STEVEN
Javier llega a la oficina, porque se ha enterado que he peleado con Martín por lo que le cuento lo que ha sucedido, él me dice que mientras se presentó el conflicto aprovechó y que pronto tendrá información acerca del viejo, así que me amenaza para que no vuelva a tener ninguna pelea con él, porque nunca se sabe cuál puede ser su próximo movimiento.
La noche termina con buenas ganancias y llego a la casa a dormir un par de hora antes de llevar nuevamente a Luciana a su colegio, esta vez me apuro en llevarla, tengo mucho por hacer durante el día, incluyendo pendientes del estudio y encima tengo una reunión con Martín, sé que él siempre juega sucio así que me llevo mi arma por si algo y llamo a Pablo para que me acompañe a esta reunión, no me quiero arriesgar para nada.
Después de la muerte del viejo, aprendí a manejar armas de fuego, a veces uno debe aprender y no solo jalar del gatillo, porque todo tiene su ciencia y más las zonas en las que pueda recuperarse la víctima o tener su deceso final.
A las 10 en punto llega Martín a mi oficina con una gran sonrisa, cuando se acerca me doy cuenta de que deja a sus escoltas afuera, yo le digo a Pablo que este muy pendiente por si lo llego a necesitar, a lo que él asiente y espera en la puerta. Pablo es un experto en seguridad y vigilancia, tiene sus permisos para du uso de armas y tiene su propio chaleco antibalas de nivel II.
Regreso a la casa, pensando en miles de cosas, no sé cómo proteger a la familia si no tengo suficiente dinero. Ser el proveedor de un hogar, manejar un negocio y estudiar no es nada fácil. Es más ser adulto pobre es muy duro y más por todo lo que tengo que hacer y pagar.
Nana termina de orar su santo rosario, sigo sin creer porque le reza a un Dios inexistente incluso a una virgen que fue inventada por los mismos hombres, un ser que me abandono desde que nací porque nunca ha estado para mí y menos para mis seres queridos, esa fe que ella procura mantener es en vano para nosotros, así que siempre prefiero dejarla a solas y ahorrarme mis comentarios sobre esa estupidez.
Termino de hacer el almuerzo y mis trabajos, una vez termino me voy para el instituto, me quedo completamente dormido en el trayecto, mi agotamiento esta a otro nivel. Le he dicho a Javier que me prestará un poco para pagar la cuenta pendiente, él me ha ayudado y ya lo ha cancelado, así que voy un poco más relajado ante tantos gastos; eso sí no podré mercar en una semana y tendré que cohibir a la niña de comer carne o pollo, a pesar de que es barato son lujos que no nos podemos dar en estos momentos, como decía con el viejo a punta de arroz con huevo.
Terminan las clases y anhelo tener pronto reparada la moto, sé que hubiese sido mejor comprar una nueva, pero esa tiene un significado muy grande para mí, así que por ahora me gastaré miles de horas en transporte, porque Bogotá tiene una movilidad de mierda, que incluso el dicho de todo rolo cobra sentido “Bogotá está a dos horas de Bogotá”
En el bus de regreso a casa, vuelvo a dormirme hasta que el imbécil del conductor frena demasiado brusco y me hace despertar, miro a la persona que esta sentada al lado mío y sorprendentemente he encontrado a la misma chica del bus y de anoche, me acomodo y ella me sonríe, Dios (aclaro es pura expresión) que sonrisa más hermosa, es la reina de las diosas esa sonrisa con una espectacular dentadura.