Mientras esto ocurría Jack dormía, se había acostado a las 9 de la mañana así que paso el día dormido en su apartamento, sólo. Se despertó a las 7 de la noche pero olvidó encender su teléfono, se disponía a cenar cuando quiso ver sus mensajes y redes, al encender el móvil vio 23 llamadas perdidas del teléfono de Catalina y 11 del teléfono de Harry, los llamó de inmediato.
-¿Qué pasó? ¿Por qué tentas llamadas de ustedes?
-¿Dónde estás Jack?
-En mi casa, me desperté recién, ¿qué pasa?
-Hay otro cadáver Jack, mataron a otra mujer, dime donde estuviste anoche.
-Aquí en mi casa, jugaba en línea en eso estuve hasta temprano en la mañana.
¿Conocemos a la víctima?
-Sí, yo la conozco, me reuní con ella al investigar el homicidio de Jackeline, era su compañera de habitación y era testigo en la investigación.
-Mas de lo mismo, siempre nuestra familia vinculada de una u otra forma, ¿cuándo va a acabar esto?
-Hay manera de comprobar que estabas en tu casa?
-No lo sé, yo estaba solo, jugaba en línea, tal vez hay forma de verificar eso, la verdad no lo sé.
-Una pregunta Cata, ¿Harry estuvo contigo anoche?
-¿Harry? sí claro, él estuvo conmigo, por qué lo preguntas?
-No, por nada.
En la medicatura Forense la doctora Obrien, Medina y los detectives esperaban la llegada del cuerpo de la víctima.
-¿El doctor Lars, no nos acompañará?
-Sí, está afuera fumando su pipa, mientras llega el cuerpo.
Media hora después llegó la furgoneta con el cuerpo de la víctima, lo pasaron a la sala de examen y prepararon los instrumentos para ejecutar la autopsia de ley. Mientras la Dra. Obrien se lavaba y vestía su uniforme desechable, llegó Lars y se ofreció asistirla, pero la doctora le dijo que solo podía ser espectador, porque el ejercicio estaba regulado por reglamentos que prohibían que extraños a la institución intervinieran activamente en el ejercicio de un examen medico forense. Lars aceptó, se puso un uniforme desechable y se ubicó al lado de Medina a metro y medio de distancia del cuerpo para no obstaculizar el transito de la doctora alrededor de la mesa de intervención.
Al descubrir el cuerpo y colocarlo sobre la mesa, Medina observó atentamente a la doctora Obrien, le impresionó enormemente esa mirada, a la medico solo se le veían los ojos ya que su cara estaba cubierta por la mascarilla y su cabello por un gorro quirúrgico, solo quedaba a la vista esos ojos que expresaron tantas cosas al toparse con la maldad. Se tomaron las muestras biológicas del cuerpo y luego se procedió a lavarlo, el agua corría y diluía la sangre seca de la piel, la doctora con toda delicadeza limpió cada centímetro del maltrecho cuerpo en completo silencio, como si sintiera el dolor que había sufrido la joven.
No entendía por qué le afectaba tanto, ya habían pasado por su mesa infinidad de cadáveres que habían tenido encuentros fatales con la maldad, pero lo que presentaba este asesino en particular le tocaba fibras de su ser que hacía tiempo estaban dormidas.
En su infancia se había criado en una familia numerosa y de muy bajos recursos, su madre una evangélica convencida y comprometida, dejaba a sus hijos en la iglesia todas las tardes mientras ella se dedicaba a los oficios de la iglesia, la niña sufría abusos de un pastor que flagelaba sádicamente a los niños de la congregación para enseñarles el dolor de cristo, esos maltratos eran aceptados estoicamente por su madre que sentía que el pastor le hacía un favor al enseñarle a sus hijos el camino del señor, tiempo después el permisivismo de los padres envilecieron al pastor quien comenzó a abusar sexualmente de ellos.
Esto sucedió hasta que notó que el pastor se comenzó a fijar en su hermanita menor y se arriesgó a contarle lo que sucedía a un policía vecino, inmediatamente el policía se llevó a la niña a la medicatura forense sin el permiso de su madre, lo que sucedió a continuación es que el medico que la examinó tomó el caso como un proyecto personal y la acompaño en todo el proceso hasta lograr que fuera separada, al igual que sus hermanos, de su madre y llevados a un albergue para niños abusados. Esta experiencia hizo que ella viera en la policía y en el médico forense la personificación del heroísmo, desde ese momento supo que quería ser como ellos.
Esa mirada estaba cargada de todo eso, del dolor conocido, del miedo y la impotencia, del silencio del desesperado y del destino del que fue salvada.
Nadie se atrevía a hablar, la medico hacía su trabajo en silencio, al terminar de lavar el cuerpo, procedió a iniciar la autopsia, encendió su grabadora y comenzó a relatar a su aparato electrónico, el procedimiento paso a paso.
Se describe etiología médico legal de la muerte de tipo violenta homicida, mujer de 21 años, como consecuencia de infarto al Miocardio.
El cadáver presenta lesiones ante mortem como son en primer lugar una cordectomía; una laceración en la nariz con rotura del hueso sobre el puente nasal con equimosis color violácea en ambos pómulos producto de la fractura; luxación total de hombro; rodillas laceradas hasta la rótula; herida en la muñeca izquierda entre el radio y cúbito que tiene un orificio de entrada y de salida infligidas con arma blanca.