La vida después de mi Muerte

Mi último Cigarrillo.

Observando la belleza de la luna y lo hermosa que se ve rodeada de estrellas, me di cuenta de que ya no te extraño, de que estoy listo para dejarte ir, de que ya no quiero que sigas en mi mente. Es hora de levantarme e iniciar de nuevo.

Hoy me fumo este último cigarro, dejando que la nicotina recorra mi cuerpo y haga su efecto, pero ya no para recordarte ni para llorarte, sino para relajarme del peso que cargué durante tanto tiempo.

Y se siente bien saber que tu recuerdo se desvanece como el humo de mi cigarro. Se siente bien saber que, por fin, dejaré de llorar al recordar lo vivido a tu lado. Se siente bien saber que ahora solo eres una historia más.

Sí, fue una gran historia, y en su momento tuvo relevancia, pero ya no más. Hoy te suelto, dejo ir nuestros recuerdos y le doy un nuevo comienzo a mi vida. Hoy termino este cigarro como símbolo de que ya no dependeré de él para estar bien.

Ya no quiero verte más. No quiero volver a escuchar tu voz ni que vuelvas a mirarme a los ojos. No quiero volver a sentir tus abrazos ni saber nada más de ti.

Suena cruel, pero en serio, ya no quiero saber nada de ti. Ya te lloré, ya te extrañé, ya me desgasté demasiado recordándote. Es hora de dejarte ir y comenzar a vivir otra vez, aunque ya no estés en mi vida.

Va la mitad de mi cigarro y comienzo a sonreír. No porque te vaya a volver a ver, sino porque hoy es el fin de mi crisis, el cierre de una historia que no pudo ser y que jamás será una buena historia. Hoy te conviertes en una simple anécdota de lo que pudo haber sido, pero no fue. Hoy borro tu nombre de mi mente y, por fin, descanso.

Mi cigarro se ha consumido, y mientras veo el humo subir hacia la luna, no puedo dejar de contemplar lo hermosa que es. Y pienso que debí olvidarte hace mucho tiempo para poder iniciar de nuevo, para volver a ver y apreciar las cosas buenas que me rodean, aquellas a las que no prestaba atención por no soltarte.

Hoy te desvanezco junto con el humo de mi cigarro, así como se desvanecieron todos nuestros recuerdos. Hoy dejo de recordarte. Hoy prometo que nunca más me volveré a dañar por recordarte.

Hoy, por fin, regreso al mundo real. No te odio ni te guardo rencor, pero ya no quiero saber nada más de ti.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.