1er sub. cap. “El comienzo de un fin principal″
¿Qué es qué?
–¿Perdón no entiendo la pregunta? –.
Pues claro joven, no está poniendo atención en clase.
–Perdón maestro–.
¿cómo?
–Que diga; prefecto–.
Ya le he dicho que maestro es para nivel de preescolar y primaria, usted está en secundaria un nivel de cero tolerancia y cien de respeto.
–Si okey, pero, ¿pero a nosotros como nos deben decir? –.
Como siempre solo vea la diferencia, usted es el que aprende y yo la que le enseño.
–Bueno perdón “prefecta” no era mi intención interrumpirla–.
(La maestra dirigiéndose a la clase).
Niños no, que diga, jóvenes paginas cien y ciento uno de su libro de algoritmos matemáticos.
(Un compañero dirigiéndose al chico).
Vaya que eso estuvo fuerte, le hubieras dicho algo para que se callara esa vieja loca.
–No claro que no, podre no ser el mejor alumno de la escuela, pero tampoco seré entonces el peor–.
(Le contesta con desilusión);
Como quieras, pero así jamás te verán bien ni serás aceptado por mucho de nosotros.
(No es que sea popular, pero en la verdad es que no lo aceptaban. Su compañero con susurro le dice)
Si quieres ser aceptado consúltalo con la almohada, intenta ser más “cool”.
(Pobre niño, en fin, estamos a mediados del primer grado de secundaria y Benjamin el que se considera protagonista está cursando la etapa más difícil, pero la “más bonita”, no me crean, no digo que lo consulten con algo, si no con la realidad. Muchos jóvenes ya mayores de dieciocho entenderán.
Pasaban las semanas unas tras otras, y nuestro amigo debo admitir como una responsabilidad mía, que aquel pillo no sabía mucho de nada así mismo no lo culpo, pues todo lo que pasaba y le paso se le quedo como una gran mancha para Benjamin, conste que no lo digo como un pretexto.
A pesar de que por su mal comportamiento y pésimo respeto con sus compañeros que alguna vez fueron la mayoría de sus “mejores conocidos” lo fueron alejando, que eso no lo detuvo al protagonista, solo porque su historia ya era desgarrada, solo piénselo, salir de un preescolar y primaria último modelo que te consintió ocho años, con una edad de casi once años, y entrar de golpe a una secundaria de lo peor, o así es como la describe el joven.
Un cambio de gran tamaño, que su familia en vez de apoyarlo lo empezaron a presionar en tan solo las dos primeras semanas, aunque no me crean la escuela tuvo que llamar a sus padres por “mal comportamiento”, ¿debía el chico pedir perdón? Nuestro amigo está algo enojado, por lo que ha sufrido y pasado, esto solo se trata del pasado).
–No sé si alguien me comprenda, apenas siento que mi perrita lo hace, después de todo tengo que estudiar para exámenes extraordinarios que será en unas pocas semanas, debo esforzarme si quiero pasar el siguiente año, sin vacaciones ni diversión o televisión ni consolas, solo estudiar y estudiar, que creo que luego de eso era estudiar un poco más. Pero conste que no fue mi culpa ya que ellos me metieron a ese lugar sin avisar, creyeron que sería un ser impresionante que detonaría gran inteligencia a mis compañeros, que gran error de los padres creer ese tipo de cosas. De seguro también esto pasaba con mis compañeros, si no es que con todo público joven en general. Algún día me librare de esto, si bien espero que sea más temprano que tarde. Aun debo admitir que siento un gran amor, una extraña palabra.
La busque en el diccionario, aunque les suene loco buscar la respuesta en un libro, lo cual pienso no esta tan mal, como digo “un libro te es más fiel que a tu propia piel” que, aun así, los libros fueron creados por gente. Al leer la definición venia; “sinónimo de amor, se refiere al sentimiento de efecto intenso hacia otra persona o cosa”, en verdad que tenía razón–.
–Mi emoción hacia una persona, pero a veces me contradigo diciendo si será por amor o solo son las condenadas hormonas, seguramente tú también lo haces de contradecirte, pero y quien es el ganador.
No lo descubriré hasta en verdad sentir la caída del desamor, o conocerla un poco más, creo que intentare la menos dolorosa.
Dirán que no vale la pena, pero si lo vale o para mí, vivía por fortuna en el mismo fraccionamiento que yo, su belleza se compara con rosas, tenía mirada como de una estrella, como una hoja nacida en el aire de la primavera, pero tan orgullosa que me fingía un amor que nunca lo sentí de veras, ¿o era porque en verdad no le llamaba la atención para nada? La sentía tan fría y vacía de adentro como por fuera, lo bueno que es feliz, con mis ojos azules tapatíos la veía así.
Digna de presumirle a todos los seres humanos de tener una cosa tan bella, cada de quería golpear algo por enojo mejor pensaba, otra mejor manera de impresionarla, algunas mujeres les gusta los hombres rudos, sin futuro, sin principio éticos y sin valores que solo les gusta drogarse.
Ese tipo de hombres si se les dice de aquel modo, no le llamaba la atención a mi dama, lo comprobé por que algún día le pedí de favor a un amigo que le dijera en un pequeño jardín principal público para la colonia “hazme el gran favor amigo de decirle en frente de ella que te gusta el desorden, no trabajas y fumas”, algo fuerte, que como amigo lo hizo, apenas pude ver como puso la cara de sorpresa cuando escucho el fragmento, ¡no lo intenten! Pues al día siguiente ya nadie quiso hablarle, bueno que ni vivía solo fue de visita. Un gran amigo, eso fue en sexto grado, mi amigo cuyo nombre es André ya no lo veo–.