Anahera Malyshev.
Cepillo mi cabello quitando nudos y terminando de acomodar las pequeñas ondas con el fijador, suspiro viendo el vapor que ha creado un poco de humedad en el espejo, limpio un poco logrando ver mi reflejo, dejo el cepillo en su lugar para salir del baño. Al estar apunto de abrir la puerta acomodo mi vestido cuando estoy satisfecho tomo el pomo en mi mano girando lo.
Al estar fuera una Cristal indecisa me espera impaciente, Draven está terminando de vestir a Noah con un pequeño traje de dinosaurio. Me río por la vista tan graciosa de mis nenes.
—Mami, el fosforescente o el verde —su ceño está fruncido y el tono de su voz destila confusión.
—¿Cuál te gusta?, ¿te gustan los colores fuertes? —niega quitando de su vista el fosforescente dejando el verde frente a ella—. ¿Te gusta el verde?
—Sí —sonrie dándose cuenta rápido—. ¡Gracia mami!
Lanzo un beso sonriendo, veo como corre a su habitación, sonrío acercándome a la cama. Nat está viendo atenta a su padre terminado de peinar a Noah, dejo un beso en su frente. Los gritos en la planta baja resuenan tan fuerte que se pueden escuchar a media milla de distancia.
—Ethan ya se dió cuenta —me río cargando a la niña.
Draven niega cargando el bolso y agarrando a Noah para salir de la habitación, Cristal no espera al inicio de las escaleras agarrando mi mano cuando estoy a su lado. Laina corre frente a las escaleras dándole vuelta a la casa siendo seguida por Ethan quien está lleno de plumas.
Corren sin descanso, mareando me hasta tal punto me apretó con un poco de fuerza la mano de Cris.
—Y solo es el comienzo del día.
Draven niega dejado a Noah a sus espaldas para detener a sus hermanos a mitad de la carrera. Ethan logra agarrar a Laina del brazo y la abraza pegándole un poco del plumaje de su cuerpo.
Termino de bajar llegando al lado de Draven, me encamino pasándole por un lado a los locos que se está riendo, la sala se abre paso frente a mi bajo a Nat de mi brazo y va corriendo hasta su abuelo, Noah intenta seguirla a pasos torpes. Me siento con Cris a mi lado, recuesta su cabeza en mis piernas bostezando, la acomodo mejor para que su cuerpo quede en una buena posición.
La imponente presencia de Draven llena la sala poco después, seguida de una persona que conozco muy bien, a Cris parece volverle la energía y sale corriendo a recibirlo.
—¡Hendrick! —grita con alegría que llena a todos los presentes dejando una sonrisa en el rostro de todos.
Excepto en Draven que parece ajeno a su presencia, se sienta a mi lado dejando a Cris con Hendrick a un lado, Draven pasa su brazo por mi espalda manteniendo me cerca, Ethan sale corriendo de algún lugar de la casa su rostro se pone rojo a pesar de tener pintura azul por su cara.
—Ethan ve a limpiarte, dile a Laina que te preste desmaquillante —me levanto llegando a su lado jalando lo fuera de la sala.
Susana viene por el pasillo con las tazas de café, salida a Ethan que pasa a su lado sonriente, la saludo antes de que llegue a mi lado ayudándola con la bandeja.
En la sala Hendrick habla animadamente con el señor Estéfano, Draven revisa su teléfono por segundos parece esperar una llamada o algo por el estilo, dejo la bandeja en la mesita de cristal en el medio de todo, acomo el jarrón con los tulipanes. Me siento de nuevo en mi lugar al lado de Draven, Noah viene hacia nosotros con pasos torpes pero dando su mejor esfuerzo, lo subo a mi regazo una vez está frente a mi.
—Ayudas a Ethan a quitarse el color luego de que tú fuiste quien se lo puso —su risa es baja llenando mis oídos.
Ruedo mis ojos riendo, veo como agarra su taza de café de la bandeja dando un sorbo, quisiera hablar con Hendrick pero solo tengo que esperar el momento justo para agradecerle.
Noah se va quedando dormido en mis brazos, el momento se alarga más de lo esperado, Ethan entra junto a Laina cambiados, el color azul a desaparecido casi por completo de su rostro.
—¿Pitufo gruñón o pitufo divertido? —se ríe ante su propia pregunta pero se acerca a Ethan.
—¿Qué crees Cris?, soy pitufo narrador, ¿Te cuento una historia? —se ríe abrazándolo.
No reímos un poco, Nat llega a nosotros pidiendo la atención de Draven. Quien la carga y deja un beso en su coronilla, todos dejan la taza de café en la bandeja excepto Laina y Ethan pero aún así, Laina se ofrece a llevar la bandeja a la cocina. Todos esperamos a que ella vuelva para emprender via a lo que sea.
—Bien Cris, vamos a muy, muy lejano.
—Yo se esa historia, ¿Es la del ogro verde, cierto? —sonrie agarrando su mano empiezan a salir de la casa.
Los padres de Draven los siguen, Hendrick más atrás y Laina va con nosotros, nos dirigimos con cautela al bosque las copas de los árboles crean una sombra tranquila y la brisa serena relaja mi mente los canes no siguen desde lejos. Parece más una excursión que una salida para que Ethan y Hendrick se hagan novios, me río por mis pensamientos estúpidos ya son novios y si no lo son para darle un sape a Ethan por retrasado.
Laina nos adelanta con la excusa de querer llegar antes, acomodo mejor a mi pequeño dinosaurio en mis brazos, Cristal va en el medio de Ethan y Hendrick, los tiene agarrada de las manos, cuando se cansa Ethan la carga y siguen haciendo bromas.
Me río por las cosas que sueltan, el camino en algún punto se hace más fácil y un poco más rápido hay sangre en el suelo y algún pequeño animal ya irreconocible muerto a una distancia considerable, el olor no se hace esperar, paso un poco más rápido. Las copas de los árboles se desvanecen de nuestra vista dejando que el solo aún mañanero pegue con fuerza en mis ojos, le coloco la capucha del traje a Noah quien tiene su entre cejo arrugado, Nat por su parte está cubierta por la sombra de su padre.
—Cuendo será el día Dios mío, en el que no quiera bromear con Ethan —llegamos a su lado en cuestión de segundos volviendo a la protección y sobra que proporcionan los árboles.
Editado: 08.01.2025