CONOCIENDO AL CONTRARIO

La reunión siguió muy entretenida, ya Lars y Harry habían conseguido lo que esperaban, conocer al otro, tener una idea de a quien se estaban enfrentando, Catalina y Harry salieron a la terraza del Pent House a fumar y ella le preguntó:

-Por qué no aprovechaste de decirle sobre el origen neerlandés de tu familia?, eso serviría para crear un lazo, una simpatía, no sé.

-Querida, no hables de eso aquí, yo sé por qué te lo digo.

-Harry quedamos en el acuerdo de colaborar juntos y respetarnos, no me trates como una tonta y dime por qué no tocaste ese tema.

-Mmmm como te explico, esto es como un juego de ajedrez entiendes? Cada quien mueve sus piezas, el nos trajo para examinarnos.

-Y nosotros vinimos a lo mismo.

-Exacto!!

- Entonces?

-Este crimen es evidentemente cometido por alguien de origen europeo, para qué hablarle de eso?

-Por favor Harry, Van Horn no es un apellido autóctono de Venezuela, pero si lo es de Europa, dime la verdad.

-No debemos hablar de estas cosas aquí, que te parece si hablamos cuando lleguemos a casa.

Cuando terminaron de fumar y se disponían a entrar a la sala de nuevo, vieron salir a la terraza a Lars con una pipa negra muy particular.

-Amigos no me abandonen, acompáñenme un rato, la noche está fresca y quiero disfrutar de este tabaco.

-La verdad, fumé un cigarrillo recién y ya mis pulmones recibieron su dosis, pero gracias, fume que nosotros le haremos compañía. ¿Qué tipo de tabaco fuma?

-En este momento uno picante, es perique lo elaboran solo en Luisiana, lo mejor de lo mejor.

-Esa pipa es de baquelita?

-Si, madera de ébano y baquelita, una antigüedad de adquirí en un mercado de pulgas sirio, en menos de cinco dólares.

-No gusta de fumar pipa.

-Soy de gustos mas ordinarios doctor, enrolaba mis tabacos en el pasado

 pero ahora le di la oportunidad a la industria tabacalera y fumo Marlboro.

-Una lástima, hay picaduras que pueden ofrecerle verdaderos viajes, usted me entiende, hay otras, en cambio que son relajantes y otras excitantes, hay de todo. Por cierto tienen algo que ver con la familia Van Horn de Brujas.

Lo sabía, Lars estaba tras ellos, Harry sonrió y solo dijo.

-No, no les conozco.

-Son mis amigos, hay por lo menos 100 personas con ese apellido en Bélgica.

-En Venezuela solo somos 3 con ese apellido, mi hermano, mi esposa y mi persona.

-Cuando llegaron a Venezuela?

-Nacimos aquí, tanto mi hermano como yo. Doctor Lars quiero preguntarle algo, ¿me está interrogando?

-No por Dios, solo quiero que nos conozcamos mejor, se que este es el inicio de una buena amistad.

-Agradezco sus palabras, pero Catalina está cansada y vamos a retirarnos, espero volver a verlo.

-En su casa, tal vez, ¿una cena?

-Eh, si, me parece bien, le llamaré para darle fecha y hora.

-Debe llamar acá, no uso celulares, no me gustan, pero aquí siempre hay quien tome el recado. Ah, por cierto, me encantaría contar con la presencia del tercer Van Horn el día de nuestra cena y así conoceré a la familia entera.

-Haré los arreglos para que Jack esté presente, fue un gusto compartir con usted esta velada.

Catalina y Harry se despidieron del resto de los invitados y camino a casa hablaban de sus impresiones sobre el doctor Lars de Vries.

-¿Qué piensas?

-Aquí no hay casualidad, Catalina, nos trajo con la intención de conseguir las piezas que le faltan a su rompecabezas.

-¿De ser así por qué no invitó a Jack?

-Jack y él no tienen nada en común, imagino que se le hizo más fácil conseguir amigos comunes conmigo que con Jack.

-Si, eso es cierto, además no será a Jack a quien se enfrenten en juicio, sino a nosotros.

-Touché!... El enemigo no es pequeño Cata, hay que poner manos a la obra, conseguir pruebas exculpatorias para mi hermano y estar listos para cuando llegue el momento, ya escuchaste que quiere conocer a Jack, es la pieza que le falta.