Faltan dos días para el cumpleaños de Elisabeth, y Natalie está preparando un bonito cumpleaños, será en su casa en el jardín estamos en mayo y hace buen tiempo, los días están saliendo con sol, y apetece una buena barbacoa, Natalie ha invitado a su familia, a sus suegros, y algunos amigos más íntimos de la familia.
—¡Hola! soy Natalie, te llamo para invitarte al cumpleaños de Elisabeth, ¿Puedes venir? O tienes hechos planes ya Jessica.
—¡Hola! Guapa, no me acordaba que era el cumpleaños de Elisabeth, ¡Que cabeza tengo! ¡Pues claro que voy con las que ganas tengo de verla! —Dice Jessica.
—¡Dime! cuéntame, ¿Cómo te van las cosas? ¿Tienes mucho trabajo? ¿Algún galán hay por ahí? — Dice Natalie sonriendo.
—¡Si! Tengo bastante trabajo, he conocido a alguien si, trabaja en la agencia de adopción, vamos poco a poco, ya sabes.
—¡Si quieres! Lo puedes traer, como tu acompañante, como un amigo, sabes que no pasa nada, así lo conozco jaja.
—¡Vale muchas gracias! Natalie, lo llevare así me das tu visto bueno jajá, bueno te tengo que dejar, que me están llamando, nos vemos Natalie.
—¡Muy bien! Adiós —dice Natalie.
Natalie llamo a John para invitarle al cumpleaños.
Aprovecho para sentarse en el Chaise Longue un rato, Elisabeth esta dormida en su habitación, Natalie tiene un Vigila bebes con cámara, para ver cuando se despierta, se puso a leer un libro, su Novela romántica, sonó el teléfono! no puede ser, ahora no!
—¿Si dígame? ¿Quién es?
—¡Hola Natalie! Soy yo.
—¡Hola mama! ¡Espera un segundo! Se me acaba de despertar Elisabeth, voy a subir a por ella.
—¡Claro hija! Yo no tengo prisa, ¡Te espero.!
Natalie subió, y cogió a Elisabeth ¿Qué pasa reina? ¿Ya se ha despertado mi niña? Ahora vamos a hablar con la abuela, que nos está esperando cariño.
—¡Ya estamos aquí! ¿Dime que quieres mama?
—¡Melody no quiere ir a tu cumpleaños! Sigue enfadada contigo, no sabe que te lo estoy contando, no quiere que lo sepas, me llevare a Daniel al cumpleaños.
—Mama no fue mi intención, que se enfadara conmigo, solo fue un comentario, ella puede hacer lo que quiera con su vida, nada más.
—¡Es una pena Natalie! Siempre habéis estado muy unidas, y ahora por una tontería estáis enfadadas, sé que algo de culpa tiene Jake. No me gusta que estéis así.
—¡No te preocupes mama! Dejare que pase un tiempo, y después intentare hablar con ella—dice Natalie.
—¡Esta bien! Natalie, ahora solo tienes que preocuparte, por tu familia, ¿Necesitas ayuda para el cumpleaños? No tengo nada que hacer mañana, así estaría con mi nieta.
—Sabes que puedes venir cuando quieras, mañana iba hacer la tarta, ¡Ven así estas con Elisabeth!
—Entonces, nos vemos, mañana Natalie.
—¡Hasta mañana! Mama.
Natalie cogió a Elisabeth y se la llevo a la cocina, ahora tienes que comer que ya es hora, la puso en la trona, le puso un trozo de merluza y unas pocas de judías partidas en trocitos, Elisabeth se puso a comer, es una niña que no es delicada, y come de todo.
Sonó la puerta, Otto salió corriendo.
—¡Hola Otto! Eres el primero en venir a saludarme, eres buen perro, ¿Dónde están mis princesas? —¡Dime!!
Otto le ladraba, y le dirigía hacia la cocina, ¡Así que están por aquí!
—¡Hola princesas! ¿Qué tal el día? ¿Cómo está mi niña? ¿La reina de mis ojos? Te estas comiendo todo, para hacerte muy grande. ¡Así me gusta!!
—¡Hola amor! ¿Qué tal el día en la oficina? Mucho trabajo.
—Si tenemos bastante, he estado visitando a clientes, toda la mañana, y me he pasado por el centro comercial para mirar algún regalo para Elisabeth, —dice Robert.
—¿Habías pensado en el regalo?¡Yo sí! un andador, ¿Qué te parece? No tiene, ya le hace falta.
—¡No se me había ocurrido, estas en todo, eres guapa, inteligente, tengo la esposa perfecta! jaja—dice Robert.
Llego el día el día cumpleaños, Natalie se levantó a las ocho, aprovecho que Elisabeth estaba dormida, bajo en silencio por las escaleras, solo Otto que estaba en la habitación de Elisabeth escucho los pasos, y abrió la puerta de la habitación.
Natalie estaba en la cocina, cuando llego Otto removiendo la cola, ¿estás aquí ?, ¿me has visto? ven sal al jardín, si quieres, ahora te pongo el pienso ¡toma tu pelota!
Natalie volvió a la cocina, quería dejarse preparado el Beef Wellington, solo para meterlo en el horno, e ir preparando los canapés, y tenerlos guardados en la nevera, el día anterior su madre le había ayudado hacer una tarta Red Velvet Cake.
Robert se despertó, se dio cuenta que Natalie no estaba, se levantó y se asomó a la habitación de Elisabeth.
—¿Qué haces levantada encima de la cuna? ¡Vamos venga ven conmigo, vamos a ver lo que está haciendo tu mama! ¡Me ha dejado solo! —Dice Robert.
Robert se acercó a Natalie y le dio un beso.
—¿Se ha despertado ya Elisabeth? La tengo que bañar ahora.
—La baño yo, en un momento, tu estas ocupada, además me gusta, y jugamos con el patito también, terminamos en un momento.
Le preparo el desayuno a la pequeña, al cabo de un rato Robert vino con Elisabeth, la había bañado y vestido.
—¡Mira que guapa esta nuestra niña! ¡Elisabeth mm que rico tu desayuno! Me está entrando hambre jaja—dice Robert.
—¡Siéntate! Estoy haciendo el café, he preparado huevos revueltos ¿Te apetece? —Dice Natalie.
—¡Si gracias princesa!,¿Té sentaras conmigo a desayunar? Ahora terminamos de hacer todo, ¡Siéntate y descansa un poco!
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Editado: 15.02.2023