La venganza del diablo

Capitulo 12: especial fin de año.

Anahera Malyshev.

Termino de colocarle el protector a los niños, para empezar conmigo. Ethan se lleva a Cris con el al mar, Laina me ayuda a cuidar a los bebés.

Su madre llega cargando a Noah y llevándose lo con ella a la orilla, Laina la sigue con la bebé en sus brazos, admiro la vista, Cristal jugando con Ethan, y mis dos bebés pues disfrutamos del agua.

—¿Crecen rápido, verdad? —no le prestó atención a la voz pero asiento.

Unas manos me agarran de mi cintura y mi cuerpo entero se heriza, volteo mi rostro preparando mi puño para pegarle a la persona, pero me encuentro a Draven.

—No hagas eso, me asustaste —se ríe—. Y si crecen más rápido para mí.

—No te pongas sentimental, siempre podemos hacer más —levanto mis cejas viendolo.

—Ojala y a ti te vuelvan a agarrar los malestares del embarazo. Y si sucede me voy a reír y mucho.

Dejo un beso en sus labios que tenía una mueca, agarra mi cara profundizando el beso, mi respiración se altera al siguiente segundo. El juego de nuestras lenguas es brusco buscando tener el control. Sonrío en medio del beso, muerdo su labio y la traigo conmigo al separarnos.

—Esta vez puede salir el color de tus ojos —sonrie a medio lado—. Noah los tiene pero diferentes el tuyo es marrón mientras el del es azul.

—Ya tenemos tres, si quieres más te los doy, y si puede salir con mis ojos. Pero también con los tuyos no lo olvides.

Asiento pensativa y tiene razón; el calor es abrazador. Me separó de Draven buscando a manera de ir hasta el mar, se levanta y me lleva con el en brazos.

—Puedo caminar —digo lo obvio.

—Lo se.

Sonríe a medio lado y maldito sean los lentes de sol, esconden sus ojos tras ellas negandome tal vista me cruzo de brazos mirando a las mujeres que hablan entre ellas y nos señalan.

—¡Vayanse a la mierda con sus opiniones! —les saco el dedo.

Estoy furiosa, y ya no soporto que cada tanto nosotros seamos el centro de atención, no pueden ver semejante hombre porque empiezan a hablar. Le tocó las tetas a Draven jugando con ellas. Pero de repente se mueven solas, entiendo el mensaje y las dejo quietas.

—Hay niños, vayanse a la casa si quieren, les doy las llaves —propone Ethan cuando estamos dentro del agua.

Me aferro a Draven teniendo caerme de sus brazos y morir ahogada.

Sería horrible esa experiencia.

—Puedes subirte a mi espalda si quieres —me ayuda a pasarme a su espalda.

Me agarro de su cuello con cuidado para no asfixiarlo, Laina le entrega a la bebé y se va a nadar más lejos de lo que estamos, Draven queda caminando bajo el agua. Pero yo parezco peso muerto, porque floto en vez de quedarme así como él.

El oleaje empieza a ser más fuerte que antes, Draven camina hasta casi llegar a la orilla, dejándome en un lugar donde mis pies tocan el fondo del agua, su madre me entrega a Noah y lo recibo con gusto, sus ojitos se cierran pero el intenta mantenerse despierto. Bostezo junto con él y camino llegando hasta el lugar donde están nuestras cosas, agradezco tener un short puesto, Draven como puede se coloca la camisa con la niña en brazos, visto a Cris con un vestido y la toalla en sus brazos. A los niños simplemente se les deja su toalla. Ethan carga las cosas junto a Laina y caminamos hasta las camionetas en las que vinimos.

El transcurso es largo y un poco cansado, Cristal se duerme en los asientos junto a su hermana. Noah hace todo lo posible por no cerrar sus ojos, balbucea algunas palabras que le entiendo a la perfección. Draven nos mira por segundos sonriendo.

—Mamá, sueño —se recuesta en mi pecho y miro a Draven.

—¿Escuchaste lo mismo que yo?

Asiente y se ríe, acaricio su cabeza dejando un beso en su frente, cierra sus ojos. Parece que espero hasta que estuviéramos en la entrada de la casa, Draven aparca cerca de la entrada permitiendo me bajar, el carga a Cris y yo a los bebés.

Subo las escaleras hasta la habitación, dejo a los bebés en la cama.con almohadas a su lado para que no se caigan, Draven entra poco después. Se los encargo para ir al baño.

Preparo la tina y dejo la ducha abierta, salgo a buscar a Natalia y Cris.

—Tu bañas a Noah —los señaló.

Asiente sonriendo, lo agarra y se va tras de mi hasta el baño. Ellos en la tina y yo baño a la bebé primero en la ducha, Cris espera sentada en el retrete.

—Mami, la ropa de Nat está lista. Papi la trajo —me informa cuando pongo un pie con cuidado fuera de la ducha.

—Gracias cariño, puedes ir entrando a la ducha si quieres.

—Si mami.

Seco muy bien a la bebé y la visto, al estar lista llamo a Draven entregándose la.

—Baño a Cris y hablamos tu y yo —asiente y no dice nada.

Cierro las puertas a mi espalda dirigiendo me a la ducha, cuando estoy lavando su cabello el sonido de la puerta del cuarto se escucha abrir y cerrar.

Termino mi tarea y ella me dice que se seca sola y la dejo hacer, me baño rápido quitando la sal del mar, dejando que se algo rápido, en cinco minutos estoy lista. Salgo de la ducha me enrolló la toalla y salgo con Cris del baño, Draven no está por lo que agarró la ropa de Cris sobre la cama y nos adentramos al vestidor, nos colocamos un pijama combinado. Al salir Draven está devuelta a la habitación.

—Cris, ve a buscar a tu tío, veremos una película.

—Voy mami, ¿Traemos golosinas? —asiento y sale de la habitación.

—Buena estrategia.

Me encojo de hombros y busco las palabras correctas para empezar a hablar.

—Me prometiste que no te ibas a vengar —me cruzo de brazos mirándolo.

—No lo voy a hacer —intenta acomodar lo que me dijo hace días—. No me voy a vengar, solo es una sorpresa y no lo quiero arruinar antes de tiempo, ¿vale?

—No Draven, te conozco muy bien y no hay nada bueno en tu mente —hay un brillo peligroso en sus ojos—. Me han comentado que tienes pensado vengarte, ya es tiempo que lo dejes atrás, por tu bien Draven no te quiero perder.




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