La verdad entre las sombras

Eight (8)

Maddy

El sonido de la alarma me saca de mis pensamientos como una bofetada. La apago con fuerza. Es temprano, y aunque mi cuerpo me pide seguir en la cama, no puedo darme ese lujo. Hoy tengo que ir a clases.
Sí, aunque suene raro... aún tengo que asistir a la escuela.
No he empezado como debería este último año. Demasiadas cosas ocurrieron desde que llegamos a Blackthorn. Y con lo que me queda por resolver, lo último que quiero es perder este ciclo. No después de todo lo que he hecho.

El camino hacia la escuela es corto, pero cada paso se siente largo, como si estuviera entrando en un mundo que no termina de ser mío.
La fachada del edificio es sencilla, sin pretensiones. Nada como las escuelas privadas a las que estaba acostumbrada. Sin mármol en los pasillos, sin grandes auditorios ni uniformes impecables.
Pero esta... esta tiene algo distinto. Es pequeña, casi acogedora. Genuina.
Y por extraño que suene... me gusta.

Cruzo la entrada principal, dirigiéndome hacia la oficina para registrarme oficialmente. Justo cuando estoy a punto de empujar la puerta, una voz suena a mi espalda:

—Tú debes ser King, ¿cierto?

Me doy la vuelta. Una chica de cabello castaño claro, perfectamente peinada en ondas suaves, me observa de arriba a abajo con una sonrisa en los labios, como si me estuviera escaneando.

Su mirada me incomoda.

—¿Y tú eres...? —respondo con frialdad.

—l am mia. Tu guía escolar. Un poquito tarde tu entrada, ¿eh? —me dice con una risita apenas contenida.

—Sí... vida ocupada —le respondo, sin ánimo de dar más explicaciones.

—Bueno, King, este es tu horario —me entrega una hoja doblada—. Y sígueme. No te me pierdas, ¿eh?

Respiro hondo y la sigo por los pasillos.

—Este es el campo deportivo —dice, señalando con la mano—. ¿Sabes qué es lacrosse?

—Sí —respondo de forma automática.

—Perfecto. Es el deporte estrella de la escuela. Aquí se toman muy en serio los partidos.

Entonces lo veo.

Allí, en el centro del campo, con el uniforme negro y rojo del equipo, está mi hermano.
Nate
Corre entre los jugadores, con una confianza que siempre lo ha caracterizado. La pelota en su crosse parece un imán, no se le escapa ni una.
¿Cómo...? ¿Cómo es que ya es parte del equipo?
¿Cuándo pasó esto?
No lo entiendo. Apenas si ha llegado.

—Y nuestro capitán... Is me baby boy —dice Mia con una sonrisa que me pone los pelos de punta.

—Dios... —murmuro apenas, mientras ruedo los ojos.

—¡Ethan! —grita ella, agitando la mano.

Él ni se inmuta. No le responde. Ni siquiera la mira.
Típico Ethan.

Mi hermano me mira y
Me lanza una rápida mirada y me guiña el ojo antes de seguir corriendo, como si nada.

—Oye, tu brother es muy guapo. No puedo creer que sean mellizos... no se parecen en nada —comenta Mia, sin filtro.

La miro de reojo, manteniendo la compostura.

—También soy su guía —agrega, inflando el pecho como si eso le diera algún tipo de poder.

Antes de que pueda decir algo sarcástico, dos voces familiares me interrumpen por detrás:

—Tenemos que irnos —dice Ashley, sonriendo con ese brillo travieso en los ojos.

—¿Por qué? —pregunto, confundida.

—Ann... pues Oli nos necesita —dice Sofía con tono casual, como si fuera obvio.

Mia se cruza de brazos y da un paso hacia adelante.

—Oigan, ella no va a ir con ustedes a ningún lado —dice en tono molesto, como si tuviera algún tipo de autoridad sobre mí—. Escucha, no te juntes con ese par y su loca. Son de lo peor que hay por aquí.

Ashley da un paso al frente sin pensarlo dos veces.

—A ver, ¿y a ti quién te preguntó, Mia? Hazte una vida —le suelta mientras me toma del brazo.

No puedo evitar sonreír por dentro.

Nos alejamos hacia el estacionamiento. El aire afuera está más fresco y el cielo comienza a cubrirse de nubes.

—¿Qué hacemos aquí? —pregunto.

—Esperando al chófer, obvio —responde Sofía, sacando su celular para ver la hora.

En ese momento, un auto se detiene frente a nosotras. Es Ethan, claro.

—No soy su chófer. Suban o las dejo —dice con ese tono altanero que tanto lo caracteriza.

—No tienes que ser tan arrogante —le responde Sofía mientras abre la puerta del copiloto.

Ashley y yo nos subimos atrás. El auto huele a cuero nuevo y perfume caro.

El silencio es incómodo por un momento, así que lo rompo:

—Oigan... descubrí algo.

Ashley me mira con curiosidad.

—¿Qué descubriste?

Sofía gira levemente la cabeza desde el asiento delantero.

—Aah, chicas... mejor esperemos llegar —dice, como si presintiera que no va a gustarle.

Me acomodo contra el respaldo, mirando por la ventana.
Los árboles pasan rápido, difuminados por la velocidad.
Y mientras los veo, no puedo evitar pensarlo...

¿Qué pasará cuando descubran que todo esto es mi culpa?....

Cuando llegamos al restaurante estaba habierto pero no había nadie adentro entramos y se oye una voz es la de olí que nos grita que está abajo, cuando llegamos todos abajo olí está con su abuela

_por que duraron tanto eh? _ dice olí centrada con su abuela o eso es lo que pienso yo .

_hola abu _ dice Sofi , la mira extraña y digo _tu abuela?_
_no ,que ? Es la Abuela de todos _

_ señorita king tenía muchas ganas en conocerla _ me acerco y ella tiene los ojos blancos y raros como una película sobre brujas .

Y me preguntó cómo sabrá ue soy yo y como sabe mi apellido.

_ o linda se muchas cosas más de lo que tú puedes ver ,que este siega no significa que no vea _.

_y sabe quién es el muerto que nos persigue _ dice Ethan

_ un Blake y una king en la misma abitacion eso dice mucho de qué hablar _

_ooh pequeños están metiendose con cosas peligrosas cosas que no son de este mundo ni de esta época " verdad Ashley" _



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En el texto hay: mucho misterio

Editado: 03.08.2025

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