Tom y Edgar se convirtieron en las burlas de cole. Asi de simple. Angélica había iniciado todo. Todo lo que se convertiría en.... un infierno viviente. La gente los miraba y ni se molestaban en bajar la voz para insultarlos. Decían algo así: " Miralos, que mariquitas." O "Que bien que no somos ellos", cosas así. Tom estaba trastornado, lo que había pasado años antes se volvía a repetir, no quería volverlo a vivir, no, ¡no! Pensaba que todo iba a ir bien, pero estaba equivocado.
Ni siquiera su hermano lo apoyaba, si, sentía lástima por el y todo el asunto pero no podía soportar perder su vida social solo por un "drama" de su hermano mayor. Tom lloraba y Edgar lo intentaba consolar diciendo que todo iba a estar bien, pero Tom ya no le creía. Ya no veía el final del túnel. Solo se veía oscuridad y oscuridad sin fin. Edgar, que era muy popular, su popularidad se vino abajo, todo el mundo lo odiaba. Tom era su único consuelo." Tom, amor, no llores, todo estará bien yo estoy aquí, contigo." Le decía a su novio, Edgar ya no sabía como consolarlo. Ni consolarse a si mismo.
Angélica, por su parte, no sentía menor remordimiento por arruinarle la vida a su propio mejor amigo, en realidad le importaba un comino. Ella era la líder de todas las burlas. Tom no la miraba a la cara. Le tenía miedo. Nunca había sentido miedo hacía una chica, nunca.
A veces ya no quería vivir, no abrir los ojos nunca jamas, ni ver a nadie, nunca.