La verdad al final del arcoíris (one shot)

La historia

La gente suele decir que al final del arcoiris se encuentran seres sobrenaturales con una olla de oro. Ahora que he crecido no lo escucho tanto como cuando era aún más pequeña, como a los nueve años, todos sabemos que la mayoría de los mitos que escuchamos, por alguna razón se quedan guardados en nuestra cabeza, recordamos que hay algo en cierto lugar y de más. Pues un día emprendí mi viaje, todos sabemos que los arcoíris son los reflejos de la luz y que por tales razones son tan coloridos, pero no vengo a dar clases de nada así que dejaremos ese tema a un lado.

Un día que llovió bastante, para septiembre, aquí en mi ciudad, vi un arcoiris tan común como cualquier otro, y por alguna razón, decidí ir tras él y descubrir si en realidad era sólo un mito. Quisiera que se hubiera quedado como tal.

Había notado que siempre había dos coordenadas, donde inicia y dónde acaba, pero una de ellas siempre cambiaba, mientras la otra no, a base de muchos cálculos y observación supe a dónde debía dirigirme, cuál de las dos coordenadas podría ser más importante seguir.

Me subí a mi bicicleta, porque claro, en carro no podría observar tanto los detalles y por fin me aventuré a mi destino. Todo lucía más bonito mientras más me acercaba y llegué a lo que parecía ser una iglesia, ahí era justo el punto donde acababa. ¿Qué me encontraría ahí? estaba a punto de averiguarlo.

Ya no podía retractarme, por lo que entré al lugar, llevaba una linterna, pero en realidad dentro no era necesaria, estaba demasiado iluminado el lugar.

Estaba todo vacío, ni siquiera había focos en el lugar, pero en el suelo, como si fuera la puerta de un ático, se veía una compuerta de madera, ya que no había nada, debía abrirla y ver si ahí podía encontrar algo fuera de lo normal. Abrí la puerta lentamente y escuché una voz, un poco más chillona de lo que esperaba escuchar en realidad.

Bajé la escalera que había dentro, la luz era sólo un poco más tenue que la anterior hasta que vi algo como una persona de tez oscura pero pequeña, con el cabello también muy oscuro y un poco rizado. Volteó a verme de repente, con sus ojos oscuros bien abiertos.

“Escuchó nuestro llamado, já, no sabe a lo que viene”

Esto que acababa de decir, realmente me hizo sentir muy incómoda, pero no me moví, no intenté huir. Después de un corto tiempo entraron otros pequeños seres como ella, algunos con el cabello mucho más corto, otros con el cabello un poco más largo, pero no era bastante la diferencia.

Me miraron y me dieron la bienvenida al lugar, recuerdo que dijeron “disculpa el espacio tan pequeño, esperamos que te guste”, y no dije mucho, sólo sonreí. 

Acercaron una silla para sentarme, pero no acepté, entonces comenzaron a cambiar un poco sus expresiones, continuaron con su amabilidad, no era lo mismo, pero al menos aún tenían un pequeño toque de eso. 

Caminamos por un par de espacios y noté que no había otra salida, sólo existía por donde había entrado al lugar. Se fue haciendo cada vez un poco más sospechoso porque cada vez se acercaban más y más de ellos, hasta que decidí agradecer y despedirme, dando pequeños pasos hacia atrás, procurando no pisar sus pequeños pies. Intentaron sujetarme y mantenerme, como notaron que era un poco difícil, comenzaron a morder mis dedos y piernas.

Había pedaleado a la propia boca del lobo sin darme cuenta, pues, aunque por fuera no era tan llamativo, era como si hubiera llegado a la cueva de algún animal come-humanos.

Pude salir apenas con vida del lugar, después de una fuerte pelea y perder un par de dedos y obtener un par de heridas por el cuerpo, pero en cuanto logré poner un pie fuera, ellos me soltaron. 

“Eres la única que lo logró” escuché que gritó la primera voz que escuche en todo el lugar.

Antes de terminar de salir del lugar, encontré algo, una hoja pequeña que tomé con mi boca en una de las tantas ocasiones que lograron tirarme al suelo.

Escupí el papel en una bolsa que siempre llevo conmigo y al llegar lo he abierto.

“Caí en el juego, me cuidaron y me hicieron sentir amado por unos días, hasta que llegó el momento. Siempre decían que habría una iniciación, pero no lo entendí hasta que logré ver, un día antes lo que pasaba. Me iban a comer. Estos seres son come-humanos, yo ya no pude salir, pero espero que alguien encuentre esto antes de abrir la rendija del suelo. Suerte, y si puedes, cuenta tu historia.”

Llovió de nuevo y el otro lado del arcoiris era en mi casa. Estaba perdida, pues fue justo para cuando regresaba a casa que lo noté. No había nadie ahí para mi buena suerte. Al desaparecer el arcoíris, fuimos a casa y mi perro estaba muerto. Sólo quedaban huesos.

 




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