La Venganza del Alfa

Capítulo 32: Tragedia

Pensar que nuevamente nos encontraremos de cara a cara con Sköll y Hati no es uno de mis fuertes, más sabiendo que tendremos que demostrar muy bien nuestra fuerza para poder derrotarlos, no sé cómo pero debemos hacerlo si no queremos ser los próximos en morir; agregando que no es un buen tiempo para que eso suceda cuando falta vencer a Cassius si queremos detener sus asesinatos como todas las porquerías ilegales que ha hecho provocando que nuestras propias leyes estén cayendo a nuestros pies porque nuestro alfa las está incumpliendo sin medir las consecuencias.

Me doy una mirada en el espejo dándome cuenta que debemos convencer a uno de los ministros para que nos pueda ayudar con una petición que tenemos, pero lo peor del caso es que no sabemos si también estará dispuesto a escucharnos cuando Vernon mencionó que ha sido muy difícil contactarlo porque luego de la muerte de Juno parece ser que los demás han empezado a ocultarse para no ser los siguientes en la lista.

A través del espejo, observo como Aneu sale del cuarto de baño para empezar a ajustarse el vestido dorado que se pondrá para el evento, su cabello albino cae en su espalda pero veo como sus manos intentan tomar el cierre para cubrir la abertura del vestido que ha quedado abierta; suelto un suspiro para poder acercarme a ella pero es imposible que no escuche mis pasos porque gira su cabeza a un lado para darme una mirada.

Con mucho cuidado, pongo mis manos en el cierre para subirlo lentamente, sin embargo, me impresione en saber que ella no intento ocultar los latidos de su corazón cuando mi dedo índice terminó por rozar la piel de su espalda; intente no ponerla más nerviosa de lo que ya se encuentra porque aunque ella muchas veces me lo dijo en la cara de que la relación que teníamos murió, es inevitable llevarle la contraria a la Diosa de la Luna porque así como nos unió desde cachorros así es el destino que tendremos que llevar como alfa y mate.

—Es hora de irnos, no sabemos exactamente cuánto nos llevaremos en convencer al ministro, a parte de ello, tendremos que estar preparados cuando Sköll y Hati aparezcan. —Aneu asiente.

Ella se hizo los últimos arreglos antes de colocarse una capa, busque también la mía para luego entregarle mi brazo para que bajáramos juntos y tomáramos el taxi que nos llevaría hacia la zona residencial donde se estaría conllevando la fiesta que el propio ministro ha realizado; durante el viaje había una enorme tensión que con facilidad podía ser cortada con una tijera, en esta ocasión no es porque los dos nuevamente nos vemos comprometidos a tener que luchar con nuestros enemigos, sino más bien, porque si no logramos detener el plan de Sköll y Hati, el siguiente que morirá será Keanu.

Llegamos pronto a un pequeño vecindario donde las calles se mantienen desérticas y en silencio, por lo que pagándole al taxista, nos bajamos del vehículo para comenzar a adentrarnos al sitio con pasos minuciosos para no alertar a los humanos que viven en la comunidad; agarro la tapadera de una alcantarilla para levantarla y hacerle un gesto a Aneu para que sea la primera en ingresar, por lo que agarrándose de las escaleras empieza a bajar lentamente hasta que desaparece a través de la oscuridad.

Miro hacia nuestro alrededor esperando que nadie nos esté espiando, por lo que siendo el siguiente en entrar, coloco la tapadera en su lugar y me agarro fuerte de las escaleras hasta sentir pronto el suelo en mis pies; al encontrar a Aneu empezamos a caminar juntos unos metros hasta encontrar la salida de emergencia, la cual es el acceso para poder entrar a la casa de Keanu.

—Parece que hace tiempo que no usan este acceso. —Encontré polvo entre los agujeros de la tapadera.

— ¿Necesitas ayuda? —Pregunto al percatarse que encima de la tapadera hay un enorme tanque donde hacen vinos.

Empuje con fuerza la tapadera para que al mismo tiempo se moviera el tanque que esta conservando el vino, el pesor con que fluía el líquido hacia un golpeteo en forma de olas que intentaba que no dañará el conducto como a su vez, que los guardianes de Keanu no percibieran el sonido, por lo que cuando quedo espacio para salir, aligero el paso para salir mientras verificaba que nadie nos haya observando entrar por ese lado, ya que al no tener una invitación oficial, los guardianes de Keanu no nos iban a permitir el acceso al evento, además al ser un ministro se tiene mucha más cautela en el ingreso de visitantes para evitar cualquier tragedia así como sucedió con Jano, ya que desde que los demás se enteraron de su muerte se han restringido en estar alrededor de sus seguidores quienes pueden traicionarlos sin saber que en verdad quien asesino a Jano fue Sköll y Hati.

Agarre la mano de Aneu para ayudarla a subir, apenas nos encontramos en la superficie de una pequeña bodega de vinos para guardar silencio y buscar un artefacto que nos ayudará a abrir la puerta hecha de metal; fuera fácil derribarla pero el plan se iría a la borda una vez que el sonido llegará a los oídos de los guardianes; por lo que teniendo que usar una pinza de cabello que Aneu trae consigo misma, empezó a buscar una clave que abriera la puerta.

—Escucho a alguien. —Se alertó.

Mi oído también fue el siguiente en alertarse por lo que escuchando unos pasos que empiezan a bajar, pronto agarro a Aneu de los brazos para ponerla contra la pared, ella se incomoda de inmediato por mi acción que esta a punto de protestar cuando cubro su boca con mi mano; por el sonido del caminado, el latido de corazón nervioso y el olor a sudor asemejo que se trata de uno de los guardianes, por lo que tendremos que montar principalmente un acto para desviar este encuentro sino queremos que nos expongan y nos saquen de este lugar sin haber intentado salvar la vida de Keanu quien una vez se entere de los fugitivos que se encuentran en su almacén de vinos tratará de huir y esconderse.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.