La verdad entre las sombras

Fourteen (14)

Maddi

El día había sido... normal. Raro, viniendo de mi vida últimamente. Anoche le conté todo a Nate. No dijo mucho, pero entendió. Lo noté en su mirada antes de irse de casa sin despedirse, como siempre hace cuando se le revuelven los pensamientos.

Pasé el día en la escuela -sí, primera vez en siglos. Luego, directo al restaurante. Al llegar, vi que había bastantes clientes, pero nada del otro mundo. El turno de la mañana ya se estaba yendo.

Me puse el uniforme a toda prisa y comencé a llevar órdenes. Hoy solo estábamos Olivia, Sofía y yo. Llevábamos horas cuando apareció él.

Ethan.

Entró por la parte de atrás. Tenía el rostro lleno de moretones, la muñeca vendada y esa aura de "ni me hablen" flotando a su alrededor.

-¿Oye, qué te pasó? -le pregunté, sorprendida.

Me miró, con esos ojos que no sé si están vacíos o llenos de furia contenida.

-No te importa, King.

Uf.

-Oye, ¿qué te pasa? Yo solo-

-Dos King, Maddy. Dos King -dijo interrumpiéndome. Se detuvo un segundo, respirando fuerte-. Por favor... no quiero otra.

Me dejó ahí parada con esa frase que no tenía ni pies ni cabeza. ¿Otra qué? ¿Otra pelea? ¿Otra decepción? ¿Otra King?

-Solo... Ethan...

Se detuvo en la puerta, giró a medias hacia mí. Su expresión cambió. Se suavizó un poco.

-Solo déjame ayudarte. Te juro que por mi ayuda, no te vas a quemar -le dije con una media sonrisa.

Él me miró con cansancio en los ojos, y por primera vez en mucho tiempo, su voz fue casi dulce:

-Estoy bien, ¿ok? Solo fue un accidente.

Y se fue.

Me quedé un segundo más ahí. A los minutos salí a la sala y justo cuando paso por el pasillo, veo a Nate entrando por la puerta principal... también golpeado.

¿Coincidencia? No lo creo.

-No me digas... ¿también tuviste un accidente? -le dije con una ceja levantada.

-Tu chico loco con problemas de ira me golpeó. Yo solo me defendí -respondió con una sonrisa que no sabía si era divertida o dolida.

-Primero, no es mi chico. Segundo, tú debes haberlo sacado de su zona de confort. Y tercero... eso no fue defenderte. Lo masacraste.

-Ven, te curo eso -le dije con resignación.

Lo llevé a la cocina y lo senté en la mesa. Busqué el botiquín y saqué alcohol y gasas.

-Oye, soy tu hermano, no tu enemigo -se quejó mientras limpiaba una herida cerca de su ceja.

-A la próxima, piénsalo antes de provocarlo.

En eso entraron las chicas.

-Oye, ¿le viste la cara a Ethan? -dijo Sofía entrando a la cocina y viendo a Nate.

-Genial. Aparte de guapo, pegas fuerte -le dijo con una sonrisa coqueta.

-¡Oye! -le reclamé.

-¿Qué? Ethan me la debía -respondió encogiéndose de hombros.

-guao , no se sabe cuál de los dos está más peor - dijo olí con ironia arquiando un eja .

- es el - agrego Nate con una risa con el ego por las nubes

- si es el - dijo Sofi riendo

- oigan ya basta - dije pera que paren y dejen de darle alas a este ,es muy presumido.- ya sabes dónde está Ash -dige un poco preocupada no la emos visto ni sabemos dónde está desde anoche.

-Me acaba de mandar un mensaje. Dice que nos espera en la noche. Me mandó una dirección -dijo Olivia desde el teléfono.

-¿Y qué le dijiste? -pregunté mientras le terminaba de curar la herida a Nate.

-Pues... que le voy a descontar el día. Igual que a ustedes dos. Vamos a trabajar -dijo como si fuera la jefa del FBI.

Nos reímos.

-Bueno fue un encanto verlas, muñecas -dijo Nate levantándose, ya medio curado-. Ahora tengo un partido que ganar. Cruela, tu teléfono.

Me lanzó mi celular y se fue. ¿Qué hacía él con mi teléfono?

-Oye... ¿tu hermano siempre es así? -preguntó Olivia.

-Solo cuando está drogado -respondí, muerta de la risa.

La tarde se está yendo rápido las chicas se la han pasado molestando a Ethan y yo solo observo y rio ,la verdad no quiero ni hacer el intento de burlarme de el , si no me soporta ahora imagínate haciendo mela de graciosa me causa algo de risa ese pensamiento.

Estaba de cajera cuando mi hermana entra y se dirige a mi si algo muy raro que hace ella aquí

- hola hermanita - me dice con su tono amargo y amigable que no me gusta ja como si fuera verdad.

- que quieres - le dije sin importancia,

- no puedo pasar a saludar a mi hermana pequeña a su trabajo - me contestó con sarcasmo.

Es tan insoportable cuando se pone en plan hermana mayor

Me quedo mirando la sin decir le nada pero con la mirada lo decía todo.



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En el texto hay: mucho misterio

Editado: 03.08.2025

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