La Venganza del Alfa

Capítulo 24: Dolor

Miro en dirección al horizonte mientras intento encajar todas estas dudas que no dejan de surgir en mi cabeza, últimamente todo me es confuso y sorpresivo, tanto que asimilar las noticias no es sencillo, más cuando tienen que ser respectivamente con algo de mi abuelo; cada vez más no puedo entender como él nos ha estado engañando todo este tiempo, como de ser mi admiración ha pasado a ser alguien que desconozco y de por sí, un licántropo que no debería estar liderando una manada cuando no está cumpliendo con valores de los que sus propias acciones han dejado ver que tipo de persona es, aunque este punto no sé si fui yo quien mantenía una venda en mis ojos para no darme cuenta de quien era.

— ¿Estás bien? —Vernon se quedó a mi lado.

—Sí, hay cosas de las que sigo intentando comprender, pero no tengo todas las respuestas aún —suspiré.

—Entonces, ¿es cierto? —Me gire para verlo. — ¿Qué Adrién es un Dankworth? —Parecía dudar de la credibilidad de la conversación que se tuvo ayer.

—Sí, no tengo dudas. —Dije confiando solo en mi instinto. —Es probable que el gen más fuerte de Adrién haya sido de su madre que el de Cassius, motivo por el cual, no tiene la marca de nacimiento y rasgos físicos como nuestros inconfundibles ojos. —Él seguía sin creérselo.

—Caden, ¿no te asusta pero a la vez te da curiosidad saber por qué Aneu sabe muchas cosas de ustedes de las que tú ni siquiera conoces? —Mire en dirección donde se encuentra la manada.

—Créeme que sí, últimamente no dejo de pensar qué tanto sabe ella de mi familia que en parte desconozco —me puse una mano en el cuello —. Presiento que hay algo más que no sé y que de verdad me lo esta ocultando. —Le compartí mi perspectiva a Vernon.

—Me preocupa eso, sé que a ella no le puedes sacar fácilmente la información, pero he visto que Kilian también sabe lo mismo que ella, y parece ser que no le gusta la idea que ella lo revele… No sé si por mantenerlo todavía en secreto o porque tienen miedo de algo. —Cruce los brazos.

—Necesito saber toda la verdad, Vernon. —Empecé a frustrarme por esta situación. —No me gusta la idea de estar descubriendo así los secretos que ellos me tienen, es mejor saberlo ya, antes que siga creyendo que no hay nada peor de lo que ya sé. —Asintió.

De verdad, necesito saber cómo Aneu sabe todos estos secretos si de un año a otro no pudo haber descubierto tanto de lo que empiezo a creer si mi familia conoce; tiene que haber una razón para que conozca estos datos de los que jamás Cassius nos hubiera revelado, a parte de ello, es importante que sepa cómo es que mi abuelo nunca reconoció a Adrién como su hijo, peor aún, si él sabía de su existencia en todo este tiempo; es algo que se lo deben a mi mejor amigo, porque así como esta la situación, estoy seguro que sigue confundido con toda esta noticia de la que nunca imagino descubrir.

— ¿Sigues enojado con Adrién? —Caminamos en dirección a la manada.

—No, he reflexionado y entiendo su punto de vista. —Bufé. —Cassius no es una persona de fiar, y si fue capaz de asesinar a Aneu junto con mi hija para que nunca se diera nuestra unión, es muy fácil de imaginar que pudo haberle hecho lo mismo a Elaine y Einar aquel entonces si Adrién se hubiese atrevido en decirme la verdad. —Vernon comprende de inmediato.

Además, no es momento para estar molesto con Adrién cuando más necesita de nuestro apoyo, sé que descubrir que es un Dankworth no es fácil, más cuando él mismo no ha tenido últimamente una devoción por su propio padre luego de saber que a parte de que lo está amenazando constantemente para que no me diga la verdad, también se encuentra el lado de un asesino sin resentimiento. Si estuviera en su lugar, pensara en cómo termine teniendo un progenitor de esa clase, que incluso hubiese sido mejor nunca descubrir la verdad a tener que saber que la persona a la que tendría por curiosidad de saber de su existencia, siempre ha estado a unos centímetros de mí.

Es mejor estar unidos que estar separados, después de todo, tengo que asimilar la idea de que es mi tío, el medio hermano de mi padre. Ahora que lo pienso, me pregunto si también mi papá sabe de esto, aunque nunca he visto una relación por parte de él hacia Adrién que empiezo a dudar sobre ello, más cuando mi abuelo sabía de esto y no quiso reconocerlo, por lo que puede que haya preferido nunca compartirle el secreto a mi padre.

— ¿Qué piensas hacer? —Vernon se da cuenta que voy a una dirección que ya conoce.

—Necesito que Aneu responda mis preguntas, creo que ha sido suficiente tener que descubrir todo a su forma y tiempo. —Declare.

Fui directamente a la casa de Aneu para poder hablar con ella sobre el tema de Adrién y otros de los que ella ya conoce, de por sí, esto se está volviendo cada vez más tedioso y horrible sabiendo que entre más secretos son revelados, más crueles e inhumanos suelen ser, una parte de mí sabe que todavía falta otro más del que pueda hacerme perder la cabeza, pero es necesario que sepa la verdad antes que esta siga siendo oculta.

Los guardias de Aneu no me dejan cruzar fácilmente a su hogar, por lo que llamándola, piden el consentimiento de dejarme entrar antes de liberar mi paso, por lo que ella aceptando mi llegada inesperada; la busco entre los rincones, pasillos y habitaciones de su casa hasta llegar a ella donde la encuentro en la sala leyendo un libro del que pronto deja en un mueble para poder levantarse en el instante en que me ve.




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