Cuando me levanté, lo primero que busqué fue un reloj, para ver la hora y, al hacerlo, salí a bañarme lo más pronto que pude, pues ya era mediodía. A veces duermo poco y otras duermo de más, -es una locura, realmente-, lo siguiente fue ir a la cafetería a almorzar, porque tenía un hambre atroz, y sabía muy bien que cuando no llegaba a probar bocado por mucho tiempo, me ponía de mal humor, lo cual era algo que no podía permitirme en estos momentos, debía estar atenta a cualquier cosa que pudiese pasar o decir, sin pensar en un momento determinado, ya que estaba siendo vigilada por mi "guardaespaldas" todo el tiempo, y si él llegaba a enterarse de mis planes en contra de la bruja de Jhonson, se lo haría saber a ella y estaríamos metidos en serios problemas.
Por lo mismo, fui a mi oficina, a ver si mi guarura no se encontraba allí, esperándome o algo por el estilo, para guardar las apariencias con la gente en IEPCOM, sobre todo con el tío Jhon, pero al llegar allí, no lo vi por ninguna parte, lo que me hizo deducir, muy seria:
—Seguramente debe estar informándole a su jefa de todo lo que he estado haciendo, desde su llegada. ¡Todo esto es muy estresante!
Un momento después, mi celular comenzó a sonar, por lo que lo saqué de mi bolsillo, para ver qué pasaba, y vi que se trataba de una llamada de Cloe, por lo que me apresuré a contestar, un poco más animada:
—Hola, Cloe. ¿Qué hay de nuevo?
—Nada, Megan —fue su respuesta, pero la sentí un poco nerviosa al hablar—. Quería saber si no estás ocupada ahora.
—Sabes muy bien que no, ¿qué se te ofrece?
—Lo que pasa es que quiero que nos reunamos hoy, amiga —me dijo, con cierta timidez—. ¿Qué te parece?
—Me parece muy bien, voy a ver si los chicos están libres ahora... ¡Hoy hay reunión sea como sea!
—Espérame entonces —concluyó ella, más tranquila—. Ya voy a tu oficina.
Después de eso, ella colgó la llamada, por lo que yo aproveché para marcarle a Stuart. Él tardó un poco en responderme, pero un momento después me dijo:
—Perdón por la tardanza, pero es que Jhonson mandó a hacer una reunión hace un rato y tenía que estar presente.
—¿Alguna novedad? —le pregunté, muy intrigada, ya que si eso tenía que ver con el "Proyecto Irión", era muy importante tener ésa información.
—Voy a tu oficina, no me gusta hablar del tema por teléfono, lo sabes bien, Megan.
—¿Tienes el número de Garrett? —le pregunté, algo curiosa.
—¿Cuál de todos? Es que él no tiene un número fijo, dice que es peligroso, por su " trabajo". Puedo darte el número de teléfono de su casa, si lo deseas.
—De acuerdo —bufé, algo fastidiada.
Stuart me dió el número rápidamente, para luego colgar la llamada, por lo que me dispuse a llamar a casa de Garrett. Tenía que hacer que se conectara, porque, si no, no sería lo mismo, pues él era el hacker del equipo y el que tenía mayor acceso a la información de la compañía y de la Doctora Jhonson y Fitzpatrick en ése instante. No quiero dejar a nadie fuera de éste asunto, pues somos un equipo.
—¿Quién habla? —me preguntó una mujer, con un tono de voz cortante, y muy seria, que supuse que era su madre.
—Buenos días, señora —le dije, muy serena—. ¿Podría hablar con Garrett?
—¿Y de qué quiere hablar con él? —volvió a preguntar ésa mujer, haciéndome notar que estaba molesta.
—Es un asunto de trabajo —le respondí, tratando de mantener la calma.
—Ya lo llamo —dijo ella, muy seria, para después comenzar a llamar al chico, dando gritos muy fuertes—. ¡Garrett, levántate holgazán! ¡Éstas no son horas de dormir, arriba! ¡Alguien está llamando a mi casa y quiere hablar contigo de "trabajo"! ¿En qué lío estás metido ahora, jovencito!
Mientras ésa mujer lanzaba semejantes vitoreos, yo tuve que quitar la bocina del teléfono de mi oreja, pues eran tan fuertes que no quería aturdirme con todo ése escándalo, pero al cabo de unos minutos, se escuchó la voz del hacker, que preguntó, desganado:
—¿Quién habla?
—Garrett, soy yo —le dije, aburrida.
—¿Megan? ¡Siento mucho lo que pasó con mi madre! Ella es así con todo el mundo.
—Sólo llamaba para decirte que te conectes —le dije, con cierto recelo—. Es que habrá reunión del equipo en un rato.
—¿Y tu "sombra" no anda por ahí?
—No, es por eso que la reunión tiene que ser ahora —le expliqué, un poco más animada—. Hay que aprovechar que no está por aquí.
—De acuerdo, ya voy.
Colgó la llamada y, un momento después, ya estaba abriendo el videochat. Cuando lo hizo, Stuart entró a la oficina, seguido de Cloe, que llegó un momento después, por lo que les dije, muy emocionada:
—¡Llegaron justo a tiempo!
—Hola, chicos —dijo Garrett, que no tenía muy buen semblante, seguramente debido a que no había estado durmiendo mucho últimamente.
—Bueno, vayamos al grano —dijo Stuart, muy preocupado—. Apenas y tenemos tiempo para esto.
—Amargado —dijo Cloe, fastidiada por la conducta de mi mejor amigo.
—Comenzaré yo —dijo él, con mucha prisa—. Hoy Jhonson nos presentó a los “XR”. Su plan es educarlos para que se adapten al mundo normal.
—¿Algo raro? —preguntó Garrett.
—El que todos parezcan “superchicos” y tan “perfectos” me molesta —respondió mi amigo—. Casi todos son más altos que yo, ¡eso es muy raro para mí!
—Eso es porque tú eres un enano —dijo Garrett, con tono burlón.
—Y tú un gigantón largurucho —respondió Stuart, con un tono de voz muy seco.
¿En serio se iban a tratar así ahora, en medio de una de nuestras reuniones? ¡Qué inmaduros! No permitiría conductas como ésa en circunstancias como ésta, así que decidí intervenir, antes de que llegaran a pelearse, eso no nos convenía en lo absoluto.
—¿Podrían dejar sus burlas para después chicos? Esto es algo serio. Por otro lado, Cloe... ¿Viste algo raro en los videos que Garrett envió?
—No —fue la respuesta que me dió ella—, pero vi cosas muy familiares en uno de ellos.
—Dinos.
—No, antes debo aclarar algunas dudas —aclaró la chica, un poco pensativa—. ¿Alguien escuchó a Jhonson y a Fitzpatrick en alguna de sus conversaciones?
Stuart y Garrett levantaron la mano -el hacker la mostró a la pantalla del chat-, por lo que Cloe prosiguió con su alocución, un poco más serena:
—Además de la sociedad que existe entre ellos dos y lo del burdel que manejan... ¿Alguno de ustedes los oyó hablar de algún rebelde o algo así?
—Yo escuché a Jhonson hablar de un “chico problema”, al que ella ordenó sedar —dijo Stuart, mientras rememoraba lo que había escuchado en aquella ocasión, en la que había espiado a ésa mujer.
—Ellos hablaron de una “oveja negra” —dijo Garrett, un poco más serio—, lo raro fue que la Doctora Jhonson dijo que tenía una tarea para él, que le sería muy aburrida. Y casualmente, unos días después, sucede lo del...
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Editado: 20.05.2025