Era sábado Robert se despertó, miro hacia el otro lado de la cama, y Natalie no estaba, ya se había levantado, se levantó y se fue a la ducha, mientras se estaba vistiendo escucho, por la ventana a Natalie que le estaba cantando una nana a Elisabeth , estaba con ella en el jardín, Elisabeth está gateando sobre una mantita en el suelo, y Otto se ha convertido en su guardián, no se separa de ella, para nada, ni de noche ni de día, Elisabeth lo agarra de la cola, le llama la atención y Otto le lame la mano.
Robert bajo a la cocina a preparase un café, y una tostada, y un zumo de naranja, y se fue a desayunar al jardín.
—¡Hola buenos días perezoso! Has dormido como un bebe, esta noche.
—¡Hola buenos días preciosa! Ayer estaba muy cansado, estaba pensando en comprarme, una cinta de correr, unas Mancuernas ajustables y unas pesas, y un saco de boxeo, lo pondría en el sótano, para que no estorbara, en una esquina. ¿Qué te parece?
—¡Me parece bien! ¿Pero por qué lo haces? ¡Que pasa!
—Salgo de trabajar todos los días a las tres, los días que voy al gimnasio estoy dos horas, cuando vuelvo Elisabeth esta dormida ya, me gustaría estar más tiempo con vosotras, así tendría más tiempo.
Robert se agacho y se tumbó al lado de Elisabeth, se pudo a jugar con ella y hacerle cosquillas, ella se reía.
—¿Tienes cosquillas? ¡Princesa, si mi amor! Te gusta que papa, te haga cosquillitas, a mi princesa.
Elizabet hace tiempo que ya pronunciaba algunas silabas.
—¡Wow ,la has oído! Natalie, ha dicho papa! ¡Me ha llamado papa! Es la primera vez, esto es lo que no me quiero perder.
—¡Amor que va a decir papa!, A ver, que la escuche, será mama jaja.
Natalie se puso al lado de Elisabeth, acariciado su cabello.
—¡Mi hermosa princesita! ¡Mira Elizabeth! Mama, repite conmigo.
—Podemos ir a pasear un rato con Elisabeth y nos llevamos a Otto también.
Sonó el teléfono Natalie fue a la sala.
—¡Si dígame! ¿Quién es? —Dice Natalie.
—¡Hola! Soy yo Melody, ¿Cómo estáis? ¡Qué tal Elisabeth! Te llamo para ver si te puedes quedar con Daniel esta semana, tenemos unas pequeñas vacaciones y nos gustaría, estar juntos.
—¡Si claro! Lo puedes traer cuando quieras, estamos aquí.
—¡Vale gracias! Le hago una maleta y vamos para tu casa.
Natalie colgó el teléfono, pero tenía mala cara, su hermana estaba descuidando a Daniel por Jake.
—¿Quién ha llamado? Nena, no tienes buena cara, ¿Es algo malo?
—Era mi hermana, está descuidando ha Daniel por Jake, él ya sabía que ella tiene un hijo, y le está comiendo la cabeza con tonterías, ella parece estar ciega, y no ve, lo que está haciendo.
—Toda la culpa no es de Jake, tu hermana es una mujer, y debe de saber bien lo que hace, ya no es una cría, también puede ser que sea así, por que lleva tiempo sola, y tenga miedo a perderlo.
—Si te entiendo, puede ser que tengas razón, pero alguien le tendrá que abrir, los ojos no...
—Pero tú no eres esa persona nena, no te metas en el medio, si no terminara enfadándose tu hermana contigo, y no habrá valido la pena, tiene que darse, cuenta ella sola.
—Está bien Robert, pero el que me da pena es Daniel, él no tiene la culpa—dice Natalie.
—De eso nos encargaremos nosotros, de Daniel para que no se sienta solo nunca, no te preocupes, Daniel nos tiene a nosotros.
Al cabo de un rato llego Melody con Daniel, traía una pequeña maleta, y la bicicleta.
—¡Hola Melody! pasad ¿No quieres ver a tu sobrina? O, tienes mucha prisa.
—¡Hola guapa! La verdad que tengo algo de prisa, cogemos el avión dentro de dos horas, tengo que volver ya.
—¡Pasa Daniel cariño! Tu tío está en el jardín, ve con el—dice Natalie.
Algo la reconcomía por dentro, rabia imponencia, Robert le había aconsejado no meterse, en la relación de su hermana con Jake, pero ella siempre había sido sincera con ella, y nunca se había callado nada, le gusta ir de frente, y lo que su hermana estaba haciendo no estaba nada bien, no podía quedarse callada.
—¿Dónde está Jake? ¿Por qué no te llevas a Daniel con vosotros? A él también le gustara ir de vacaciones, ¿No te parece?
—¡Si no lo quieres, me lo llevo, y ya está, tampoco te he pedido tanto, queremos pasar la semana solos, y tú no eres nadie para decirme nada, me llevo a Daniel!
—¡No déjame aquí, a Daniel por favor! Vete de vacaciones con Jake, yo me quedo con Daniel, espero que lo paséis muy bien.
—¡Esta bien! Me tengo que ir ya, hasta pronto Natalie.
—¡Adiós Melody! —Dice Natalie.
Natalie entro hacia dentro, y se fue al jardín, allí estaban jugando Daniel tirando la pelota a Otto, Roberth estaba pendiente de Elisabeth, que estaba gateando.
Cuando llego al jardín Robert la miro a los ojos y sabía que algo había pasado, no quiso preguntar, prefería que ella se lo dijera, lo que había pasado.
—¡Bueno chicos! Que os parece si nos vamos, al parque un rato, —dice Natalie.
—¡Si! vamos al parque ¿Nos podemos llevar a Otto? Tía, por fa, así puedo jugar con el—dice Daniel.
—¡Pues claro! Vamos los cuatro y también Otto, es un miembro más de la familia, ¡Vengo ahora! —dice Natalie,
Natalie entro en la casa, para coger la silla de paseo y el bolso de la silla, preparo un bocadillo para Daniel de jamón york y cogió una botella de agua, y el bebedero portátil de Otto.
Cogió a Elisabeth para ponerla en la silla.
—¡Robert! ¿Le puedes poner, la correa a Otto? Ya he cogido su bebedero, y cuando queráis ¡Nos vamos!!
—¡Vámonos! Daniel, venga —dice Robert.
Daniel llevaba a Otto con la correa, Robert iba pendiente de él, y Natalie llevaba a Elisabeth.
Iban caminando cuando les paro una señora.
—¡Qué bonita es la niña! ¿Cuánto tiempo tiene? —Dice la señora.
—¡Muchas gracias! , Le quedan unos días, para hacer un año, —dice Natalie.
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Editado: 15.02.2023