La Vida Cabal

Capítulo 2 ✔

NICOL

  • Oye has escuchado algo de lo que he dicho — pregunta Camilo, mi novio

  • La verdad no, lo siento, estoy algo distraída —respondo

  • Ya no importa, solo préstame más atención —regresa al vestidor para cambiarse el traje por quinta vez, miro la hora anhelando que sea de noche para cenar con mis papas, me aburre mucho venir de compras con Camilo y más porque es un traje para una reunión que se hará el otro mes, él es una persona demasiado vanidosa. Sale del vestidor enseñándome su traje.

  • Se te ve genial —respondo fingiendo interés — por cierto, ¿ya casi nos vamos?

  • Es enserio —dice suspirando, agotado por mi pregunta —, te quieres ir ¿cierto? —niego con mi cabeza, aunque sea verdad, no lo puedo aceptar, sino se quejará con mis padres—. Solo no olvides que eres mi novia y debes apoyarme en todo, en la reunión debemos estar bien vestidos

  • Yo lo sé —respondo con una falsa sonrisa, mientras él se acerca a besarme me giro sutilmente —, me gusto como te quedo el tercer traje en realidad te ves muy bien

  • Are you sure? —pregunta y yo afirmo — ya me cambio la ropa y nos vamos

Me alegra que por fin dijo algo inteligente, mi tolerancia está llegando a su límite y más estando con él en este lugar donde es agotador ver como coquetea con la vendedora y se mira en el espejo, Camilo es insoportable normalmente, pero comprando ropa es otro nivel.

Camilo es hijo de un gran senador que trabaja en el congreso de la república, por ende, tiene una gran responsabilidad en cuanto a vestirse, en cada uno de los eventos que se realicen, aun así, lo toma muy enserio y se vuelve muy irritante, haciendo que mi fastidio por él incremente. Me llega un mensaje y veo que es de mi mejor amiga, me quedo pensando en su propuesta y le respondo.

Mejor Amiga

Vamos a salir esta noche ¿vienes?

5:47 pm

Nicol

No, estoy cansada

5:58 pm

Llamo a mi madre mientras termina Camilo de cambiarse de nuevo por la ropa normal, se había vestido de nuevo con el traje número 3 para comprobar lo que yo le había dicho; al segundo pitido contesta mi mamá:

  • Hola, mamá ¿dónde estás?

  • Bien hija, no creo llegar esta noche a cenar —se crea un silencio mientras me voy sintiendo mal, otra vez cenaré sola esta noche —, pero ¿cómo van las compras?

  • Ha sido estupendo —finjo alegría y veo que Camilo le coquetea a la vendedora otra vez, patético — cenaré con Rita porque papá estará igual ocupado, así que don’t worry.

  • Perdón hija, trataré de llegar lo más pronto posible

  • No te afanes, te dejo mamá ya casi saldré de la tienda —respondo mientras Camilo viene hacia mi

  • Gracias, hija por entender, cuídate —dice y cuelga al otro lado

Veo a una madre acompañada por su hija, disfrutando de una caminata tranquila, se ve mucho el amor que tiene la madre a su hija por cómo la trata y cuida, algo que hoy en día envidio, la atención que la da la madre a la hija ya que es algo que no he tenido estos días. Mientras vamos a mi casa, Camilo atiende un par de llamadas, lo que me beneficia mucho, ya que no tenía ganas de hablar con él y más que no me recalque el contrato que tenemos entre los dos, siempre lo hace si hago algo que le disgusta.

Desde que hice parte del contrato que hizo mi papá, con el papá de Camilo, tuve que acoger a todo lo que dice en éste, como ser una buena pareja para Camilo sin importar si ya no me gusta, antes lo veía de color de rosa, hasta conocer con el paso de los días la verdadera actitud e intenciones de Camilo.

  • Hija, a levantarse tienes que ir a estudiar —dice mi papá dándome un beso en la frente, adoro mis mañanas y más cuando mi papá es quien me levanta, por lo menos desde que tengo memoria, eso me hace sentir mucho mejor y más después de haber cenado la noche anterior con Rita; ella me ha cuidado desde siempre y cuida de la casa, solo que se está enfermando por la edad, aun así, hace parte de este hogar.

  • Hola, papá —respondo con una gran sonrisa —creí que no me despertarías

  • Siempre te vendré a despertar en la mañana, te espero abajo, ¿quieres que llame a Camilo y que pase por ti? —da un sorbo a su Starbucks

  • No, no lo molestes yo le pido el favor a Mateo para que me lleve

  • Bueno hija, te espero abajo —dice mi papá retirándose de la habitación.

Mateo es mi chofer y guardaespaldas, él siempre me ha cuidado desde que mi papá empezó a trabajar con el gobierno, siempre me ha querido y protegido como una hija, aunque no me gusta tener que depender de otra persona para que me puedan cuidar en caso de emergencia, es por eso, que aprendo defensa personal.

Me visto con mi uniforme, verificando que mi falda, chaleco, corbata y gaban estén en su lugar correcto, los colores del uniforme me resaltan mucho las pecas que tengo en mi mejilla por mi blanca piel. Es la parte que más amo de mi cuerpo, mis pecas son únicas.

Cuando bajo mi papá se encuentra leyendo el periódico, al verme sonríe, pero sus ojos se iluminan cuando ve a mi mamá y balbuceando logra decir.

  • Estas... hermosa —el detalle que tiene con mi mamá es genuino, es hermoso ellos me incitan a tener un amor tan puro como el de ellos, teniendo en cuenta que llevan muchos años juntos y no han dejado de prestar atención a todos los detalles.

  • Gracias, amor —dice mi mamá respondiendo con un beso en sus labios a mi papá, yo me sigo enterneciéndome con la escena.




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