Piel morena.

Tu sonrisa tan encantadora me llenó de emoción una vez más. La ansiedad me estaba consumiendo, pero verte sonreír me calmó en cuestión de segundos. En ese instante, quise abrazarte, pero el miedo al rechazo me detuvo… aunque en el fondo sabía que eso no pasaría.

El negro profundo de tus ojos es como las calles que transito casi a diario. Y por si no lo sabías, la oscuridad me hace sentir seguro, así que créeme: si la oscuridad me da paz, tus ojos me harán sentir en casa. Amo el brillo que adquieren bajo la luna, como si fueran estrellas en la noche más serena.

Tu voz hace que mi cuerpo vibre, porque no hay sonido más hermoso que escucharte hablar. Es tan dulce como oír cantar a mi queridísima Mercedes Sosa. Jamás me cansaré de escucharte, jamás me cansaré de cuando me dices "tonto". Porque, aunque para otros pueda ser una ofensa, en tu voz es la palabra que más amo.

Tu cuerpo me enloquece, pero más allá de lo físico, es una obra de arte que admiro en cada detalle. No importa lo que hagas ni lo que digas, debes saber que siempre te quise, te quiero y te querré. Abrazarte es indescriptible, porque en tus brazos encuentro mi refugio y mi seguridad.

Tu piel morena me hechiza. Es como ver montañas cubiertas de árboles verdes, como un paisaje que jamás me cansaría de admirar. Amo cuando el sol acaricia tu cuerpo, porque en ese momento tu piel brilla como diamantes, y cuando la luna la roza, siento que ya no hay motivos para llorar. Por ti sería capaz de cualquier cosa, por ti dejaría mi corazón en los desiertos de la perdición.

Para mí, eres la perfección hecha mujer. Cada parte de ti me fascina: tu sonrisa, tus labios, tus cejas, tu cabello, tus ojos, tu piel morena… Todo de ti me encanta. Por ti dejaría atrás el pasado, solo para poder descansar en tus brazos.