Solo asiento con la cabeza. ¿Para qué hablar, si siempre recuerdo que ellos tienen más errores que yo? Hoy vengo aquí para escupir la verdad sin miedo a ser más odiado o recriminado por cortarlos con la espada de la verdad.
No puedo creer que sean tan hipócritas consigo mismos. Dijeron que no harían algo y terminaron regresando al mismo punto para volverla a cagar. Me dicen: "Deja de hacer esta mierda, baja la voz, por favor". Pero la verdad es que estoy cansado de escucharlos quejarse de mi alarde solo porque les arde que yo diga la verdad. Sigo odiando a los falsos, pero ustedes dicen que el falso soy yo. ¿Yo, que solo busco estar mejor? Por eso me aparto, porque ya no quiero que sean ustedes quienes celebren mis logros conmigo.
Ojalá se perdieran los idiotas como tú. Ojalá dejaran de nacer los imbéciles que no permiten que los demás se expresen, solo porque tienen miedo de ser opacados y de enfrentar su propia estupidez. Tontos mamabichos que buscan atención diciendo: "Yo no hablo de esto porque no me gusta", cuando en realidad temen ser expuestos. Vienes con tus estupideces, creyéndote mejor que quienes solo escuchan y analizan las palabras asquerosas que salen de tu boca. Esa boca asquerosa que llevas en esa cara fea de niño intelectual que lo sabe todo y busca la atención de los bobos que creen en cada cosa que dices y haces.
Y no me vengas con esa mierda de llamarme amigo ni con tus abrazos. Gente como tú no merece ni una pizca de mi amabilidad. Porque así como hablaste mierda de los demás, puedes hablar mierda de mí. Y yo soy precavido, porque sé que no todos entienden cuando comienzo a soltar la verdad sobre aquellos con quienes alguna vez conviví, pero luego decidí apartarme. Ahora me valen un pito.
Chico, escucha: esto es una descripción gráfica de las porquerías que hiciste, haces y, por cómo vas, seguirás haciendo hasta la muerte. Pero, a pesar de que ya no me agradas, no te deseo el mal.
Y entonces noto que es como hablar con locos: muchas palabras, pero poco coco. Inteligente en tus clases, pero un bruto para evitar el mal que tienes al lado. Para mí es gracioso; para ti será otro trago amargo. No controlas mi vida, porque es mía, y no soy alguien más del montón. Hoy soy Santa Claus regalando mis palabras llenas de verdad.
No me saludes, porque no quiero el saludo de quienes fueron la principal causa de la muerte de una vida que quizás pudo ser mejor. No quiero el saludo de brutos que no entienden el sentimiento y la emoción de los demás. No quiero el saludo de personajes asquerosos con pensamientos de superioridad. Y ya no quiero más estúpidos en mi vida, con ideas retrógradas y palabras que no soportan escuchar.
Vienen a decirme la verdad, y es justo cuando comienzo a aceptar lo que sí hago, pero desmentir lo que no. Aunque no lo crean, me importa un huevo, porque sé quién soy y soy consciente de hasta dónde voy a llegar. Dicen que soy todo lo malo que hay en el mundo, solo porque no soy perfecto como ustedes. Pero no importa. Perdón por no ser perfecto. Perdón por ser todo lo malo. Pero no soy basura, como ustedes.
Jodida rata, recuerda que la ambición es como la marea: si pasas el límite, te arrastra hasta ahogarte. Y eso es exactamente lo que te está pasando. Parece que, ni siquiera aceptando que soy el malo, dejas de ser un estúpido que no sabe qué hacer con su vida más que cagarla una y otra vez. Sigues metiendo la pata cada vez más. Pero qué importa, si sobrepiensas todo.
Ni modo. Después de hacer todo, vienes a pedir disculpas por cosas que dices que no hiciste, pero que sí hiciste. Y perdón si no comprenden lo que digo.
Para que todo el mundo esté claro: esto está cabrón. Lo tuyo es cagarla cada vez que puedes, para después regresar a pedir disculpas y seguir haciendo la misma mierda. Pero bueno, ¿qué puedo hacer? Si la cagaste y te hicieron sentir presión después de decir "Acho, mala mía, perdón", y ellos te dijeron: "Vamos, cabrón, aguanta la presión". Ellos te perdonaron, pero esos son ellos. No yo.
Me traicionaste. Nada de eso se me olvida.
Pero bueno. Sin brake, desde la comodidad de mi casa hasta el resto del mundo.
Esto fue categoría Dark. Y esto es lo más leve que puedo llegar. Porque si suelto el verdadero categoría Dark, mueres solo con leer las primeras líneas. Pero bueno. Quizás al final yo me equivoque. Quizás sea el tiempo quien diga si tengo razón. O quizás sea el tiempo quien te la dé a ti.