Intento poder comprender que carajo dijo pero no tuve tiempo de poder asimilar sus palabras cuando nuevamente me empezó a atacar de una manera veloz que apenas tuve la habilidad de poder ver sus movimientos e incluso de ver como varios de ellos estaban cargados de fuerza como velocidad que si no hubiese entrenado en todo este último año, a este paso creo que ya estuviera siendo pisoteado como un insecto.
Poco a poco descubro que estoy peleando con un hombre lobo, quien ya ha sacado sus garras y he podido ver como sonríe a través de esos dientes enormes como filosos; sin embargo, no puedo decir que se trata de un licántropo cualquiera porque se puede ver que es superior a mi fuerza a pesar que creía que mi entrenamiento se volvería ilimitado con mis nuevas destrezas, pero a través de esta batalla, es cuando percibo que estoy ante un demonio que no puedo medir ni su fuerza, habilidad y conocimiento en luchas.
— ¿Solo te defenderás? ¿No intentarás atacarme? —Dice presumiendo de sus habilidades.
Está claro que lo he llegado a atacar, pero mientras mis manos lo golpean en alguna parte de su cuerpo, es como si estuviera tocando un metal duro del que no recibirá daño; comienzo a frustrarme a punto de que me molesto de no encontrar un punto débil; pero a pesar de ello, intento recordar las lecciones que Keren me daba todo el día, en donde mencionaba que entre más descontrolaba mis emociones, menos iba a concentrar mi mente en mis ataques; fue así como respire profundo, solté el aire de mis pulmones y de un fuerte ataque, lo golpeé en su abdomen, haciendo que por fin, sintiera una parte semi humana de él ocasionando que se alejará apenas unos centímetros de mí.
— ¿Es lo que apenas puedes hacer? —Se mofo de mí. —Antes eras más fuerte.
No tengo idea de que se está refiriendo, pero de igual manera, no quiero pensar mucho en ello porque solo ocasionará que me desconcentre y pierda mi primer objetivo que es atacarlo hasta no poder más. Otra vez me pongo en guardia con la finalidad de esperar a que sea el primero que se me acerque, se recompone a punto de que su espalda se irgue y estira los músculos de su cuello a punto se escuchar el crujido proveniente de ellos; sus ojos empiezan a cambiar de color provocando que se vean como un lucero rojo a través de la oscuridad de la noche, su sonrisa se alarga de oreja a oreja y veo como nuevamente, a paso lento se va acercando.
—La última vez, fue sencillo eliminarte… —enarque la ceja —Ahora, veo que has mejorado, pero eso no quiere decir que, no lo logre… Otra vez.
—No sé de qué hablas —farfulle.
—Es cansado repetirte en cada reencarnación que eres un guerrero de élite al que debo de destruir —se acaricia la frente.
— ¿Reencarnación? —Su gesto cambia a uno frustrado.
—Olvídalo… —Dice irritado. —No tiene sentido darte explicaciones cuando te asesinare.
Corrió muy rápido hacía mí logrando que me derribará hacía el suelo, pero no le permití que me rasguña en alguna parte del cuerpo cuando con mi rodilla lo golpeé en su estómago, además de eso, me retire de mi lugar para agarrarlo del brazo y ponerlo en su espalda para darle un golpe con mi codo que casi logro que caiga al suelo.
Un gruñido proveniente de él, me hace saber que se ha molestado por mi imprevisto ataque, por lo que soltándose de mi agarre, se levanta e intenta golpearme el rostro con su codo, el cual, tuve que sujetarlo con una de mis manos, mientras que la otra, detenía el movimiento de su pierna que pudo haberme dado en mis caderas haciendo que perdiera el equilibrio; nos miramos a los ojos a punto de que ambos nos empezamos a atacar al mismo tiempo, donde a pesar que recibía una parte de mis golpes, al final, él fue quien tuvo más la agilidad de regresármelos con más intensidad.
Agarro el cuello de mi camisa y quiso tirarme muy lejos, pero cuando medio volé por los aires, pude recobrar el movimiento de mi cuerpo para caer en el suelo sin hacerme daño; está vez, dio un fuerte golpe en el pavimiento haciendo que se vibrará al grado de que tuve que poner mis manos en el piso; fue entonces que di un salto para poder golpear su rostro con mi pie, pero en vez de eso, él también dio un salto que hizo que ambos recibiéramos el mismo ataque ocasionando que la gravedad nos llevará pronto al suelo.
—Eres un dolor de colmillo sin lugar a dudas —se quitó la sangre que empezó a resbalarse por la comisura de sus labios.
Me sostuve el brazo izquierdo al instante que empecé a levantarme, vi como mi mano derecha se cubría de sangre ocasionando que está cayera al suelo; la piel otra vez se me erizo como si presentía el peligro ir hacía mí. El dolor que sentía en mi brazo provoco que me sintiera frágil, ya que la sensación se fue esparciendo por cada arteria y vena de mi cuerpo ocasionando que me quemara por dentro, estoy seguro que resistía muy bien el calor, pero ahora, es como si las temperaturas hayan sobrepasado los mil grados.
Caí al suelo y extrañamente sentí como me ahogaba, a lo lejos una carcajada fue lo que escuché, me sorprendí verme en ese estado a punto de que mis propias inseguridades otra vez aparecieron ocasionando que esos pensamientos intrusivos me dijeran que puedo morir en cualquier momento. Sin embargo, quise levantarme pero sentí un zapato ponerse en mi cabeza haciendo que se golpeara con el pavimiento a fin de aplastarme; gruñí e intente alejarme pero me lo impidió, giré mis ojos hacía él mientras seguía burlándose de la vulnerabilidad que estoy mostrando.