La Vida De Elisabeth 1º El retoño

Capitulo 37º Mirada única

Falta unos meses para que Elisabeth cumpla tres años, y ya está buscando una niñera, haciendo entrevistas, le había dicho también a Melody, si sabía de alguna cliente, ya había dicho a sus alumnos que pronto empezarían las clases.

Salió hacer algunas compras al supermercado, se llevó a Elisabeth con ella, la subió al carrito de las compras.

—Tenemos que comprar leche. ¡Mira ahí está, cógela! Elisabeth, vamos a la pescadería. ¿Qué quieres, comer de pescado? ¡Merluza o lenguado! —Dice Natalie.

—Mama, como merluza, tene hambre—dice Elisabeth.

Natalie había comprado pan, corto un trozo y se lo dio.

—Ahora nos vamos para la carne, a tu papa le gusta mucho la carne, pero también hay que comer verduras, porque son muy sanas, ¿A ti te gustan las verduras? A que si ¡Tenemos que comprar yogures princesa! —Dice Natalie.

—Mama yoyu de colores, mira este quero, quezo mami, —dice Elisabeth.

—¡Ahora cogemos queso! Tenemos que comprar, también otras cosas. ¡Mira aquí está el vino! Que le gusta a papa, y algunas cervezas también.

Sonó el teléfono.

—¡Hola preciosa! ¿Dónde estás? Hay mucho ruido—dice Robert.

—¡Hola amor! Estoy en el supermercado, comprando—dice Natalie.

—Te escucho muy mal preciosa, llámame cuando salgas, hablamos ahora. ¡Adiós!

—¡Si, tampoco te escucho bien! Te llamo enseguida. ¡Adiós!

Al cabo de un rato Natalie salió con las compras del supermercado, llevaba algunas bolsas colgadas en la silla de Elisabeth, llamo a Robert por teléfono.

—¡Hola amor! ¡Dime! ¿Qué quieres? ¿No vas a venir a comer? —Natalie.

—¡Hola princesa! Llegare algo tarde, tengo que ir a ver algún cliente, y me parare a comer cualquier cosa, pero te llamaba por otra cosa, me ha comentado Tachi que tiene una vecina que está buscando trabajo de Nanny, ya te contare lo que me ha dicho de la señora, le puedo pedir el teléfono si quieres.

—¡Si claro! Pídeselo, cuando llegues a casa me cuentas ¡saluda a Elisabeth te está escuchando! ¡Adiós amor! —Dice Natalie.

—¡Ponla al teléfono! ¡Como estas, princesa! ¿Estas con mama? ¿Y qué haces?  ¡Cuéntame cariño!

—Papi quero ir coche, mama no, Otto casa—dice Elisabeth.

—¿Quieres montar en coche Princesa? ¡Mañana nos vamos con el coche cariño! ¡Claro Otto está en casa esperándote! ¡Adiós princesa!

—Pásame a mami, cariño.

—¡Como sabe la princesa! Bueno nena más tarde hablamos, un beso grande.¡Te amo amor!

—¡Bueno no llegues, muy tarde! ¡Yo también te quiero, adiós amor!

Natalie llego a casa, coloco las cosas en la nevera, mientras Elisabeth va detrás de Otto jugando, en la cocina.

—¡Elisabeth ven aquí! ¡Mira tú yogur de fresa! espera que te ponga el babero, si no te manchas, ¡Ven que te siente aquí, toma el yogur y la cuchara! Comételo todo, si no Otto se enfada contigo —dice Natalie.

Elisabeth se sentó en la silla, y se puso a comer el yogur, mientras Otto la miraba y se relamía, esperando que algo le callera a él.

—¡Toma Otto! Té he traído unas galletas para ti. ¡Goloso! Eres como Elisabeth, jajaja.

Natalie se sentó en el Chaise longue, puso la tele, mirando los canales para poner dibujos animados, Elisabeth estaba sentada encima de la alfombra de pelo largo, mirando hacia la tele, la pequeña no dejaba de hablar, mientras Otto solo quería jugar con ella.

Al cabo de unas horas se escuchó un coche, y el ruido de la puerta de la cochera, Elisabeth se levantó, y fue hacia la puerta de casa junto a Otto, que empezó a ladrar.

Robert abrió la puerta y como todos los días se encontró a Elisabeth y a Otto allí esperándolo, la cogió en brazos y se la llevo para la sala.

—¡Si está aquí mi princesa! Esperando a papi. ¡Tú también estas, campeón! ¡Vamos a ver, a mama!

Se acerco a Natalie y le dio dos besos.

—¡Hola nena! ¿Cómo estás? ¡Cómo se ha portado, la princesa hoy!

ha dado guerra, no para quieta, ni un segundo.

—¡Muchos besos das tu hoy! ¡Algo quieres pillín! jaja la verdad que lleva la tarde tranquila, viendo dibujos animados.

—¡No digas eso mujer! Cualquiera que te oiga, pensara que soy un salido, jajajaj ,solo pensaba que hoy bueno ....

—No ves, como sabia yo... Son años, contigo —dice Natalie.

—Bueno y ¿Qué me dices, puede ser? ... Mira que la cosa, esta caldeada…Jajajá

—Siempre estas así, eres un hombre muy fogoso jajaja. —Dice Natalie.

—¡La verdad que sí! Pero eso es desde que estoy contigo, antes era más tranquilo, eso debe ser por algo no crees...

Esa noche hicieron el amor, con mucha pasión, se quedaron desnudos toda la noche, abrazados y besándose, e hicieron el amor toda la noche.

 




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