La Vida De Elisabeth 1º El retoño

Capítulo 9º El Resplandor

Ya habían pasado unas semanas, desde que Natalie les escribió la carta, y todavía no se habían puesto en contacto con ellos.

Robert como todos los días se iba a trabajar, ese día tenía que salir de la oficina, aprovecho la salida, para acercarse a la agencia de adopción.

Llamo por teléfono a Abby, sabía que no tenía cita, y lo más posible seria que no lo recibiría.

—Si buenos días, soy Robert, pasaba por aquí y me preguntaba si ya sabias algo, ¿Están tardando, mucho no?

—Buenos días Robert, ¿Todavía no os han llamado? ¡No puede ser! déjame hacer unas llamadas, de todas maneras, sube por favor, me gustaría hablar contigo—le dijo Abby.

Robert subió a la tercera planta, toco la puerta.

—Adelante, puedes pasar, buenos días Robert, ¿Cómo estáis? —le preguntó Abby.

—Hola buenos días, la verdad que estamos un poco impacientes, se nos está haciendo, muy larga la espera, igual es normal en estos casos—dijo Robert.

—No es muy normal, la verdad, por eso te dije que subieras, voy a hacer unas llamadas, y veremos qué es lo que pasa, y el porqué de la tardanza.

—Siéntate por favor —dijo Abby.

Abby empezó hacer llamadas, se extrañaba por lo que estaban tardando, no puede ser posible se afirmaba así misma.

Estaba hablando con la oficina de asuntos sociales.

—Empezó a hablar con una señora, así no puede ser, tendrían que haber mandado a otra persona, eso no es forma de llevar las cosas,

pues a mí, me da igual, quiero que esto se solucioné, no sé si he sido lo bastante clara, con usted — colgó el teléfono Abby.

Estaba muy enfadada, habían perdido semanas, y todo por un error, eso le daba mucha rabia, que por personas incompetentes e irresponsables lo pagarían otros.

—Bueno Robert, estuve hablando con una señora de servicios sociales, me dijo que la chica que llevaba vuestro caso, cogió la baja por maternidad, sin poner a nadie con el caso, lo peor de todo es que ni siquiera nadie, se dio cuenta, me parece increíble de verdad, ya les he dicho cuatro cosas, pero no te preocupes mañana, os llamaran sin falta, me ha dicho la señora, de todas maneras, estaré pendiente de todo —le dice Abby.

—Entonces estaremos pendiente de la llamada, a ver si esta vez, hay más suerte. —le contesta el.

Bueno ya me tengo que ir, he aprovechado que tenía que salir, de la oficina para gestionar unos papeles, y me he pasado por aquí, que estaba cerca, para acercarme.

—Hasta luego—le dice Robert.

—Hasta pronto, estamos en contacto Robert —le contesta Abby.

Robert salió de allí, se subió en el coche, y se marchó para su oficina.

Cuando llego a casa, Natalie estaba en el jardín regando sus hermosas plantas, se le acercó para darle un beso como todos los días.

—¿Como te fue el día amor, con tus alumnos? ¿Has hablado con tu madre ya, para ir al centro comercial mañana? —Le dice Robert.

—El día estuvo muy bien con los alumnos, tengo algunos que van progresando muy bien, hablan muy bien español, estoy muy contenta con ellos. —le contesta Natalie

Llame a mi madre, pero dice que mañana no puede ir al centro comercial, que tiene que ir con mi padre al médico, nada importante, solo una revisión rutinaria, iremos otro día.

¿Como te fue a ti en el trabajo? —Le dice Natalie.

—Muy bien como siempre, tuve que salir de la oficina para gestionar unos papeles, y aproveché para ir hablar con Abby, estuvimos hablando, me dijo que mañana llamara asuntos sociales

esperemos que llamen, aunque yo creo que esta vez sí que lo harán, después de como se ha puesto Abby, tiene un carácter de mil demonios, —le dice Robert.

—Pues es normal, cualquiera puede perder los papeles, estamos teniendo mucha paciencia, y todo tiene un límite Robert—le contesta Natalie.

Natalie se entró en la casa, fue a la cocina a preparar la cena, un fish and chips.

Se sentaron en la cocina, desde allí se puede ver el comedor. les gusta comer sentados en los taburetes de la isla.

Cuando están solos.

La casa está decorada, con exquisito diseño, y se encuentra en una parcela generosa, en una de las avenidas residenciales más famosas de Roehampton.

Compraron la casa grande para cuando tuvieran familia.

Es un residencial silencioso y tranquilo, donde viven familias acomodadas. y todos se conocen, viven muchos niños.

La casa cuenta con cuatro dormitorios, tres baños, distribuidos en dos plantas, tiene un estudio, que es el despacho de Robert.

Al entrar en la casa, te quedas impresionado por la abundancia de luz, natural, que fluye desde las generosas ventanas y puertas del piso al techo.

Hay unas vistas impresionantes desde la puerta principal directamente a través del pasillo hacia el jardín.

En el área de cocina, hay una isla grande en el centro con cuatro taburetes, desde donde se puede ver la sala de estar con una gran mesa en el centro para ocho comensales, y después está el comedor, es un refugio lleno de luz que es el corazón de la casa, con enormes puertas corredizas que se abren al jardín.

La escuela está muy cerca, pueden ir caminando, pero también hay un autocar del colegio, que deja a los niños allí, por si los padres trabajan y no pueden recogerlos.

Robert y Natalie terminaron de cenar, ella recogió la cocina, y se subieron a la habitación, allí tienen una televisión.

Robert no quería ver la tele, quería otra cosa ...

Se acostaron, Robert abrazo a Natalie y empezó a besarla, llevando sus manos a sus muslos, que estaban al descubierto.

Natalie le correspondía, hacia días que no hacían el amor.

Y los dos eran muy activos.

Esa noche hicieron el amor, con mucha pasión...

Al día siguiente los dos se levantaron con más energía, todo se veía de otro color, después de una noche loca de pasión.

Ya era viernes el último día de trabajo de los dos.




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