Un enorme rayo de luz chocó con la frente de Wun, los sonidos ajetreados de los demás inundaban el lugar. Se levantó rápidamente al sentir una mano en su hombro
-Tranquilo, soy yo Arjan- exclamó -Drini nos trajo aquí hace poco, pero tú dormías como roca, tuve que despertarte, será mejor que me agradezcas después de los combates
-¿Empezarán ahora?
-Así es
-¿Dónde están Dua y Bok?
-Ya fue su turno, son combates en parejas, es por eso que te desperté
-Está bien, supongo que sabes luchar
-Bien, entonces vamos a pedir nuestro turno
-Que, no nos llamarán
-Claro que no, tenemos que pedir un turno, entre más al inicio sea es más probable que luches contra fuertes, pero al final los generales estarán cansados o habrán escogido suficientes, si queremos tener un lugar alto debemos de ir ahora
Arjan espero en una fila por su turno, Wun comenzó a pensar en una estrategia, ayer Arjan le dijo que su hechizo especial era la velocidad, en ese caso Wun podría inmovilizar a los oponentes mientras Arjan los ataca. De repente las puertas se abrieron, Arjan llamó a Wun y ambos entraron a un lugar enorme
-¿Es nuestro turno?
-Pues claro, gracias a unos amigos conseguí este turno
La arena de batalla era un enorme edificio resplandeciente como el oro, en su parte superior había un balcón, ahí se encontraban los 3 generales, Wun recordó las palabras de Gowan sobre cuidarse de la mujer, sin embargo, en ese momento no le importaba, el quería su venganza contra Lijan y si no se convertía en un soldado de élite entonces no lo lograría. Apareció entonces Drini, llevando la pereza de siempre
-Bien, vamos con los que siguen, déjenme ver- dijo mientras revisaba algunos documentos -Wun y Arjan contra Rena y Arber
-¡Empiecen yá!- Gritó impaciente la mujer que tanto asustaba a Gowan, al hacerlo su figura escapó de las sombras y reveló su rostro, cubierto de marcas negras con un patrón similar al de las ramas de un Árbol. Wun se detuvo un momento para analizarla, aún no podía creer que Gowan, siendo un Dios, le temiera a una simple mujer. La atención de Wun se desvío rápidamente a la arena en cuanto entraron sus rivales. Rena era la mujer del insecto gigante y Arber parecía ser uno de los que la acompañaban
-Bien, comiencen- exclamó Drini antes de desaparecer
-Mira Arjan, primero hay que descubrir su fuerza, después veremos cómo vencerlos- dijo Wun
-Bien- respondió Arjan
Ambos se lanzaron contra sus oponentes, Drini sacó una espada que tenía, los generales nunca dijeron hasta que punto podían pelear, así que decidió ir preparado.
Rena no tardó en invocar a una de sus criaturas, solo que a diferencia de la anterior vez, no era un insecto. Wun fue directamente hacia ella y pudo observar frente a el a la magnífica bestia. Un ser del tamaño de un elefante, con el cuerpo de un Pangolín, los cuernos de un toro, las garras de un oso y la punta de la cola repleta de espinas. Su cráneo, expuesto en su totalidad, le propinaba un aura horripilante.
La criatura atacó a Wun, este lo esquivó fácilmente, sin embargo Rena apareció y le ensesto un golpe.
Arjan decidió ir contra Arber, este al verlo activo su hechizo especial, una táctica muy arriesgada, movió sus brazos y frente a el apareció un escudo repleto de símbolos antiguos. Tras eso, Arjan decidió desviar su ataque a la derecha, se movió rápidamente y le dió, al menos eso pensó, porque unos segundos antes el escudo se había movido para detener el ataque.
El hechizo especial conocido como escudo de oro consistía en una enorme barrera que protegía a su portador de manera autónoma, su poder defensivo es tan alto que está catalogado como uno de los 10 grandes hechizos.
Wun se sorprendió, a pesar de que la pelea estaba iniciando, ambos habían utilizado sus hechizos especiales, algo así no era común, debía de tener cuidado.
Rena no se detuvo, continúo atacando a Wun, él por su parte evadía los ataques sin usar hechizos, Rena aprovechó y le lanzó un rayo de energía, Wun intento evitarlo, sin embargo este lo alcanzó y le daño el hombro.
La batalla estaba en un punto crítico para ambos, Wun había sido dañado y Arjan no podía siquiera tocar a Arber, a pesar de eso aún tenían un as bajo la manga, de manera casi sincronizada los dos activaron sus hechizos especiales.
Arjan comenzó a moverse a una velocidad increíble, sus ataques eran tan rápidos que poco a poco el escudo no fue capaz de detenerlos. Esa era la debilidad del escudo de oro, Wun no hubiera podido hacer nada ante él, pero gracias a Arjan ya no era un problema.
Rena no fue un problema, Wun invoco a sus sombras e inmovilizó al monstruo que había invocado, haciendo uso de la energía vital que guardo logró aplastarlo.
Rena decidió luchar cuerpo a cuerpo, le dió un golpe a Wun, pero él le regresó dos con ayuda de sus sombras, luego la estrelló contra una pared y la atacó con una enorme sombra para dejarla inconsciente.
Arjan siguió atacando hasta que el escudo desapareció, la energía vital que este consumía se había vuelto más alta para frenar a Arjan, al ver eso Wun se lanzó también y ambos atacaron con todo lo que tenían.
Con ambos enemigos inconscientes, Wun y Arjan se declararon ganadores, Drini apareció de nuevo y los transportó a los dos a una gran habitación con los otros ganadores, después de eso les dirían la división que los escogió.