No estuve de acuerdo con el plan que mi hermana ha llegado a planificar, no digo que este malo, más bien, me preocupa su seguridad porque ella es quien se ofreció en ir hacia el tártago de luna… De todas formas, no había otra opción porque es la única que puede verlo, bueno, esa es mi teoría cuando no tengo prueba de que haya alguien más que logre visualizar la flor pero a estas alturas no puedo perder el tiempo en buscar a otro ser que pueda ayudarme en esto porque tardaría mucho en encontrarlo, por lo que optar por mi hermana, fue una decisión precipitada y no muy buena porque estoy comiéndome las uñas del miedo.
El plan fue poco convincente pero ágil sabiendo que solo tuve dos horas para decidir que mi hermana fuera hacia el Bosque Nacional de Yunque para encontrar el tártago de luna; lo que consistió todo esto fue: ir hacia el bosque, localizar la flor donde la encontró la última vez y despistar a mi abuelo para que no se diera cuenta de su ausencia durante un día; lo digo porque el único método para que obtenga el tártago de luna es que debe de arrancarla con su raíz a media noche, si lo hace antes o después de las doce, está se marchita y morirá.
Esa es la razón por la que me encuentro preocupado, porque tuve que dejar a mi hermana en manos de Vernon para que ambos fueran al bosque, a fin que él la cuidará por si llegará a suceder algo en el camino o incluso solo para que la proteja ya que no me fio que sea la única que deba de ir a ese lugar, sabiendo que muchos van en búsqueda del tártago de luna, en donde si terminan por descubrir que mi hermana tiene el don de poder tenerla en sus manos, es posible que intenten atacarla hasta arrebatársela.
Y para concluir, la forma en que distraeré a mi abuelo será utilizar a Cory, el amigo metamórfico de Justin quien la última vez nos ayudó haciéndose pasar por mí cuando Nessa no me dejaba en paz; él se hará pasar por Valkiria en esté día para que mi abuelo no sospeche que ella ha desaparecido; mientras tanto, él fingirá realizar actividades cotidianas de mi hermana, haciendo ver como si nada hubiese cambiado, como a su vez, que ella está presente en la manada y no es una impostora.
—Su nombre es Gemma. —Levante la mirada al escuchar como Elaine pronunció el nombre de mi mate quien se lo otorgo a su hija.
— ¿Debería sorprenderme? —Dije sonriendo mientras cargaba a la pequeña cachorra quien ya tiene un año.
—No, por supuesto que no. —Se seco las lágrimas con las yemas de sus dedos.
He intentado también actuar como si mi día fuera normal, por lo que mi deber será visitar a mis amigos, tener un paseo con mi madre y cenar con mi familia; algo muy típico de mi rutina haciéndola ver como si nada hubiera cambiado.
—Einar te ha extrañado mucho —comento sentándose en un sofá —¸ todo esté tiempo pregunto por su tío preferido. —Rió al recordar al pequeño.
— ¿Dónde está? —Pregunto al no escucharlo.
—En la escuela, se divierte mucho en ella —recuerda orgullosa.
— ¿Aún no ha perdido sus caninos? —Empiezo a jugar con la pequeña Gemma.
—No, supongo que es porque aún es temprano. —Asiento.
—Sí, solo tiene cinco años… Aún es pequeño. —Comento.
Veo como la pequeña Gemma agarra mi mano para poder verla con mucha curiosidad, sin embargo, antes de poder seguir jugando con ella a las cosquillas, visualizo una marca de nacimiento que se encuentra a un lado de su hombro, es una mancha semi café en forma de una llama, enarco la ceja y me siento perdido en el instante en que la visualice, repetidas ocasiones parpadeé al pensar que sólo era un espejismo, pero no, es una marca de nacimiento más cuando pase mi dedo en ese lugar al grado de no creer que fuera real.
— ¿Sucede algo? —Capte la atención de Elaine.
—Es que… Estaba viendo está marca de nacimiento… Es… Interesante. —Elaine le cambia el rostro cuando enfatice aquel descubrimiento que he hecho.
—Oh sí, Adrién y yo hemos pensado que quizás alguien de su familia lo heredó, porque en mi familia, no tenemos una marca de nacimiento así. —Explica.
Es extraño porque solo en una familia he visto está marca de nacimiento y me parece muy extraño que la hija de Adrién y Elaine la tenga porque eso es imposible a no ser que algo esté detrás de todo esto para que la cachorra lo haya heredado pero, no quisiera entrar en detalles profundos acerca de cómo la tiene e incluso, de tener que preocupar a mis amigos de un asunto del que me ha dejado perplejo.
—Dios, empiezo a creer que se quedará dormida entre tus brazos —me doy cuenta como Gemma empieza a bostezar.
—Puedo llevarla a su habitación si quieres. —Le digo mientras que ambos nos levantamos de nuestros asientos.
—Sí, solo le preparo su biberón antes de que se quede dormida. —Pronto camina en dirección a la cocina.
Inesperadamente, saco de inmediato mi celular del mi bolsillo del pantalón. Sin que Elaine se dé cuenta, rápido le tomo una fotografía a aquella marca de nacimiento, por lo que al escuchar unos pasos próximos, de nuevo guardo el artefacto en mi bolsillo para quedarme en mi lugar mientras muevo de un lado hacia el otro con mis brazos a la hija de mis amigos, pero lo extraño es que al verla con más detenimiento, sus ojos a pesar de no ser completamente celestes, alcanzan a tener una tonalidad azul que se va aproximando, otro rasgo del que aunque su padre tenga los ojos azules, me deja que pensar a través de la marca que he llegado a ver.