteé a verle el rostro. —. Creo recordar que mencionó necesitar mi ayuda, ¿Podrías decirme tú a qué se refería?
Guardé silencio mientras formulaba mi respuesta, detuve mis pasos y me acerqué a un pino cercano para apoyarme en él.
— Preferiría dejar que él lo explicara, en realidad...
— ¿Por qué? — Indagó.
— Porque yo no tengo todos los detalles — Le confesé. —, explicarte por qué necesitamos tu ayuda implica contarte también un recuento de varios sucesos de los cuales yo no tengo plena consciencia, y quizás olvide detalles importantes... Sin mencionar que no sé si estés dispuesto a ayudarnos al saberlo, y yo solo no sería capaz de convencerte si te negaras.
— Muy bien — Espetó, se puso de pie. —, te prometo que...
Sol no pudo terminar la frase.
Antes de que pudiera acabar lo que fuera que intentara decir, a algunos metros de distancia Einar cayó sobre la tierra con un estruendo. Su rostro está lleno de moretones oscuros y cortes, su caello revuelto y su ropa mucho más destrozada de lo que ya estaba cuando se fué. Corrí hacia él antes de que cualquiera pudiera detenerme y me arrodillé frente a él en el suelo, tomé su rostro entre ambas manos y lo obligué a mirarme.
Se me cortó la respiración.
Los ojos de Einar irradian una luz naranja espeluznante, su cuerpo está inerte y no tiene expresión alguna en su rostro. Comencé a llamarlo por su nombre y a sacudir su cuerpo, pero no obtuve respuesta.
A mis espaldas escuché la exclamación de sorpresa de Sol en cuanto vio su estado mientras se acercaba.
Lo siguiente que supe fue que Sol estaba gritando mi nombre, e inmediatamente después sentí un brazo rodeándome y tirando de mí lejos de Einar mientras tapaban mis ojos por completo y me impedían ver a mi alrededor. No luché, me limité a cooperar y mover las piernas para que quien me había sujetado, suponía que era Sol, pudiera alejarme con facilidad. No pude hacer nada más.