Capítulo 18: La elección entre la carrera y la familia

Daniel estaba sentado en su despacho, con el contrato delante como una piedra que le pesaba y le obligaba a tomar una decisión. La fusión y adquisición estaba allí, brillando con una luz cegadora. Su cabeza estaba hecha un lío cuando la atmósfera asfixiante se rompió con el timbre de su teléfono móvil, una llamada entrante de su madre en la pantalla.

Se detuvo unos segundos y pulsó el botón de respuesta.

- "Daniel, ya sabes lo importantes que son estas adquisiciones para la familia. Si te retrasas más, podemos perder esta oportunidad". La voz de Margaret era tan fría como la nevera.

- «Lo sé, madre», dijo él, con la voz tan fría como un bloque de hielo, pero su corazón estaba agitado. No era sólo un problema de negocios, era un problema de vida, incluso un pequeño dilema.

Margaret continuó, con un tono nada cálido.

- «El futuro de la familia no se puede dejar escapar tan fácilmente, tienes que pensar con claridad».

Tras colgar el teléfono, Daniel bajó la vista hacia el contrato que tenía sobre su escritorio, pero Lisa y Lucas aparecieron de repente ante sus ojos. Este contrato, este negocio familiar, ya no parecía ser la única responsabilidad. La familia, especialmente Lisa y Lucas, era lo que no podía evitar.

Se frotó las sienes, sintiendo una oleada de vértigo -no es que lo culpara, ¿quién no podía estar imperturbable en un momento así? Toda su vida había conocido básicamente el trabajo; ¿la familia? Esperar a estar vacío. Pero al haber retomado recientemente la relación con Lisa, se dio cuenta de que era ese calor tan preciado el que se había estado perdiendo.

Cogió el móvil y marcó el número de Lisa. En cuanto la llamada se conectó, se sintió sorprendentemente un poco nervioso - Dios sabe por qué, era como si ya no fuera un chaval de veinte años, y sin embargo seguía actuando como un adolescente despistado.

- «¿Hola?»

La voz de Lisa era tan fría como la nieve en una montaña, con un deje de distanciamiento que no acababa de disiparse.

- «Lisa, hay algo que tengo que decirte». Daniel tosió, la voz le temblaba un poco. «Sé que he estado increíblemente ocupado, casi tirándoos a ti y a Lucas debajo del autobús, pero últimamente me he dado cuenta de que no puedo seguir así.»

Se quedó paralizada unos segundos, el silencio al otro lado de la línea era inquietante, era la frialdad típica de «por qué me llamas».

- "Sabe, mi empresa está en pleno proceso de fusión y adquisición, y es urgente. Tengo que ocuparme de esto personalmente". Respiró hondo e hizo una pausa: «Pero, Lisa, he decidido que voy a dedicaros más tiempo y energía a ti y a Lucas, sea cual sea el resultado.»

El corazón de Lisa pareció detenerse por un momento. Llevaba mucho tiempo alertada de ello, pero el hecho de que tales palabras salieran de la boca de Daniel aún la dejó helada. No había tenido miedo de bajar la guardia tan fácilmente, pero esas palabras parecían hacerla reevaluar y tocar esas profundas heridas sin cicatrizar.

- «¿Estás diciendo que vas a renunciar a esta fusión?». La voz de Lisa era tan fría como su propio corazón. «Ésta es la mayor oportunidad de negocio que probablemente hayas tenido en tu vida, ¿y de verdad vas a renunciar a ella?».

Los ojos de Daniel se hundieron con una pizca de resignación.

- "Antes pensaba que mi carrera era lo más importante, pero ahora sé que mi familia es lo que realmente quiero. No quiero perderme el crecimiento de Lucas y no quiero volver a echarte de menos". Hizo una pausa, con la voz baja: «Lisa, no se trata de que veas los sacrificios que estoy haciendo, se trata de que por fin me he dado cuenta de que lo que se quiere, es una familia de verdad».

El corazón de Lisa se sintió como si hubiera sido golpeado fuertemente y no habló, el silencio era como una pared, separando a los dos. Las palabras de Daniel fueron como una espina clavada en su costado, calando hondo en su corazón y haciendo que comenzara a preguntarse a qué se había estado aferrando todos estos años. Había pensado que podría afrontarlo todo sola, pero en ese momento empezó a preguntarse si realmente podría soportar estar sin él.

- «Sabes», la voz de Lisa se entrecortó un poco, "yo ...... ya no puedo confiar en ti tan fácilmente. Me has decepcionado demasiadas veces".

- «Lo entiendo,» el tono de Daniel se suavizó con un sentimiento de culpa, "No intento pedirte perdón ni hacerte ninguna promesa. Sólo quiero que me des una oportunidad para enmendar mis errores".

El silencio al otro lado del teléfono enrareció el ambiente y los ojos de Lisa se clavaron en la noche al otro lado de la ventana, con el corazón agitado. Sabía que las defensas de su corazón se tambaleaban, pero aún no podía desprenderse del dolor que había sentido.

De repente, entró la llamada de Margaret y Lisa miró la pantalla, respiró hondo y cogió el teléfono.

- «Daniel, necesito que lo reconsideres». La voz de Margaret sonaba como si saliera de un congelador. «¿De verdad quieres renunciar al futuro de la familia por tu »pequeña familia"? ¿No crees que es demasiado arriesgado?".

Lisa la oyó claramente y una oleada de desagrado la inundó. Sabía que Margaret nunca la había aceptado y que nunca había considerado que la familia de ella y Daniel mereciera la pena.

- «He tomado mi decisión, madre». La voz de Daniel era baja y firme.

Margaret estaba claramente enfurecida.

- «¡Estás siendo egoísta, abandonando por completo el honor de tu familia por tus propios deseos egoístas!».

Lisa colgó el teléfono, lo dejó a un lado y suspiró. No sabía si Daniel podría resistir la presión de su madre, pero tenía claro que ella, y Lucas, estaban clavados en su corazón.

Durante la cena, Daniel por fin se decidió a decir lo que pensaba.

- «Lisa, sé que no es la respuesta que quieres oír, pero estoy tomando estas decisiones, no para que veas los sacrificios que estoy haciendo, sino porque me estoy dando cuenta de que lo que realmente quiero es una familia completa».