La Verdad Sobre Iepcom

Capítulo XXX: Ocurre lo Inevitable

"Este capítulo es narrado por Stuart"

​Troy y yo estábamos solos en la oficina de Megan, después de que el Doctor Sanders se las llevara a ella y a Cloe a hacer algo que ni al chico ni a mí nos ha quedado claro, por lo rápido en que se suscitó ese evento. La sorpresa se notaba a leguas en ambos, pero Troy me preguntó, un poco preocupado:
—¿Qué se supone que haremos ahora?
—Esperar a que las chicas regresen para saber lo que pasa con Sanders —le dije—. Eso sería lo correcto, Troy.
—Bien, pero... ¿Has tomado en cuenta que ellas pueden tardar en volver?
—Así es, pero debemos tener paciencia —fue la respuesta que le di, aunque no lo vi muy convencido.
—Tengo una idea.
Oh no, esto no me gusta... por un segundo me imaginé a Megan haciendo un plan, en el que yo tendría que hacer la peor parte, lo cual no me agradaba para nada, pero aún con ese pequeño presentimiento, le pregunté:
—¿Y de qué iría ese plan?
—Sencillo —respondió el chico, mientras esbozaba una sonrisa pícara—, iremos a la oficina de la Doctora Jhonson y pediremos "prestado" su diario.
Lo sabía, tiene eso de los planes descabellados en común con Megan... ¡Qué desgracia la mía! Acababa de asimilar que era el doble agente del asunto, con la tarea de investigar a la Doctora Jhonson y de informarle a Megan sobre lo que hace en la compañía, eso ya de por sí me parece riesgoso, para que ahora venga Troy y me proponga algo así... ¿Por qué se les ocurren cosas tan locas a los dos?
—No me parece.
—¿Qué es lo que te preocupa? —me preguntó el chico, curioso—. No vamos a hacer eso ahora mismo, pero yo quiero que hagamos planes para eso desde ahora, porque la idea es hacerlo bien... ¿No crees?
Algo de calma se apoderó de mi ser en ese momento, pues al menos sabía que Troy esperaría el momento indicado para llevar a cabo su plan, aunque seguía pareciéndome descabellado.
—¿Y en qué momento piensas hacerlo?
—En el momento que considere adecuado —concluyó Troy, con algo de misterio en su voz.
De repente, en todos los altavoces del edificio se escuchó lo siguiente:
—Todos los involucrados en el Proyecto Irión, por favor presentarse en el área de adaptación de los sujetos de prueba del mismo. Su presencia es necesaria y urgente, es de extrema importancia que estén aquí.
Eso me hizo pensar: "Algo malo ocurre", por lo que me dirigí a ése lugar lo más pronto que pude, para saber qué era lo que estaba ocurriendo allí, además de ver la trascendencia de los hechos, porque todo lo que ocurriese en ése sitio era trascendental para nosotros y nuestros planes -o mejor dicho, los de Megan- y así, estar preparados ante cualquier eventualidad que pudiese suceder en IEPCOM.
Al llegar allá me encontré con una realidad muy preocupante: los XR estaban empeorando, se veían muy mal y ya los daba por perdidos. Tuve que dejar de pensar en lo mal que me hacía sentir lo que pasaba, porque una de mis colegas me dijo:
—Vamos, debemos hacer lo que esté en nuestras manos para salvarlos.
Voy con esa chica, no pienso dejar que alguno de esos chicos muera, no mientras se encuentre en mis manos. Algo a lo que yo no podía resignarme era a ver como la raza humana iba desapareciendo y muriendo poco a poco, sin poder hacer nada para detenerlo; aunque la Doctora Jhonson no era la mejor mujer del mundo, al menos tenía la convicción de salvar a los seres humanos, su manera era poco ortodoxa, pero al menos lo estaba intentando.
Los síntomas eran muy claros: fiebre alta, mayor de cuarenta grados, algo que parecía quemarte cuando tocabas a los enfermos- en este caso, los sujetos de prueba-, aparte de que tenían mucho dolor en los huesos, lo que se podía notar de cerca y el cuadro se completaba con convulsiones recurrentes, a causa de la fiebre que tenían. Yo me acerqué a donde estaba la XR-2 y comencé a colocarle compresas frías en varias partes del cuerpo, tratando de bajar su temperatura corporal: "Si Megan me viera en estas, seguramente se molestaría conmigo", fue lo que se me vino a la mente y después caigo en cuenta de que ella podría hacer lo mismo que yo en estas circunstancias.
Lo que ocurrió después fue algo que no me esperaba: La Doctora Jhonson recorrió todas las habitaciones, preguntando por el estado de salud de cada uno y al recibir las respuestas de los que se encargaban de cada uno de los sujetos de prueba, la vi salir del lugar, a paso lento, como si hubiese acontecido una tragedia... y así era.
Le habían informado que tres de los sujetos de prueba: La XR-4, el XR-7 y el XR-9 no habían resistido la enfermedad y acababan de decirle a su creadora que habían fallecido, no creo que eso sea bueno, ni para ella, ni para nadie en la compañía, yo por lo menos considero que no lo es y menos para el Doctor Sanders, que ha invertido tanto en su proyecto.
Además, eso era lo que menos quería Megan... pero así fue como se dieron las cosas.
Continuará...




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