La vida ante$ y de$pué$ de un millonario

3er sub Cap. “Mi presente, fuente de la realidad”

(El pleito estaría resuelto con un sí, o un no. el no le importaba, pero si importaba que muchos se quedaran sin dinero, y a la vez que el ya no tuviera dinero. Grandes problemas, grandes soluciones, solo le quedaría buscar un trabajo como de albañil o de cerillo de supermercado, la verdad no podía pensar en él, se sintió muy mal, pensaba que era todo es su culpa, ocasionar el desequilibrio mundial en la balanza de la población.

Justo aquí hare una pausa para felicitar al Señor Chávez, el cual su verdadero nombre es Roberto Martínez Méndez, pero muchos le decían así porque se parecía al compositor Carlos Chávez, por lo que poco a poco se le fue quedando así. Aquel señor que cuido al chico como si fuera un hijo, sin importar los pocos corajes y las pocas cosas malas que ha hecho sin contar las que no sabe que ha hecho, no lo quiere dejar ir, pero al parecer veintitrés años ya es una edad muy grande para cuidar.

Es un sentimiento de amor, aunque lo haya tratado mal, bueno, ni tan mal, él lo quería, le mostraba agradecimiento pues sin él solo sería un hombre arruinado y sin trabajo. Aun había un poco de respeto, y como ya saben ese respeto esta llegando a su fin. Conforme pasaban los días, el estado de salud del chico no se mejoraba, se empezaba a notar un poco de enfermedad silenciosa y tormentosa en él, se mantenía activo gracias al café, los energizantes, y el azúcar.

Exacto, esas mismas cosas que ya no puede estar comiendo. Como era de esperarse, Benjamin jamás dijo algo al respecto, excepto con su agente, nadie más, para colmo no seguía sus estrictos horarios para tomarse la pastilla, francamente no se las tomaba, se hacia el que se las tomaba.

Ese problema no lo tiene por que no sea obediente, si no por el trauma que tiene de pequeño, si es que se acuerdan, ¿su primo paterno? Cuando más empezaba a tener hambre más se ponía de malas, no lo culpo, ¿Quién no?, ni un mes paso desde el día en que perdió su tratado y ya empezaba a tomar y fumar para poder “sentirse bien”, ese sentimiento de fallar en algo tan importante y haber hecho cosas terribles, lo condenaría por el resto de su joven vida, el cual, nuestro “héroe” no lo sabe.

Sus únicos alivios era el alcohol junto con tabaco. Claramente no es así, lo cual muchos adultos en el mundo no lo saben, al contrario, se hacen más daño al asarse adictos).

*Señor, veo que anda de mal en peor, lo mandare al hospital si sigue así*

–No, ya no hay nada que podamos hacer, es mejor dejarme morir–.

*No diga eso, existe gente que en verdad no extrañaran, por ejemplo, su ex novia que ya no depende de usted, se consiguió un buen trabajo, digno para ganar dinero por su hijo. *

–Que bien por ella–.

*Debió hacer lo mismo, si no quisiera depender de su novia junto con su trabajo, haberse ganarse el pan de cada día, por que eso es lo que hacemos los humanos, pero usted con ese estado medio enfermo de salud, no conseguirá ya nada*.

–Por eso te digo, ya déjame morir en paz, empiezo hacer un parasito, vivir de los demás, eso me recuerdo a mi infancia, cuando solo era un niño normal, que solo dependía de mis padres, para colmo, ahora será lo mismo–.

(En ese instante, una pequeña tele interrumpe fuertemente con una fuerte noticia).

“Damas y caballeros se les informa de la manera mas atenta una advertencia, un nuevo grupo llamado burgués revolucionario, esta azotando con todo el mundo, por favor no caer en su trampa y no creerse nada de lo que dicen estos charlatanes”.

(Si, yo les explicó, estos supuestos “barbaros" les decían así por temas del término “burgués”. Significa personas que pertenecen a la clase media alta. La revolución de estas personas de edades variadas, de 17–44 años, tenían el objetivo de arruina a las gente rica, mafiosa, corrupta, llena de avaricia. Y quien podía ser esas personas más que la gente que vende productos.

De ahí el nombre. Mediante la tele o redes sociales mostraban como en realidad eran y funcionaban los productos, créanme que la realidad superaba la ficción.

Lo que se lograba era que la gente perdiera el interés en esos productos, ¿Qué se lograba? Pues luego el dueño del producto tenía que pagarles en secreto a esas personas para no trasmitir la verdad.

Incluso podían borrarlo para evitar visualizaciones en todo el mundo. Por lo que los años dos mil veinte a dos mil treinta fueron como los ochenta, una gran sensación hacia la década. Por consiguiente, la humanidad tenía que avanzar de alguna forma para erradicar este tipo de tumor que poco a poco hundía la economía.

El origen fue al sur de Estados Unidos, pero logro escurrirse en todas partes del mundo, más en aquellos países donde los productos eran caros. Benjamin ya no le importaba, no por que le fastidiaran, si no por el cansancio en sus piernas, junto con la falla en su conciencia y razón, pues no cada vez empezaba a olvidar cosas, cosas que alguna vez fueron muy importantes).

 

–Dime algo Chávez, ¿qué fue lo que hice para llegar hasta acá? –.

*Bueno, todo empezó hace ocho años, usted solo dio su punto de vista a partir de un sueño muy complicado de entender, ¿Por qué la pregunta? *.

–La verdad ya no me acuerdo, ni siquiera me acuerdo de mi cumpleaños–.

*Por eso estoy aquí*.




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