La Verdad Detrás de La Mentira (editando)

Súbito...

-6-

…esto es solo mi culpa, perdóname yo fui el causante de todo esto- se escuchaban sus sollozos, se que era sincero. pero.. ¿Que vale más: una mentira piadosa pero al final mentira ó una verdad dolorosa? ¿Que vale más para ti?, para mi ya ninguna cuenta…- te quiero hermanita, no podía ocultarlo más- poso sus labios en mi frente, sus lagrimas caian en mi rostro, dolía sentir su tristeza, dolía sentir que las personas a las que más amaba en el mundo me mintieron…

En Panamá sufrí un pequeño accidente del cual resultó unos cuantos moretones y un Johann bastante molesto amenazando con demandar y hacer que le quitaran el permiso de conducir entre otras muchas sartas de cosas que dijo, pues la ambulancia tardó en llegar, motivo por el cual se tomó algunos días extras para cuidar de mi, y nos regresamos a Costa Rica puesto que la sede ahí lo requería, su hermano en cambio se quedó a vigilar el resto del proyecto de Panamá.

Pase casi una semana que no dejo que me levantara sin ayuda, me daba la medicina que recetó el médico hasta la cama, me trataba como si tuviera una terrible enfermedad, todo el tiempo quería que durmiera, que comiera, eran solo unos putos moretones, al final lo tuve que convencer con sexo del que solíamos tener por las mañanas para demostrar mi punto, no estaba enferma, solo así pude volver a retomar mi vida.

-Por raro que parezca me lo encuentro hasta en las sopa- susurre mientras tapa mi rostro disimuladamente.

-Pues es muy sexi, no sera que quiere contigo- Adrian lo veía como un dulce a punto de turrón.

-Estoy casada ¿Recuerdas?- el le resto importancia al asunto- además ya te dije que el otro dia me lo topé por casualidad- resalte la última palabra- y se disculpó por lo del incidente del parque- Adrian levantó una ceja en señal de obviedad- además la argolla en su mano dice que está casado también.

-Vamos por partes, el que estes casada no te hace ciega amiga- tenía razón el policía era guapísimo, alto, castaño, piel morena y unos ojazos café que derriten a cualquiera- ese tío quiere contigo, menos de dos minutos te ha escaneado unas veinte veces, anda ve y hablale.

-Tu estas loco o qué ¿Quieres que Johann me asesine? Santiago está cerca- Adrian abrió demasiado los ojos, sacó papel y lápiz y anotó algo- ¿Que haces Adrian?

-Voy al baño ¿Me esperas?- lo tome del brazo intuía lo que haría, pero este fue más rápido y se safo de mi agarre, vi a Santiago acercarse más, no podía armar jaleo frente a él, Adrian camino entre las mesas el muy desgraciado tropezó junto al policía sosteniéndose de su mesa siguió su camino- maldita sea Adrian, que demonios hicistes.

Y justo así fue como comencé hacerle infiel por movil a mi marido pasaba horas hablando con Peter, me di cuenta que no era casado, la argolla en su mano había pertenecido a su fallecido padre quien también había sido policía en guanacaste lugar del que era mi madre una cosa en común, era super cariñoso, recordaba casi todo lo que le decía.

Sabía por mi que yo si estaba casada aunque no en un matrimonio deseado, con el pasar del tiempo nos volvimos confidentes, él me inspiraba una confianza que no tenía ni con Adrian, le comente ciertas cosas del porque me casé, poco a poco nuestra relación se fue fortaleciendo, el se mostró sensible cuando le platique de mi hermano, ya dentro de poco sería la última sesión para ver que tal funciono el tratamiento, hacía bromas sobre su trabajo, me dijo que me ayudaría a terminar lo de la licenciatura de diseño gráfico, cosa que cuando se lo comente a mi marido, dijo que no pues según él yo no volvería a trabajar, no quería discutir por lo que no continúe con el tema pero sabía que si quería ni él ni nadie me detendría.

Estábamos en una fiesta que había organizado la empresa de Johann por el reciente éxito de su inserción en Centroamérica eran pasadas las ocho de la noche, charlamos, bailamos, bebimos pero él tenía que hablar con algunos empresarios que estaban en la fiesta por lo que se alejó un poco, lo vi contestar una llamado, y de inmediato supe que algo andaba mal.

-Vamos, tenemos que irnos- su voz delataba preocupación y aprehensión 

-¿Que sucede Johann?- no contestó, solo me sujetó del brazo haciendo que caminara a la salida, nos subimos al auto que ya nos estaba esperando, no íbamos a casa, eso me preocupo mucho.

-¿Donde vamos Johann?

-Al aeropuerto ya nos esperan- mi mente no procesaba lo que decía por más que sabía a qué se refería- volamos a Londres- mi corazón se detuvo, viajar de imprevisto solo tenía una razón, algo iba muy mal, sentí como poco a poco las fuerzas me dejaban- no te desmorones no ahora.



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En el texto hay: misterio, sexo, romance y luto

Editado: 10.08.2019

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