La Verdad Sobre Iepcom 2: La Rebelión de los Oprimidos

Capítulo X: La Orden del Coronel

"Narrado por Troy"​

Desperté a las seis de la mañana, al igual que Blake y su padre, por lo que nos alistamos y salimos de ese fuerte, con la intención de marcharnos de allí. Sin embargo, nos encontramos con que los soldados de la Brigada de Liberación ya se encontraban afuera de aquel fuerte. Las chicas que me liberaron ayer por la noche, se hallaban justo enfrente de dicho grupo de soldados, quienes se veían expectantes, a la espera de algo, pero no tenía idea de qué podía ser.

—Ya dinos cuál fue la orden del Coronel Hathaway, Shirley—escuché decir a la chica que antes lideraba a esos soldados, antes de que ellas volvieran.

—Espera, Katherine —respondió ella, con voz serena, sin mucha prisa—. Ya les diré, no comas ansias.

Entonces la presencia de las chicas que no era,algo fortuito... La pelirroja, llamada Shirley, y su acompañante -que fue la que dió la orden de que me dejaran salir de la celda en la que me encerraron al llegar a ése lugar- estaban allí para darles a conocer instrucciones de parte de algún superior, y el resto esperaba a que una de ellas hablara finalmente, a eso se debía su impaciencia.

—Entonces ya dinos qué sucede —dijo otro de los soldados, que se notaba un poco fastidiado—. No tenemos tiempo para tonterías.

—Bien —dijo ella—. El Coronel ordenó que regresen al Cuartel cuanto antes, señores.

—Bueno, recojamos todo y vámonos de aquí —fue la orden que dió Katherine, muy decidida.

—No tan rápido... aún falta algo— dijo Shirley.

—¿Qué más ordenó? —preguntó el otro soldado.

—Dijo que los mejores de éste grupo iban a ser seleccionados para una tarea muy importante —les hizo saber ella, para después agregar—. Los mencionaré ahora: Nina, Katherine, Trent, Hiro y Owen.

—¿Qué vamos a hacer? —preguntó de nuevo aquel soldado, un poco intrigado.

—Buscar a una persona —fue la respuesta que recibieron de su parte—. A una mujer llamada Megan Knox.

"¿Buscan a Megan? ¿Con armas? Ella le tiene fobia a las armas, no sé cómo lograrán hacer que acceda a ir con ellos cuando la encuentren", fue lo que se me vino a la mente al escuchar eso, no les será nada sencillo hallarla -para mí tampoco lo es realmente-, sin embargo, creí que lo más conveniente era no decir nada, por precaución, aunque Blake me preguntó en voz bsja, un poco confundida:

—¿Qué no es tu amiga? ¿Por qué la buscarán?

—No lo sé —le respondí, muy serio—. Pero eso no me gusta.

—¿Por qué no?

—Ellos no la conocen —le expliqué, dándole a conocer lo que me hacía desconfiar de esas personas—. Espero que la busquen para algo bueno.

Mientras hablábamos, los chicos y chicas mencionados por Shirley se acercaban a donde ella se encontraba y Katherine le preguntaba:

—¿Para qué la buscaremos?

—Pues porque ella puede poseer información y pruebas en contra de la Doctora Jhonson y el Jefe de la Policía Central Fitzpatrick— respondió ella, muy seria—. Ella ha estado buscando todas las maneras posibles para hacer que paguen por sus crímenes...

"Al menos ya sé que estamos del mismo lado", pienso, un poco más tranquilo al escuchar lo que esa chica había dicho, pero entonces Katherine preguntó:

—¿Y qué hacemos con ellos?

—Si quieren pueden ir con nosotros— respondió su compañera, un poco seria.

—De acuerdo —dije, no pensaba dejar que hicieran algo mal y Megan o alguno de los demás saliera lastimado.

Bernie y Blake me miraron extrañados, pero no me dijeron nada, pues sabían que el que buscaba a Megan y a los chicos era yo. Janet, que acababa de salir del fuerte en aquel momento, nos dijo:

—¡Oigan! ¡No se olviden de mí!

—Un momento... ¿dijiste nosotros, Tea? —preguntó Katherine, al caer en cuenta de lo último que les dijera la castaña.

—Por supuesto— respondió la chica, con un claro dejo de sarcasmo en su voz—, ¿creyeron que el jefe iba a dejar que fueran solos en una tarea tan importante? Nosotras iremos con ustedes, desde luego.

—¿Y cuándo nos vamos? —preguntó Bernie, un poco apresurado.

—¡Ahora mismo, señores! —exclamó Shirley, para luego decirle a los nombrados anteriormente—. Vayan a sus vehículos, buscar a esa mujer es prioridad. El resto, vayan al Cuartel General lo antes posible.

Los soldados fueron a sus vehículos y se marcharon de allí, rumbo al Cuartel de la Brigada de Liberación, para reunirse con el Coronel Hathaway y los que fueron elegidos por él se acercaron a Shirley y a Tea, para recibir instrucciones sobre su tarea. Un momento después, Shirley nos dijo:

—Ya pueden buscar un auto o lo que necesiten para ir con nosotros.

—Yo quiero mi camioneta —dijo Bernie, recordando que su vehículo se había quedado en el motel de Janet.

—Pero por ahora debemos buscar otra forma de viajar, papá —lo consoló Blake, para subirle el ánimo—. Allá hay un auto, servirá para que viajemos los tres juntos..

Bernie caminó hacia el auto, algo desanimado, pues no era su camioneta. Él era muy apegado a ese vehículo, tal vez porque había sido importante en su vida, pero no hablaba mucho de eso; dejé de pensar en eso cuando nos llamó para que fuésemos a donde se encontraba, sin embargo, antes de que avanzáramos mucho, lo puso en marcha y condujo en reversa hasta nosotros, para después decirme, apenado:

—Olvidé que no puedes hacer mucho esfuerzo, por tu herida, Troy.

Blake abrió la puerta del auto y me ayudó a subir sin muchos problemas, para luego sentarse en el asiento del copiloto, junto a Bernie. Janet nos seguía y se sentó a mi lado, por lo que Bernie comenzó a seguir a las dos camionetas, en las que iban los soldados que tenían la tarea de buscar a Megan.

—¿Él es su hijo, señor? —le preguntó la mujer a Bernie.

—No —dijo Blake, adelantándose a responder—, yo soy su hija.

—¿Ah no? —preguntó, algo asombrada al saber eso—. Es que ustedes son muy cercanos, como una familia.




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